domingo, 30 de julio de 2017

RAJOY, UN TESTIGO SINGULAR

   Mariano Rajoy es el único presidente del Gobierno de España que en el ejercicio de sus funciones ha testificado en un caso de "corrupción política". Los prolegómenos han sido, como toda su trayectoria política, enormemente erráticos y confusos: primero se mostró encantado, después intentó la supresión por no estar justificada, más adelante que fuera en plasma y finalmente que se hiciera por escrito. Su comparecencia se ha rodeado de privilegios: marcó la fecha que más le interesaba políticamente, fue recibido por el presidente de la sala; entró por el garaje y se sentó, inusualmente, en el estrado a la derecha del tribunal. Además le salió un abogado defensor ocasional como fue el abogado de Bárcenas. Sin duda algo sospechoso. No pudieron evitar la presencia, a cierta distancia, de algunos cientos de personas que, como muchos españoles, le consideran culpable más que testigo. La rotundidad de muchas afirmaciones, si resultaran falsas, serían sancionables por perjurio, y en el plano político sería una falta más de colaboración con la justicia. Su testimonio fue una exhibición de soberbia, dejando claro que la justicia no es igual para todos. Repasemos algunas respuestas a la luz de informaciones ya conocidas y contrastadas, y a la lógica.
   -La frase más repetida por el testigo fue: "mi responsabilidad era política, no económica". Resulta difícil de entender que el responsable de una campaña no elabore un estado de gastos y haga seguimiento de la situación de vez en cuando. Es difícil de entender una responsabilidad tan rígida y sin comunicación con el encargado del gasto.
   -También afirmó: "Me enteré de que Luis Bárcenas tenía varios millones en Suiza por los medios de comunicación". Parece probado que el Gobierno recibió información por las autoridades suizas sobre la fortuna de Luis Bárcenas.
   -Fue rotundo cuando dijo: "Jamás cobré sobresueldos, sería ilegal". La investigación sobre los papeles de Bárcenas certifica que se pagaron esos sobresueldos.
   -Sobre la polémica reunión que el extesorero mantuvo en el despacho del presidente con su mujer, Rosalía Iglesias, y el vicesecretario general Javier Arenas, el líder del PP la recuerda perfectamente. Bárcenas quería una reunión para despedirse. "Llevaba 30 años trabajando en la casa, me pareció razonable". Pese a ello Bárcenas siguió cotizando al partido muchos meses después.
   -Pese a los circunloquios utilizados en la respuesta, muy propios de Rajoy, los SMS a Bárcenas siguen pareciendo una prueba de complicidad y entendimiento. Tuvo tiempo de soltar lastre en las espaldas de Esperanza Aguirre y abrir también algún otro enigma que podrá traer cola en los futuros juicios contra el "PP" sobre la "Caja B".
   -No ha despejado una duda que le señala directamente: si presume de haber ordenado en 2003 cortar toda relación con la Gürtell en cuanto supo que Francisco Correa "utilizaba el nombre del partido", ¿por qué no denunció inmediatamente las actividades de Correa? Preguntó a Álvaro Puerta "si había algo que no se ajustara a derecho" y que éste le dijo que no tenía pruebas "pero que no le gustaba". Y ordenó romper toda relación con Correa. Comunicado que el "PP" tardó en cumplir muchos años. Es indudable que habrá que esperar para ver las consecuencias jurídicas y políticas.
   Por último recordar a la oposición que el gobierno tiene la facultad de "conceder indultos"; que durante el mandato de Rajoy se han concedido 873 y que el 54% de ellos lo han sido con un informe contrario de la fiscalía, de la sala del tribunal o de ambas instituciones judiciales. De esta última circunstancia se han concedido 47 indultos a pesar de que fiscales y jueces coincidían que no se tenía que aprobar dicha medida de gracia a los condenados. Así, los indultos pueden ser un campo para mover voluntades.

