domingo, 25 de octubre de 2015

EL FIN DEL CICLO

   Es posible que desde el punto de vista histórico, llevemos varios años notando síntomas que parecen marcar el fin de un ciclo que comenzó en “La Transición”. Para algunos fueron las concentraciones en la Puerta del Sol con el lema “no nos representan”, cuya influencia traspasó nuestras fronteras. Después quisimos ver que lo representaba Podemos, catalizador de los primeros cambios en el lenguaje político y en algunos partidos. Pero los síntomas más evidentes fueron las manifestaciones transversales (sin signo político) que querían impedir las privatizaciones de los servicios públicos, demostración evidente del enorme hartazgo de una sociedad cansada de no ser escuchada. Esas manifestaciones fueron la señal definitiva de que ese final lo marcaban las políticas que empezaban a practicarse con la llegada del “PP”. Todas las oportunidades que podían señalar la salida de la crisis económica y encauzar un nuevo modelo productivo quedaron inhabilitadas por tres obstáculos que aun hoy parecen insalvables: la corrupción que nos asfixia, el desastre del nuevo sistema educativo y laboral, y la falta de un proyecto de futuro creíble para el conjunto de España. Tres hitos políticos que han llevado a la democracia a cerrar el ciclo abierto por “La Transición”.
   La corrupción que nos asfixia ha afectado, más o menos gravemente, a partidos políticos, empresas y sociedad. El problema se agrava cuando apareció masivamente en el partido del gobierno y se fue conociendo que era un proceso estructural que abarcaba toda su historia. Además, estaba organizado desde la cúspide y afectaba a la sede central de Génova y a muchas de sus organizaciones regionales y locales. Y sobre todo, implica presuntamente a Rajoy, que llegó a mentir en el Parlamento, sin explicar adecuadamente la situación, obstaculizando incluso la acción de la justicia. Ya es difícil probar la relación entre donaciones empresariales y adjudicaciones. Mucho más después de los apaños realizados al nombrar los magistrados de los futuros juicios y los cambios legislativos antes de las elecciones. Hechos que han dañado las instituciones, la política y creado dudas sobre la independencia judicial. Un pasado que ahoga a Rajoy y le inhabilita para ejercer el liderazgo en el nuevo ciclo regenerativo que necesitamos.  
   Los desastres en educación y en la dignidad de los trabajadores, sin duda los pilares del desarrollo futuro y de la igualdad social. La educación ha sufrido los recortes y la LOMCE ha representado un paso atrás en las necesidades de España, al lado de la Sanidad y la Dependencia. No han intentado el consenso, pese a ser temas de Estado, intentando desprestigiar lo público para privatizarlo en su beneficio. La reforma del Mercado de Trabajo, ha sido un mazazo para la dignidad de los trabajadores. Los triunfos que se apunta el gobierno en este campo no se reflejan en los ingresos de la SS. Callan que un 20% de los que tienen trabajo buscan otro que les permita vivir dignamente. Hay menos prestaciones, menos ocupados y la brecha social aumenta. 
   Por último, la falta de objetivos creíbles que sean comunes a todos ha resultado ser una meta imposible por haber practicado Rajoy un inmovilismo político absoluto. Nunca ha intentado acuerdos con la oposición, impidiendo la elaboración de un espacio consensuado, capaz de crear la atmósfera adecuada para el diálogo con Cataluña. La reforma constitucional que pide ya una mayoría, precisa un consenso que enmarque nuevas leyes orgánicas que precisamos: Nueva Ley electoral; Ley para la democracia y financiación de partidos; Ley anticorrupción que defina la responsabilidad política como causa de dimisión… Un conjunto de reformas que formen un proyecto que recupere el diálogo, la unidad y la confianza. Aspectos todos ellos necesarios, pero en los que no veo en Rajoy al líder, con la fuerza moral necesaria para llevarlas a cabo.

