domingo, 25 de mayo de 2014

REFLEXIONES PARA EL DÍA “D”

    El gobierno del “PP” ha ido haciendo una serie de leyes, políticas y faltas de ética que, cuanto menos, podemos considerarlas extrañas en lo que pensamos que debe ser la cultura democrática y que marcan espacios de reflexión útiles para este domingo.
    El ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, firmó el pasado 3 de febrero la Orden ministerial por la que concede la Medalla de Oro al Mérito Policial, con carácter honorífico, a la Virgen María Santísima del Amor. Esta distinción llega a propuesta de la cofradía de culto y procesión Nuestro Padre Jesús el Rico y María Santísima del Amor. La orden firmada por el titular de Interior reconoce compartir valores con la agrupación religiosa como la "dedicación", el "desvelo, la "solidaridad" y el "sacrificio". Pero, a su vez, el ministro viola los derechos humanos de los emigrantes y los convenios que a este respecto tiene firmados España. La ley que quita libertades civiles tiene, según muchos juristas, artículos inconstitucionales. La intención de silenciar al pueblo y su sentido Trentino del mundo son superiores al respeto que debe a la Constitución que juró.
    Los sobresueldos del “PP”, que hasta ahora se conocen, se han disparado hasta superar los 46 millones de € desde que Génova, en 1990, comenzó a compensar a sus dirigentes con dinero que llovía sobre el partido en donaciones: 8 ministros, 2 presidentes del gobierno y 3 secretarios generales del partido están entre ellos. Rajoy, uno de los que cobraron, miente en  el Congreso y dice públicamente que no sabía nada. Si la democracia no elimina la corrupción, la corrupción eliminará la democracia.
    Los parados que ya no buscan empleo han crecido un 21% entre 2012 y 2014. Los españoles emigrantes en Alemania el año pasado fueron 36.511, con un aumento del 22%, pese a que con las nuevas medidas de la Sra. Merkel hacen que la UE ya no sea una unidad social. Los que han  emigrado a otros países ya suman más de 300.000 y más de 500.000 los inmigrantes que han vuelto a sus países. Lo peor es que el sufrir de muchos lo utiliza el gobierno para incluirlos entre los que han encontrado empleo gracias a la reforma laboral. La desgracia de unos, es una salida política para otros. 
    La Audiencia Nacional y la fiscalía están contra la reforma de la justicia universal. Cinco de los seis magistrados rechazan la nueva ley. La consecuencia ha sido la excarcelación de 43 importantes narcotraficantes y la suspensión de la actividad de los que luchaban eficazmente contra ellos cumpliendo los convenios internacionales. El gobierno ha cambiado dinero por justicia, manchando la marca España.
    Los recortes de gasto y las subidas de impuestos de los cuatro últimos años han supuesto un ajuste de 82.500 millones de €. Con haber dado a la banca “únicamente” 150.000 millones de €, habríamos mantenido el nivel del Estado de Bienestar que habíamos conseguido y hoy sería más fácil salir de la crisis. También luchando contra el fraude fiscal en esos años habríamos podido eliminar los recortes. Han preferido tener contentos a los especuladores antes que a los ciudadanos que los eligieron.
    Después del debate, el candidato Cañete afirmó para justificar su derrota: “Un debate entre un hombre y una mujer es más complicado, ya que  puede parecer que estás acorralando a una mujer indefensa (…). Si en tu intervención parece que quieres ser superior y mostrar una superioridad intelectual puedes ser considerado machista.” Después de esta primaria y machista diatriba y cinco días de soberbia, donde Rajoy afirmó en muchas ocasiones que era el mejor de los suyos, Cañete pidió una incompleta y forzada disculpa. ¡¡Vaya tropa!! 
    Lo peor es que nos mienten, transformando la realidad de unos inseguros avances “macro” en un triunfalismo insensible a los más de cinco millones de parados. 

