domingo, 31 de enero de 2016

LA SEGUNDA RONDA

    La segunda ronda de audiencias del rey para proponer un candidato a la presidencia del gobierno arrancó con más pesimismo y cansancio que la de la semana pasada, después del "no pero sigo" de Rajoy, con una total falta de sentido de Estado, que impidió marcar tiempos. Parece que el gobierno ha intentado sondear la legalidad de una disolución de las Cortes sin investidura, pese a que la Constitución no prevé repetir elecciones sin que haya votación. Trata de evitar, como ha hecho siempre, el incómodo debate, esta vez con derrota incluida, a la vez que pasa la presión y el desgaste a Sánchez. Rajoy sigue con la idea de que lo único razonable es que gobierne él por ser el más votado, lo demás es cosa de los "antisistema", y la corrupción no es importante, no son todos. Con el gobierno en funciones, el Poder Judicial renueva la presidencia de tribunales clave con toda la carga de sospechas que ello lleva y se toman decisiones económicas importantes. Mientras el debate político, en negativo, continua.  
    Cada vez suena con más fuerza la necesidad de cambiar a Rajoy y su entorno más comprometido, en aras a conseguir la nominación. Una necesidad que el interesado no ha admitido hasta ahora. Se habla incluso de Cifuentes como presidenta del partido y de Margallo o Alonso como candidatos a la presidencia. La realidad es que surgen nuevos casos de corrupción que ratifican el carácter estructural de la trama, incluso la destrucción de pruebas puede imputar al "PP" como organización. El caso "Taula" en la comunidad valenciana puede dejar al descubierto, entre otras cosas, la ilegalidad en la financiación de las campañas electorales, al igual que aparece en la Gürtel. Así Rajoy es con claridad un "presunto antisistema". Curioso, ¿no? Rajoy debería pensar también, cuando hace sus ofertas citando el modelo Alemán, que el "PP" no es el CDU, ni el PSOE es el SPD: la historia y el autismo político durante su mandato nos diferencian y dificultan sobremanera el entendimiento. ¿Es que no lo sabe?
    Respecto a Podemos, se palpa que el rechazo social está en continuo crecimiento, especialmente desde la rueda de prensa convocada por Pablo Iglesias a la salida de su primera entrevista al Rey. Pese a todo, él sigue en campaña para destruir al PSOE y ganar votos en las anticipadas, aunque quizás se lleve una sorpresa. Por dar alguna esperanza a la vía progresista, creo que ya hay alguna voz que, huyendo de las máscaras, las ofensas y los referéndum imposibles de cumplir, lanza puentes. Aunque sean pocas las posibilidades de entendimiento, el intento es moralmente necesario.
   Mientras Ciudadanos, sin estridencias, juega en todas las partidas, aunque sus preferencias se inclinan por un Gobierno del "PP" sin Rajoy. Ahora empiezan a valorar la opción de dar respaldo a Sánchez, suponiendo la renuncia de Podemos a la consulta.
    En estos días barones y no barones del PSOE hacían públicas su opiniones, cada vez más matizadas y menos entendibles. Pese a las dificultades de propios y extraños parece que Sánchez llegó fuerte al Comité Federal del sábado. Se acordó: en primer lugar que la votación para elegir al secretario general, en la que participarán todos los militantes socialistas, será el 8 de mayo y el Congreso el fin de semana del 21 y el 22 de mayo; como ya había anunciado, Sánchez someterá a una consulta con la militancia sobre los pactos. Ha quedado constancia de que "Rajoy abandone toda esperanza, el PSOE no le va a indultar con su voto y va a votar contra su investidura." 
    Ahora han acabado los versos sueltos y llega el momento de demostrar con una sola voz que a España le interesa un gobierno progresista que recupere los cuatro años perdidos con el "PP". No por este acuerdo se han acabado las dificultades, más bien comienzan a partir del martes si el rey decide que el PSOE se someta a la investidura.