domingo, 18 de octubre de 2015

NO SALEN SUS CUENTAS NI SUS PREVISIONES, SR. RAJOY

      En estos prolegómenos de la campaña, el “PP” ha elegido como discurso estrella, era previsible, los éxitos económicos. Todo apunta a que debería, si tuviera un mínimo respeto hacia los que sufren, matizar sus previsiones. A 70 días del 20-D, Bruselas, en su informe sobre los presupuestos de 2016, afirmaba que no se cree los números españoles y preveía que España no cumplirá con sus objetivos de déficit para este año y el que viene y pide un nuevo presupuesto para 2016 “cuanto antes”. Parece que faltan alrededor de 10.000 millones de €. De este análisis participan los informes del BBVA y de Funcas. Tampoco cree nadie la previsión de crecimiento del 3% del PIB para 2015: el BCE considera un crecimiento del 2,7% y el FMI del 2,5%. Pese a todo, echa la culpa a Zapatero. Hay que tener mucho cuajo para seguir escudándose en la herencia recibida. Son unos presupuestos-trampa destinados a un nuevo gobierno, caso de no ser ellos, al que podrán echar la culpa de nuevos recortes y con ello justificar su pasado. A Rajoy sólo le interesa España si gobierna él.
    Si hacemos un ligero inventario de su gestión económica, podemos afirmar que en ninguno de sus presupuestos aprobados han cumplido con el déficit exigido; que su deuda ha crecido 30 puntos hasta situarse en el 100% del PIB; que el paro se mantiene por encima del 20% y no tienen ninguna prestación el 50% de los afectados. Además el déficit con la Seguridad Social sigue aumentando, sin preocuparse por encontrar una alternativa para garantizar el futuro de las pensiones. No sé de qué está orgulloso.  
   Tanta inoperancia del gobierno, empieza a tener repercusiones internas: Arantza Quiroga presentó su dimisión el pasado miércoles por no ser admitida en el “PP” su moción destinada a trabajar por la convivencia en Euskadi. Afirmó que no podía seguir así, viendo impasible el deterioro de la convivencia en su tierra. Rajoy lo ha solucionado dando a Alonso el poder del “PP” vasco, lo que supone un desprecio más para la Sanidad al tener que atender doble función; la experiencia con Cospedal no le ha servido. Montoro, por su cuenta, ha hecho unas reflexiones en el diario El Mundo, ese mismo día: “Hay compañeros que se avergüenzan de lo que hemos hecho. Lo explican sin convicción porque, en el fondo, se avergüenza de ser del “PP”, atacando a Aznar y a Rato de manera inmisericorde y añadió de su compañero de Exteriores, Margallo: “es rehén de su propia arrogancia intelectual”. La vicepresidenta respondió a los periodistas con un lacónico: “una cosa son reflexiones y otra decisiones”. Como conclusión El Mundo de ese aciago día, dejaba este titular: “Mariano Rajoy es el dique para la construcción de un nuevo “PP” y como subtítulo: “Se consiga gobernar o no tras el 20-D, la sensación en el partido es de fin de ciclo". Por último, la diputada popular Cayetana Álvarez de Toledo, dice no encontrar argumentos suficientes para defender la gestión del Gobierno de Rajoy: “En estos cuatro años de mayoría absoluta, la democracia ni se ha regenerado ni se ha defendido”. Además, aún tiene diez autonomías sin liderazgo. Pese a la que está cayendo, Rajoy afirma que su partido está decidido, unido y contento.  
    Su mayor preocupación es llegar de nuevo al poder, pues cree que así solucionará los problemas de la corrupción; la segunda es lograr, caso de no ganar, la impunidad en la corrupción, para lo que ya ha nombrando jueces a su medida. Ahora quiere acortar los plazos de la instrucción en la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que puede representar, según los especialistas, una ley de punto final para la corrupción y el crimen organizado. A la reforma se han opuesto las asociaciones de jueces y fiscales. Es indudable que las preocupaciones de Rajoy dejan al descubierto su insolvencia moral, amortiguada por que parecen delatar con la insistencia en taparlo todo, un cierto sentido de culpa.                                                                                                                                                                                                               