domingo, 18 de mayo de 2014

EN CUALQUIER CASO, NO PODEMOS SEGUIR ASÍ

    La relación de España y la U.E., durante los primeros treinta años, estuvo marcada por el progreso económico y la modernización, además de una serie de valores democráticos basados en la libertad, la ética política, la solidaridad y una visión internacional de los derechos humanos que enriquecieron nuestro ideario político. Un tiempo que debe permanecer en nuestra mente pues tiene que seguir siendo el modelo para continuar con la definitiva unión política. Durante esta gran crisis, el liderazgo alemán se ha ejercido sin visión de futuro; no ha creado un mensaje político que nos identifique y marque la importancia de una ciudadanía europea, capaz de amortiguar los abundantes excesos nacionalistas. Se ha basado exclusivamente en mejorar sus intereses económicos. Merkel, ahora interlocutora privilegiada ante el presidente Putin, da prioridad, en la ocasional relación, a sus intereses energéticos y la seguridad de las inversiones alemanes en Rusia, haciendo retroceder la iniciada política exterior común europea, que con tanta dignidad inició Javier Solana. Europa no puede ser la Gran Alemania y países satélites. Sea cual sea el resultado, las cosas no pueden seguir así.
    La solución expansiva de EE.UU., ante una crisis que ellos mismos originaron, ha sido enormemente eficaz y posible gracias a que su situación política permite la coordinación, leyes homogéneas que facilitan la acción y controles financieros y fiscales únicos. Europa no ha asumido aún los fracasos de las políticas de recortes y la necesidad de dar pasos decididos hacia la unión política y financiera. Los populares siguen diciendo que “la relajación cuantitativa aún no es posible”. Es decir, que hay que seguir con los recortes, lo que puede llevarnos a un alargamiento innecesario de la crisis. Los últimos datos de crecimiento han abierto una brecha entre Alemania y el resto, lo que dificultará la tarea del BCE, lo que puede iniciar la división y favorecer el debate.
    Una gran mayoría de expertos dice que las claves para solucionar la crisis económica, son básicamente políticas y no económicas. Formamos una serie de estados con políticas fiscales y financieras distintas que no permiten ejercer la autoridad adecuada al BCE. La solución pasa por su unificación, luchar conjuntamente contra el fraude fiscal generalizado y coordinar las políticas financieras y presupuestarias. Hay que agilizar la unión bancaria, la eliminación de los paraísos fiscales y el cobro de la tasa Tobin. La mayor responsabilidad de Alemania en la situación actual no excluye la de países como Francia, Italia y España que podrían oponerse al actual estado de cosas y se limitan a considerar el déficit como un mantra que sólo se controla con los recortes. Es necesario hacer llegar cuanto antes y sin intermediarios los créditos a las PYMES, corregir los recortes del Estado de Bienestar y fomentar la cultura de la negociación.
    En España hay que meter en la campaña europea, sin complejos, “la corrupción”: el juez Pablo Ruz en el último auto considera ya “parcialmente contrastado el pago de sobresueldos en “b” a determinadas personas vinculadas al partido, bien en forma periódica u ocasional con dinero no declarado en Hacienda, y el pago de distintos servicios y gastos en beneficio del “PP” por el mismo sistema.” Con esta  información en muchos países europeos se habría producido la dimisión del gobierno. En su afán de castigar al ciudadano, hacen la trasposición de las directivas europeas de manera selectiva y parcial. Podemos citar entre ellas las relativas a los desahucios, las de apoyo a los consumidores, las relativas a la defensa de la competencia y las medioambientales.    
    Después del debate tenemos más clara la valía de Valenciano frente al machismo de un Cañete con mucho que ocultar. Votar al “PP” es un respaldo a sus políticas. No votar también les favorece. No olvidemos que los pueblos tienen lo que votan. 

domingo, 11 de mayo de 2014

LO QUE PODEMOS ESPERAR DE EUROPA

    Después de más de ocho años de gobierno es indudable que Merkel ha logrado “una Europa alemana”, lo que le ha permitido manejar la crisis con una respuesta financiera basada, casi exclusivamente, en la austeridad fiscal que fuerza a los recortes. Una política muy discutida hasta por sus intelectuales de cabecera: “Berlín ha sido el catalizador de la erosión de la solidaridad europea” (La crisis de la UE de Jürgen Habermas). Junto a Merkel, Draghi es ya otro soberano europeo: ha convertido a los Gobiernos con problemas en marionetas en manos del BCE, que actúa en función de una extraña mezcla de dogmatismo ideológico y los intereses de los países acreedores, buena parte de ellos no europeos. Es improbable que el papel de Merkel y Draghi cambie: París atraviesa una delicada situación interna y Londres tiende a la irrelevancia ante su creciente eurofobia. Merkel define las conclusiones de las cumbres. Su poder llega al punto que algunos acuerdos europeos deben esperar a la aprobación del Tribunal Constitucional Alemán, mientras los demás países debemos adaptar las respectivas constituciones a los acuerdos. Una Comisión diferente sólo podrá virar, como mucho unos grados, el rumbo actual de la UE. Ese es el margen de maniobra que nos marcan las elecciones a un Parlamento que ciertamente tendrá más poder que tuvo nunca.
    Los países acreedores, y Alemania en particular, han impuesto sus intereses y una lectura moral de la crisis: la única solución a los problemas es, según sus inamovibles esquemas, una devaluación interna, claramente asocial, de quienes vivieron por encima de sus posibilidades. Unas políticas insolidarias que han creado injustamente una enorme fractura Norte-Sur que sigue ensanchándose con la devoción inexplicable de los mandatarios del Sur que han llevado la fractura social al  interior de sus países. Sin duda, detrás de estas actitudes hay brotes nacionalistas que marcan su superioridad con el Sur, lo que propicia el antieuropeismo en ambas partes.
    El manifiesto de los populares reclama seguir con la austeridad para volver al crecimiento a través de reformas y más reformas, un latigazo lingüístico que se cita 33 veces en el texto y que en muchos casos puede traducirse por recortes. El programa socialdemócrata promete incluso elevar el gasto en políticas contra el paro juvenil, siempre con un ojo en el agujero fiscal, pasando de puntillas sobre la reestructuración de la deuda griega, eurobonos y paraísos fiscales. Su líder, Martin Schulz, en su discurso va más allá y ve un disparate el mantra del déficit cero apostando por equilibrar las cuentas públicas, pero sin olvidar el crecimiento, a través de estímulos en infraestructuras y una política monetaria menos ortodoxa. Advirtiendo que si el presidente de la Comisión no es uno de los cabezas de lista, sería difícil decirle a la gente que su voto vale para algo”. Parece que el limitado giro sólo puede venir de la socialdemocracia.
    Desde la visión interior el panorama es mucho más claro. Las políticas seguidas por el gobierno Español han provocado una enorme fractura social que tardará muchos años en soldarse de nuevo; ha producido daños en educación, sanidad e investigación que retrasarán la salida de la crisis; la juventud camina hacia una generación perdida y estamos viviendo en una maraña de políticas cuajadas de silencios, mentiras, injusticias, corrupciones y recortes de la libertad. Esta votación parece que va a ser interpretada por el gobierno como una aceptación o no de sus políticas. Para los españoles es la primera ocasión que se presenta de poder expresar nuestro rechazo a esas políticas y no debemos perder la ocasión. Por eso es necesario ir a votar y si no nos gusta lo que esta ocurriendo votar por cualquier alternativa menos al “PP”. Siempre en la idea de que un voto en la urna contrario al gobierno es más eficaz que algunas manifestaciones.