domingo, 24 de enero de 2016

EL TIEMPO DE PEDRO SÁNCHEZ

         La sorprendente ocurrencia de Pablo Iglesias de presentar un gobierno cerrado y a su conveniencia, ha dado la coartada a Mariano Rajoy para ganar tiempo con todo el poder en sus manos y mantener su candidatura sin comprometer un programa de futuro, a la vez que se distancia del desgaste de la nueva batalla del poder, mientras continúa su campaña para unas, más que posibles, elecciones anticipadas. Lo que deja a Pedro Sánchez, ante la nueva mascarada de Iglesias, en mala situación con Ciudadanos y con mayores dificultades internas. Pero también, este vórtice político cargado de insultos, descalificaciones y actitudes teatrales ha parido, como suele ser frecuente, un nuevo tiempo en el que aparecen otras formas de entender la democracia, sobre la base de hacerla más representativa y transparente. Esta atractiva experiencia política, necesita alumbrar líderes capaces de llevarla a cabo. Quizás sea éste el momento de Pedro Sánchez. Su fracaso sería frustrante y podríamos volver a lo mismo. Analicemos:      
    Las dificultades internas parten de algunos de los llamados barones, que han utilizado la libertad de expresión, que a veces niegan en sus agrupaciones, fuera de tiempo y lugar. Un momento excepcional para España necesitado de prudencia, unidad y discreción, lo que no supone falta de crítica y transparencia. ¿A quién pensáis que estáis beneficiando? Todos creemos, y Sánchez el primero, que la unidad de España no es negociable y que los cambios deben realizarse partiendo de la legalidad vigente. 
    Intentar explicar que con las normas del Senado, ni CDC ni ERC llegaban al 15% del voto en Barcelona, pero "tanto el PP como el PSOE" optaron por interpretar el Reglamento en el sentido de que ese porcentaje de voto pudiera ser global, utilizando la media en todas la circunscripciones, y si lo superaraban, podrían tener grupo propio. Cesiones que nada tienen que ver con futuros pactos de investidura o gobierno. De todo ello no es honesto hacer leña. Además, no se puede negar la palabra en la cámara territorial cuando hay intención de hacer política y no sólo amenazar con la ley. 
    España necesita un nuevo "PP" que hable y escuche con y al pueblo, pues también desde la oposición hay que tener sentido de Estado. Aquel viejo tiempo de "cuanto peor mejor" debe terminar y dar paso al diálogo con todos. Cualquier ideología política exige humildad, trabajo, sacrificio, transparencia y honradez. Las prácticas indeseables causadas por la codicia, al amparo de la ideología, deben desterrarse.  
    Iglesias, a la salida de la entrevista con el rey, salió con máscara de líder. Javier Cercas escribía en el País semanal nº. 2051 de 17/01/2016: "Hay quien teme que, si la cúpula del Podemos llega al poder, se quite su máscara socialdemócrata y aparezca el rostro bolivariano; lo que yo temo de verdad es que detrás de la primera máscara aparezca otra, y luego otra y otra. Y que al final no haya nada." o como resalta el mismo artículo: "Recelo del moralismo de Podemos porque la virtud no se predica ni se exhibe, sino que se ejerce, a ser posible a escondidas". Esperemos que en la última máscara aparezcan programas y políticas antes que sillones a repartir, como tantas veces ha repudiado a la casta. Parece, por sus juegos, que sigue en campaña electoral. 
    Pedro Sánchez, en la rueda de prensa a la salida de la entrevista con el rey, ha estado prudente, equilibrado y consciente del difícil momento que le toca vivir, utilizando un lenguaje y una soltura a la que no estábamos acostumbraos. Quizás las dificultades den paso al estadista que hoy necesitamos. ¡Ojalá!
    Ciudadanos necesita salir de la neutralidad y arriesgar si quiere que salga un gobierno reformista y progresista estable. España lo necesita. Aún creo en un acuerdo.