domingo, 23 de julio de 2017

A CADA UNO LO SUYO, SEGUN SUS HECHOS

   El proceso de primarias del PSOE, nacido después del 1 de octubre, dibujó una figura política de Pedro Sánchez absolutamente irreal y especialmente interesada para algunos sectores. Puede ser cierto que el origen de esta estrategia naciera en su mismo partido, seguida de sectores de la comunicación, otros partidos y parte del gran capital. Presentaron a los españoles en general y a los militantes en particular, un Sánchez radical, independentista, lleno de odio, no fiable y sin límites para conseguir el poder. También intentaron dejar atrás "los idus de octubre", su discreto abandono, incluso del Congreso para no faltar a sus compromisos de campaña ni desobedecer a su partido. 
   Aún ha pasado poco tiempo para eliminar las muchas falsedades vertidas, aunque vemos que, poco a poco, algo va aclarándose gracias a la expresividad de los hechos, por ejemplo: le acusaron de llegar a pactos con los independentistas, cosa que sí hizo el "PP" para conseguir mayoría en la mesa del Congreso; siempre dijo, sin que se le escuchara, que la soberanía de España es única y corresponde al conjunto del pueblo español y que el estado "plurinacional" es el reconocimiento a la variedad cultural de España, discrepando, eso sí, en que la solución al secesionismo catalán por el "PP" sea exclusivamente judicial y nada política. En la última reunión con Unidos/Podemos lo acordado se ha limitado a intentar mejorar la situación social de España, cuya cacareada salida de la crisis por el "PP" no la notan el 70% de las familias españoles, sin acuerdos en el problema catalán ni en la moción de censura. Una coordinación parlamentaria que Iglesias olvidó a las 12 horas, pese a ello se seguirá dialogando. Se nos olvida que Rajoy no felicitó a Sánchez por su triunfo en las primarias y éste, dentro de la semana siguiente, se puso a disposición de Rajoy para la solución del problema catalán. Antes veíamos un Pedro Sánchez honrado y valiente, últimamente, con más experiencia y otro equipo, estamos viendo, además, un político prudente, dialogante y de izquierdas.
   Últimamente, cuando todos daban por hecho la ruptura del partido, a los pocos días, ya se aleja esa posibilidad. Pese a todo, si hay transigencia y acuerdo, si gana un oponente anterior es una derrota y si dominan los cercanos a él, una venganza. Señalar que la reformas solo han comenzado y hay muchas nuevas normas por completar. La cultura del PSOE es crítica y ahora necesita, además, reconstruir la participación y la democracia interna, eliminando el clientelismo y las adhesiones incondicionales.
   Hoy los grandes desafíos de la política tienen como horizontes básicos para un programa de izquierdas: la eliminación de todo tipo de desigualdades, la solución al envejecimiento de la población, los problemas de la juventud, los parados de larga duración, la dignidad en el trabajo, la libertad, el cambio climático e incluso que el progreso técnico, hoy desregulado, se asiente en razones éticas que impidan la aparición de un nuevo capitalismo, más explotador y controlador de las libertades... 
   Por último hay que añadir un aspecto que es absolutamente fundamental. Me refiero al nuevo equipo del que se ha rodeado, formado por prestigiosas figuras en las que predomina la honestidad, la formación y la intención de trabajar por España y algunos para fortalecer la unidad. Quizás, aunque arriesgado, citaré unos pocos nombres: Ángel Gabilondo, Cristina Narbona, Margarita Robles, Manuel Escudero, José Félix Tezanos, Avalos, Oscar Puente, Patxi López, Guillermo Fernández Vara, Odón Elorza y el Albaceteño Manuel González, y otros muchos hombres y mujeres de no menor valía, unidos a los esfuerzos que siguen realizando las plataformas. Todos ellos garantizan otro relato en el PSOE que, partiendo de su fecunda historia, haga recuperar la ilusión, la seguridad y la esperanza a todos los españoles.    