domingo, 11 de octubre de 2015

AHORA TOCA BUEN ROLLITO

Después de cuatro desastrosos años, los expertos electorales del “PP” consideran que ahora deben mostrarse abiertos, simpáticos, bailarines, bebedores e inauguradores, en una palabra, deben tener buen rollito. Atrás dejan un tiempo de mentiras, injusticias, abusos de poder e incumplimientos de promesas, que quieren que olvidemos. El “PP” cierra una legislatura marcada por la ausencia de acuerdos con otros partidos, abusando de los decretos para eludir al Parlamento. En los últimos dos meses no se ha publicado el Boletín de las Cortes y quedarán sin contestar 2.400 preguntas de la oposición, pese a la obligación de contestarlas. Rajoy lleva dos meses sin ver el Senado. Ya es tarde para ocultar su codicia y también para engañarnos con un nuevo programa. La última encuesta del CIS revela que hay más rechazo al “PP” que a Podemos y constata que no existe temor en la sociedad a un pacto entre fuerzas de izquierdas. Sr Rajoy, el pueblo no le quiere y parte de su partido tampoco. No es imprescindible y su política del miedo ha fracasado. Veamos algunas de sus últimas andanzas, cercanas al tiempo de campaña:
El Tribunal Constitucional dictó, el pasado 24 de septiembre, una sentencia por la que declara inconstitucional y anula los preceptos relativos a la privatización del Registro Civil y su asignación a los registradores mercantiles, contenidos en las disposiciones adicionales de 20 a 24 del Real Decreto-Ley 8/2014, lo que supone un duro golpe para aquéllos que en su día quisieron apropiarse del servicio público del Registro Civil para sus propios intereses (más negocio, justificación de demarcación registral, etc.). Recordemos, simplemente, que el Sr. Rajoy es Registrador.
Cáritas, una vez más, el pasado 6 de octubre, afirmaba: “se está perdiendo la batalla social frente a la pobreza y la exclusión. Además se constata que el trabajo ya no te saca de pobre, pues el 53% de las personas que acuden a Cáritas viven en hogares en los que un miembro trabaja, pero el empleo ya no garantiza la inserción social”. Esta batalla social, como otras muchas, la han perdido. Por eso, mientras el empleo que prometen sea de la calidad de los aportados por su “Reforma del Mercado Laboral”, estarán infravalorando la dignidad del trabajador. Han conseguido llegar a 13 millones de personas entre pobres y marginados. La España del trabajo decente está en extinción.
Como despedida, según ellos con un buen y necesario gesto, nos dejan unos presupuestos que están considerados un fraude por toda la oposición. Además, la Comisión Europea ve riesgo de que España incumpla el déficit de este año y el que viene. Moscovici (Comisario de Economía) asegura que el próximo Gobierno deberá cambiar las Cuentas para asegurar el objetivo; informe avalado por el FMI. El informe se ha retirado a petición de Juncker. Parece que, como en Grecia, el Presidente de la Comisión ha entrado en campaña. Por otra parte, la SS ha gastado buena parte de los casi 70.000 millones de superávit que dejó el denostado Zapatero, lo que hace peligrar las pensiones; la deuda ronda el 100% de PIB y el coste anual es el 10% del presupuesto. Eso sí, el presidente nos habla de economía con “alma”, a la vez que admite que no actuó rápido contra la corrupción. Calla lo que deja en la economía, y que donde sí ha estado rápido ha sido en la elección de los jueces que garanticen sentencias no deseadas. 
Estos días se está realizando el mayor ejercicio militar en suelo europeo de la historia, es también uno de los más secretos. España será el campo de batalla principal de unas maniobras con muchos interrogantes y nulos beneficios, preguntamos: ¿cuánto cuestan?, ¿qué peligros personales y ambientales acarrea?, ¿en qué situación dejan a España en un hipotético ataque exterior?... Todo un sinfín de preguntas sin respuestas. 
    Como siempre. Da la sensación de que el pueblo no existe o que lo toman por tonto.