domingo, 17 de enero de 2016

COMIENZA LA LEGISLATURA DEL CAMBIO

   Durante cuatro años, Rajoy basó su estrategia política en latiguillos, como: "mis decisiones son las únicas posibles", "la justificación de lo injustificable, es por Zapatero", "ahora no toca", "las protestas pueden conducirnos al desastre", "somos los que más hemos luchado contra la corrupción" y "el que tiene mayoría de votos debe tener el gobierno"... Que impidieron ejercer la verdadera acción política basada en acuerdos en el Congreso y pedagogía pública en sus acciones. El lunes cometió el error, muy en su línea, de asociar la reforma constitucional con su investidura. Todo ello para ejecutar una política asocial y carente de ética que hoy pesa demasiado para creer que un cambio como el que necesita España puede hacerse con él en el gobierno.
    Ahora, el nuevo Congreso, al que el pueblo parece exigir diálogo, honestidad, transparencia y cercanía, ha sido enormemente variopinto, más renovado, más joven y más femenino que esperemos responda a las expectativas creadas. El discurso del nuevo presidente, Patxi López, del PSOE, ha sido brillante, oportuno y realista, dejando frases como: "España no es un mapa ni una identidad; es un pacto ciudadano por la libertad". Ha sido una pena que el exceso de protagonismo de Podemos haya tapado buena parte del significado político de esa primera sesión. El pacto PSOE-Ciudadanos ha obligado al "PP" a renunciar a la presidencia del Congreso, también gracias a un candidato muy aceptado. Iglesias se sintió ofendido y votó a su candidata a la vez que atacaba a Sánchez afirmando, sin razón alguna, que todo era síntoma de que iban a pactar con el "PP", pese a saber que a ese pacto dijo "no" el Comité Federal. La respuesta del PSOE fue en el Senado, cediendo un puesto de la mesa al PNV, después de intentar un pacto con Podemos. El apoyo del PSOE para formar grupo en el Senado a ERC y CDC debiera explicarse, pues ha creado una alarma, quizás infundada.
    Pablo Iglesias ha dejado a Podemos fuera del primer gran pacto del nuevo Congreso, poniendo líneas rojas, en este caso simplemente organizativas. Un extraño maximalismo, que daba la impresión de que más que negociar, exigía. La nueva postura parece distinta, aunque sigue en arenas movedizas. Da la impresión de que están en campaña para unas elecciones anticipadas y quieren dejar claro que no son culpables del adelanto. Espero que los que quieren una opción de progreso negocien hasta el acuerdo de investidura, dando preferencia a la agenda social y moral sobre otros aspectos, que en la actual situación deberían aplazarse. Sin que suponga por ello la renuncia, pues la reforma constitucional exige "quórum" y lograrlo precisa maduración. Por su parte Sánchez necesita menor velocidad de crucero en su caminar hacia el pacto.
     Para que el dialogo dé resultados hay que romper previamente las rigideces actuales del "todo o nada y ahora", "no es posible otra solución" o "el que no está conmigo está contra mí" que han presidido el aislamiento político propiciado por el "PP" y que actualmente aún está en el ambiente. Los sistemas políticos demasiado rígidos suelen ser más frágiles que los más adaptativos y que unas nuevas elecciones es difícil que cambien sustancialmente la actual aritmética. Lo que sí es más probable es que España salga dañada y sea menos creíble.
    No olvidemos que las soluciones para nuestro país son en buena parte globales; que las aportaciones locales en lo social y moral deberán ser tomadas dentro de una necesaria unidad y con el mayor apoyo ciudadano, debido a dificultades financieras, y que la globalización, para cambiar su rumbo, necesita más gobiernos progresistas en Europa. Resaltar que en 48 horas ha existido más diálogo y cambios para adaptarse, que en los últimos cuatro años. Soy optimista, aunque la razón me aconseja lo contrario. 

domingo, 10 de enero de 2016

LA ALTERNATIVA A RAJOY

      La endiablada aritmética de los números electorales del pasado 20D nos advierte que la solución es compleja y que la actitud de los cuatro partidos mayoritarios dice, además, que es casi imposible. Ante estas dificultades no hay que rendirse ya, aunque sí hacer unas cuantas reflexiones o comentarios, sin perder el necesario realismo:
   La alternativa de Rajoy parece estar llegando a su fin, pues necesita para ser investido presidente al menos la abstención del PSOE, y eso parece estar definido si escuchamos la rotundidad del NO de Sánchez, su insistencia y el enorme apoyo interno de la postura. Ante esta situación sólo queda sondear las posibilidades de Sánchez de formar lo que él ha llamado "gran coalición progresista". Numéricamente sale si se sumaran al PSOE la totalidad de Podemos más Ciudadanos. Aunque otra alternativa fuera posible, tendría más inconvenientes y dependería, en cualquier caso, de la posición de Podemos, cuyas declaraciones y actitudes parecen situarle en elecciones anticipadas, máxime si Cataluña sigue resultándole imprescindible. Por ello resulta necesario analizar la situación y exigencias de Podemos.
   Mantiene la exigencia de cuatro grupos en el Congreso, la idea de que "España es nación de naciones" y la realización de un "referéndum vinculante en Cataluña dentro del año". Analicemos las propuestas:
   Iñigo Errejón ha dicho: "la posibilidad de formar cuatro grupos es un elemento fundamental para conseguir cualquier acuerdo". Una línea roja que supone una propuesta al margen de la legalidad. Una originalidad añadida que dificultará los debates.
   En cuanto a considerar que España es una "nación de naciones", usa una terminología confusa, pues para algunos presupone "nacionalismo" (soberanía) y para otros el reconocimiento de "identidad nacional". Este último término implica una asunción de características propias, una interiorización de virtudes y defectos. Lo que supone, en mayor o menor medida, un ejercicio crítico y racional admisible. En cambio, el nacionalismo es un sentimiento que exalta y engrandece las características definitorias de una nación, lo que supone una negación de la deliberación y de la crítica. No se desechan razones, se suprime por completo el proceso deliberativo. Es una ideología que crea fronteras. ¿Cómo diríamos que es el actual proceso Catalán?
   Esta idea enlaza con el "referéndum vinculante". A este respecto, la experiencia nos dice que si en Cataluña se planteara un referéndum vinculante sobre la independencia: si ganara el "SI", Cataluña sería definitivamente independiente, pero si ganara el "NO", pedirían un nuevo referéndum, como demuestran las situaciones de Escocia o Quebec. Habría, previamente, que exigir un tiempo dilatado para hacer una nueva pregunta o el problema seguiría vivo hasta que se consiguiera el "SI", que cambiaría la vida de 40 millones de españoles a los que no se dejaría opinar, además, habría que cambiar la Constitución, tarea imposible si se opone el "PP".
   ¿Qué debe abordarse antes para llegar a un acuerdo?: la eliminación de la brecha social; una nueva Ley Electoral; una nueva Ley de Partidos; la eliminación de la Ley "mordaza" y el establecimiento de principios morales en el ejercicio de la política; y después de este prolongado diálogo, abordar la reforma de la Constitución. O presentar el "referéndum", en situación ilegal, el primer año de gobierno. Podemos tiene la palabra.