domingo, 4 de mayo de 2014

INDIGNACIÓN

    Hace prácticamente un año el presidente del gobierno dijo, en un ataque de sinceridad, que después de sus cuatro años de legislatura dejaría una tasa de paro algo superior a la que había heredado. El escándalo fue mayúsculo. Desde entonces dice exclusivamente lo que aconsejan sus asesores de propaganda. El colmo de ese discurso que no tiene en cuenta la realidad se dio el pasado martes ante los resultados de la encuesta de población activa (EPA). Dice que en el último trimestre se destruyeron unos 2.000 puestos de trabajo al día, 184.600 en total. El nivel de empleo se redujo a 16.950.000 ocupados, la cifra más baja desde 2002. Además ha aumentado la precariedad y disminuido los contratos a tiempo completo. La EPA tiene más datos negativos: las personas en edad y disposición de trabajar ha bajado en 424.500 personas, acabando el trimestre con 5.933.300 desempleados. Sin olvidar que más de dos millones de empleados no pueden vivir dignamente por sus bajos salarios. Todo eso no ha hecho al gobierno salirse del guión optimista que aconsejan los asesores. Rajoy ha exclamado en los pasillos del Congreso: “Estoy muy contento, las cosas van bien y van a mejor”. Su candidato Cañete ha añadido que España va por ese camino, aunque algunos se alegrarían que fuese mal. Ante estas insultantes expresiones, los sentimientos de muchos españoles se han llenado de indignación y rabia. Sr Rajoy hable con su pueblo. 
    Lo apuntado se acompaña de otra información relativa a las nuevas previsiones, aparentemente más realistas, aunque discutibles y con clara intención electoral. Tienen el truco evidente de superar el tiempo de la legislatura. La previsión más importante, que se parece mucho a la de hace un año, dice que entre 2015 y 2016 se crearán 600.000 empleos (sin especificar su calidad), lo que dejaría a final de 2016 el número de parados en 5.333.000. Hay que tener en cuenta que estiman en 100.000 parados menos en la legislatura, que sería superior en 400.000 a los que dejó Zapatero y con un empleo de mucha peor calidad. No presentan ningún tipo de plan para amortiguar la situación a los más necesitados. Para ese viaje no necesitamos alforjas.
    En el aspecto económico y financiero la información tiene menos consistencia. Anuncian que para este año se llegará a un déficit del 5,5% y mantienen para 2015 el 4,2% y el 2,8% para 2016. Una previsión poco creíble si tenemos en cuenta el éxito de las anteriores, aunque de cumplirse supondría un ajuste de más de 23.000 millones. Que supone que aún no han terminado los recortes. Como ya han apuntado al subir el mínimo del 0,25% a las pensiones durante los próximos 3 años, lo que supondrá una pérdida del poder adquisitivo de tres puntos, y eso es solo el principio. Montoro, por su parte, prometió que la reforma fiscal bajará los impuestos en 2.000 millones para 2015, último año de mandato del gobierno. Nada dicen de la subida fiscal a las clases medias de más de 30.000 millones en sus tres primeros años de mandato. Sin duda puede haber elementos de recuperación, aún poco asentados, pero tardará tiempo en llegar a la sociedad. No hay razón para el optimismo de un gobierno que ha destrozado el Estado de Bienestar conseguido, dejando sin expectativas a una juventud que debe emigrar para vivir con dignidad; que ha dejado la universidad y con ello la investigación en estado precario, como anuncian los rectores y que una de las mejores sanidades del mundo se intenta  privatizar para defender los intereses de unos pocos.
    Están consiguiendo ocultar el debate de la corrupción, pero no se saldrán con la suya. Dirán que no es ortodoxo hablar de ello en unas elecciones europeas, pero muchos creemos que si no eliminamos esa lacra y no conseguimos introducir la ética política que exige toda democracia no será posible construir la Europa que queremos.