domingo, 16 de julio de 2017

LA ESPECIAL CULTURA DE LA IMPUNIDAD EN ESPAÑA

   Aunque pueda parecer contradictorio con sus valores esenciales, la realidad dice que es posible la existencia de una cultura de la "impunidad" en democracia. Se da este hecho cuando los que gobiernan ejecutan sus políticas sabiendo que es "poco probable" que tengan que rendir cuentas por sus acciones, aunque éstas estén fuera de la ley o de la ética. Cualquier "cultura de la impunidad" produce un clima social de inseguridad y desconfianza en las instituciones. El ciudadano tiene miedo de hablar y como consecuencia se reprime en la crítica social. A veces esta crítica social se acompaña, como es nuestro caso, con leyes como la "Ley Mordaza". Además el gobierno no da respuesta a las preguntas "inoportunas", ocultando datos para evitar decir la verdad. 
    En el caso de España, el Gobierno de Rajoy está implantando una "impunidad de clase" por restringir la respuesta de la "Ley" sólo frente a personajes con poder político o económico que participan o apoyan al gobierno. La impunidad como cultura necesita además un conjunto de instituciones implicadas, hábitos de conducta duraderos, creencias, actitudes y comportamientos que intenten perpetuar la injusticia con los "suyos". Aspectos que se han dado y se dan en el "PP" (actualmente investigado), añadiendo que esa "impunidad de clase" no es a veces completa ni gratuita pues choca con la honestidad de muchos jueces, fiscales, policías, guardias civiles, partidos políticos, investigadores de los medios de comunicación y ciudadanos que creemos en la separación de poderes de toda democracia. Aunque no se suele devolver lo robado. 
    La ausencia del adecuado castigo tiene, además, tres dimensiones o ámbitos: el no ejercicio de la acción penal (impunidad personal), la no condena moral (impunidad moral) y el no conocimiento de la verdad (impunidad histórica). Veamos como se ha ido creando en España esa cultura de la impunidad a lo largo de más de veinte años.
   -En primer lugar utilizando la justicia a través de nombramientos de jueces, fiscales e investigadores entre personas de su confianza en los tribunales que verán sus causas. Paralelamente eliminando medios adecuados y modernos en los juzgados, dejando en mínimos la disponibilidad de personal para retrasar las instrucciones y juicios, y reformando leyes que definan plazos y condiciones de difícil cumplimiento. Destacamos como modelo el nombramiento de Moix como fiscal anticorrupción. 
   -Desprestigiando las instituciones judiciales y de investigación cuando sacan resoluciones o dan información sobre asuntos que no convienen, denunciando a instituciones investigadoras prestigiadas como la UCO o la UDEF e intentando sacar a jueces y fiscales de los casos comprometidos, creando problemas a los que cumplen.
   -Destruyendo pruebas a veces de manera brutal y descarada como la destrucción de discos duros de ordenadores o la desaparición del libro de registro de visitas en la sede central del "PP", y haciendo declaraciones tipo como "no conocíamos lo que pasaba" cuando tienen que testificar. Últimamente, "por causalidad", han desaparecido documentos clave del "caso púnica", declarando la sociedad implicada "Nuevo Arpegio" que los ha "traspapelado", meses después de habérselos pedido.
   -Revelando a los corruptos, desde la estructura política o policial, las actuaciones que se están realizando para que puedan evitar las escuchas o hacer desaparecer, antes de los registros, documentación comprometedora. Dificultando la acción de la justicia.
   -Por último, utilizando los medios de comunicación oficiales en su beneficio e incluso el INE que comete graves errores de proyección, interesados, al dar sus datos.
   Pese a todo, en declaraciones públicas y en el Congreso, se declaran los mayores luchadores contra la corrupción desde el comienzo de la democracia. Curioso ¿no?

domingo, 9 de julio de 2017

LA INEXPLICABLE PERMANENCIA DE RAJOY

   Con demasiada frecuencia, no acabamos de entender las razones por las que Rajoy, el artífice de tantos daños, permanece en el poder. Quizás no tenemos en cuenta que entre las primeras y las segundas elecciones perdió más de un 25% de los votos y que su figura no ha recibido un aprobado por los ciudadanos en todo el tiempo de su mandato, lo que hace aún más inexplicable su permanencia en la presidencia del gobierno después de las últimas votaciones. Analicemos.
    Es cierto que en España se premia la unidad del partido y ésta ha sido llevada de manera rotunda por Mariano Rajoy, especialmente gracias a unos estatutos que esquivan cualquier atisbo de democracia interna y que ha dispuesto de infinidad de cargos a repartir entre sus cercanos gracias a poseer el gobierno de la nación, empresas públicas, autonomías, diputaciones y ayuntamientos. Indudablemente un espacio de enorme poder que ha manejado a su antojo, entre sus votantes de clase media alta, mayores y especialmente en el medio rural.
    Pero si nos remontamos a sus primeros tiempos ha manejado la política nacional de una manera absolutamente simple, consiguiendo ganar tiempo gracias a la desestructuración de la oposición, especialmente del PSOE. Recordemos que durante los primeros años, los de los recortes duros, ideó un corto slogan que repitieron todos los cargos, y los medios oficiales y los afines: "la culpa de todo la tiene Zapatero" y así, con un esquema ideado por Goebbels consiguió mantener sus recortes, eso sí entre las importantes manifestaciones transversales de sanitarios y enseñantes principalmente y en el silencio de los partidos y sindicatos; un PSOE, que nunca defendió a Zapatero y la ineficacia de los sindicatos de clase, que para nada contaban con ellos. Sin duda, las primarias ganadas impropiamente por Rubalcaba frente a Carme Chacón pudieron cambiar ese tiempo. Al final, sólo la concentración en la Puerta del Sol el 15J definió el mal con el slogan "No nos representan" que no sería bien gestionado con posterioridad.
    En cuanto a la corrupción, la defensa llevada por Trillo, consiguiendo hacer creíble en sus comienzos que era una conspiración contra el PP, unido a la eliminación del juez Baltasar Garzón aplazaron el problema, hasta la aparición de la Gürtel que empezó a minar la credibilidad de Rajoy, al trabajo de una prensa de investigación enormemente eficaz, y a la honestidad de algunos jueces y fiscales. Mientras nacían los dos nuevos partidos en las elecciones europeas y el PSOE continuaba en el limbo. Después el voto en contra de Podemos a la investidura de Pedro Sánchez y la abstención del PSOE en la investidura de Rajoy, después de los "idus de octubre", propiciaron la continuidad del PP hasta la fecha. Sin entrar en detalles, podemos decir que el PSOE no supo ser oposición durante el primer mandato de Rajoy.
   Este sencillo relato quizás no sea suficiente para explicar el gobierno de un partido acusado de corrupción, que ha destrozado pruebas para obstaculizar a la justicia, que tiene un presidente obligado a ir a declarar en un enorme caso de corrupción y que sus nombramientos en la justicia y su influencia en las instituciones tienen como prioridad conseguir la impunidad de una corrupción que se alarga durante años. Tampoco pretende que estos últimos años expliquen la reacción de la militancia socialista, ignorada durante los últimos años y que ha querido recuperar en las primarias sus esencias de izquierda con sentido de estado y volver a sentir el orgullo de su importante pasado. Lo que sí puedo añadir es que todo ello es el relato sincero de un militante que ha vivido los buenos y malos tiempos y que hoy vive cargado de esperanza en pensar que el PSOE vuelva a ser hoy el partido que necesita España.
    