domingo, 4 de octubre de 2015

AHORA LE TOCA A ESPAÑA

     Las elecciones catalanas nos han dejado importantes lecciones, comencemos: muchos españoles, con más datos y menos prejuicios, han percibido la fractura social creada y el riesgo de una secesión que hacen más compleja la solución final; que buena parte de las razones invocadas merecen un diálogo sincero y detallado, nada fácil; que es absolutamente necesario un gran consenso constitucional que garantice la estabilidad dentro de un nuevo modelo de convivencia entre todos los españoles. Los datos dicen que ha llegado el momento, al día siguiente de las generales, de hacer realidad esa convivencia al menos durante más de una generación, sin prisa pero sin pausa. 
    Ahora después de escuchar a Rajoy, tengo la seguridad de que muchos que votaron al “PP” tienen una visión más abierta que la expresada por su presidente y están dispuestos a cambiar su voto. Por otra parte, la figura de Mas ha salido malparada y su liderazgo discutido, no sólo por la CUP, sino incluso, eso sí aún en voz baja, por su socio ERC. Aunque ahora negocien juntos el gobierno para implicar a la CUP. Por último, reconocer que para ver la luz en el galimatías político surgido, va a ser necesario dejar tiempo a los partidos catalanes, sin excluir nuevas elecciones. Ahora sabemos que Mas no jugaba limpio, pues sus abogados solicitaron en plena campaña que su interrogatorio como imputado se adelantase. Parece que el actual papel de víctima que exhibe ahora, querían utilizarlo en campaña para conseguir más votos. Denunciada la corrupción en la que parece estar implicado debería, para no contaminar su lista y su idea, explicar hasta dónde llega la responsabilidad de su partido y la suya propia o dimitir. Mientras la CUP siga en sus originales reflexiones, habrá que esperar los plazos legales, muy atentos, hasta el desenlace final de este raro y peligroso juego. 
    Por otro lado, la influencia de estas elecciones en las generales es evidente, aunque de manera desigual. El triunfo de C's le coloca en una buena situación de salida, aunque su reciente aparición en escena y que ese triunfo sea en el lugar donde nació su valiente defensa de España, hace arriesgado trasladar, sin más, ese resultado a las generales. Parece más directo trasladar a las generales el fracaso del “PP”. Un partido que por gobernar España y ser defensor de la idea ganadora, le correspondía el liderazgo, un papel arrebatado por Ciutadans. Además de haber tenido recientemente otras cuatro elecciones fallidas consecutivas que ya indican tendencia. En conjunto, hay cinco elecciones en las que Rajoy ha elegido los candidatos, controlado los tiempos de sus nombramientos y participado de lleno en las campañas electorales. Todo nos habla de que el proyecto político liderado por él está agotado. Ahora, de nuevo en solitario, Rajoy convoca las elecciones para el 20 de diciembre. No olvidemos, para evitar sorpresas, que aún maneja el poder a su antojo y que tener razón no es suficiente.
    Ahora, además de haber aumentado la sensación negativa de los españoles sobre su futuro político, el gobierno deberá afrontar nuevas situaciones: el territorio electoral ha cambiado en autonomías y municipios y tendrán menos apoyos y facilidades; que ya hay nueva sensibilidad y hay participación, pese a las zancadillas del gobierno. También parece existir más compromiso y menos miedo: ocho exvocales del Poder Judicial anuncian, ante la imponencia por los nombramientos para juzgar la Gürtel, que se abstendrían en este caso si fuese Enrique López (el juez del “PP”), a la vez que siguen aumentando los confidentes que denuncian casos de corrupción, como el caso del ministro Soria, o el aumento de imputaciones a Rato. Sr. Presidente su aislamiento, su intransigencia y sus mentiras han creado un nuevo tiempo político duro y hostil que fomenta la unidad de sus contrarios. No le extrañe ser el más votado y no ser Presidente.