domingo, 3 de enero de 2016

LOS TIEMPOS EN POLÍTICA Y OTRAS COSAS

   El ejercicio de la política requiere conceptos no habituales en otros ámbitos, pero que han ido y van calando a lo largo de su ejercicio como si fuera una jerga profesional que va ampliando su uso, debido a su eficacia. El adecuado manejo impide la pérdida de tiempo, lo que le hace más útil su empleo en el actual momento. Ahora es tiempo de definir como prioridad el debate para formar alianzas mayoritarias capaces de formar un gobierno estable para España. El PSOE ha introducido, cuando no toca, el debate sucesorio interno. Un clásico en este partido. Afortunadamente se ha cerrado y podrá abrirse de nuevo cuando toque. Las palabras de Sánchez han sido definitivas para este cierre al comprometerse a unas primarias internas similares a las que se utilizaron para su elección, y el Comité Federal le ha dado la confianza necesaria para la negociación. El asunto ha sido utilizado, como era de esperar, para dañar al PSOE. Detrás de esta especie de "todos contra Sánchez" se ocultan estrategias variadas:
    En primer lugar, el "PP" habla de la necesaria gobernabilidad de España, para lo que Rajoy pide responsabilidad y sentido de Estado; ahora ha afirmado que quiere ser candidato si hay que repetir elecciones, posicionándose así en elecciones anticipadas, cuando no toca. Como acostumbra, sigue sin tomar iniciativas sobre programas (sólo ofrece cargos) y echa la culpa de los desencuentros a los otros. Carece de memoria y es poco responsable. Debería saber que en el momento actual nadie debe renunciar a la necesaria concordancia entre la moral y la política. La regeneración de la política y el cierre de la fractura social son peticiones de los ciudadanos y es lo que realmente imposibilita la opción de Rajoy al gobierno, así como su falta de generosidad para abrir nuevas opciones. Por otro lado, la enorme amplitud de la corrupción y de la fractura social no se han debatido internamente, al igual que la renovación del liderazgo, todo ello por falta de democracia interna, lo que mete en el mismo saco a Rajoy y al "PP".
    Podemos maniobra de manera oportunista, a la vez que culpa al PSOE de todo, incluso de pactar con el "PP". Ahora, después de "el cielo no se toma por consenso, sino por asalto" ha optado por usar la credibilidad del lenguaje socialdemócrata, buscando alianzas que han dejado claro que no todo vale a la hora de conseguir el voto. Se suponía que la prioridad de Podemos iban a ser los problemas sociales, aunque la importancia dada al "referéndum", nada más terminar las elecciones, indica que tiene otras. Ahora, para paliar el impacto negativo de la consulta, prioriza evitar desahucios, prohibir los cortes de luz y agua por falta de pago y poner fin a los copagos farmacéuticos. En esa búsqueda ha perdido de vista que eso ahora no toca. Aunque estoy convencido que también está en campaña. Ahora los 12 diputados catalanes de Podemos bloquearán cualquier pacto con el PSOE, lo que obligará a Iglesias a reconocer que si quiere realmente un pacto de izquierdas sólo dispone de 42 diputados. 
    Ciudadanos, después de su furia en su apoyo al "PP", tiene difícil ir al centro.
    En nuestro sistema constitucional, el Congreso de los Diputados tiene que investir al jefe del gobierno para que se inicie la legislatura. El plazo del Congreso para el nombramiento es de dos meses contados desde la primera votación de investidura; si no se consiguiera, el Rey disolvería ambas cámaras para convocar nuevas elecciones.
    Reiterar que toca "la gobernabilidad de España" y que es necesario crear ambiente de diálogo, pese a que todos trabajen en base a elecciones anticipadas. La izquierda, con más votos que la derecha, sigue con su tradicional fragmentación, haciendo inviable un gobierno estable. Pese a todo, merecería la pena intentarlo.
    Feliz año nuevo y que éste traiga un gobierno con deseos de justicia social.