domingo, 2 de julio de 2017

LA NECESARIA RENOVACIÓN EN LAS AGRUPACIONES DEL PSOE

   Parece cada vez más necesario renovar las agrupaciones para marcar en todo el territorio nacional la nueva impronta que haga reconocible al nuevo PSOE y no sólo para evitar nuevos "idus de octubre", que también. Lo que está en juego no es simplemente un cambio de personas, como parece que los sesudos analistas dijeron que consistía la lucha que marcó las pasadas primarias, sino que representó un cambio de rumbo programático que comportaría, también, liderazgos capaces de devolver el partido a una militancia marginada durante años, reducida a representar un papel meramente decorativo en el mejor de los casos, debido al clientelismo y al alejamiento de la sociedad. Muchos buenos socialistas fueron abandonando por no encontrar espacios donde expresarse y hoy están empezando a retornar ante el nuevo escenario, gracias a la ilusión generada y a la recuperación del orgullo, que marcará este tiempo.
    Pero los cambios no se culminarán sin resistencias. La integración del socialismo español es el primer objetivo que debe alcanzarse, como se ha reiterado en el 39 Congreso. Recientemente Pedro Sánchez ha dicho que estos cambios deben hacerse sin dañar para nada las instituciones y asumiendo que en algunos casos la secretaría general y el poder institucional correspondiente pueden caer en distintas manos. Sabemos que se corre el riesgo de que algunos poderosos barones reproduzcan el enfrentamiento pasado en sus congresos autonómicos. Esperemos que no.
   Lo que no se puede consentir es la aparición de espacios taifales como parece ser el caso del PSPV, donde Ximo Puig, que ahora pretende una federación autónoma y valencianista, con posiciones distintas a las de Ferraz, manteniendo el poder a costa de un total inmovilismo, despreciando el mandato democrático de las bases. A Algunos sólo les gusta la democracia cuando ganan. Su oponente será Rafael García, alcalde de Burjassot, representará la ilusión del cambio que logró una mayoría abrumadora en las primarias del PSOE en la Comunidad Valenciana. Ahora Puig acepta la bicefalia y propone un nuevo portavoz que reavive el PSPV. Veremos cómo termina esta situación, que será de las primeras en comenzar. Sin duda el camino de los próximos meses no será fácil, aunque hay que ganar este nuevo reto, que indudablemente tendrá sus costes. En otro espacio distinto pero también en la tarea de unificación de criterios y personas, destacamos que el susanista Juan Luis Gordo se resiste a poner su cargo en la Mesa del Congreso a disposición de la nueva dirección. Él, que aplaudía la renovación total de cargos con la Gestora, ahora piensa de manera distinta, olvidando que es un cargo nombrado por la dirección del partido. No es lo mismo llamar que salir a abrir.
   En estos días, cumpliendo las políticas marcadas, Pedro Sánchez ha mantenido reuniones, primero con Pablo Iglesias, dejando claro posteriormente en la “Sexta”, sus pretensiones y las líneas rojas en esta relación. Pese a todo, los medios no afines siguen en su vieja versión, ignorando todo lo dicho por ambos y manteniendo las críticas a una realidad inexistente. Una especie de lucha por el absurdo que no conviene despreciar. La reunión con Rivera ha tenido buen tono y ha destacado la posibilidad de hablar más adelante de la reforma de la Constitución y también sobre la limitación de mandatos. La reunión fue después de otra mantenida entre Rivera y Rajoy que aprobaron el techo de gasto para 2018, dejando pendiente la bajada de impuestos. Todo paralizado por el sucio asunto de Montoro. También se ha reunido con Alberto Garzón con parecidas sensaciones que en las anteriores. Es de destacar que pese al “hándicap” que representa el que Sánchez no esté en el Parlamento, el PSOE está consiguiendo liderar buena parte de la coordinación opositora para impedir las políticas de Rajoy.