domingo, 28 de julio de 2013

EL DÍA DE LA MARMOTA

     Quisiera que el próximo 1 de agosto, en el pleno a celebrar en el edificio del Senado, el presidente del gobierno explicara su implicación en el caso Gürtel/Bárcenas con razones contundentes y pruebas o compromisos de dimisión si faltara a su palabra; algo que deseo pero que desgraciadamente pienso que no ocurrirá. Los antecedentes apuntan a que el presidente se presentará al pleno con un formato y un contenido impuestos para mencionar de pasada la parte relativa a la corrupción y resaltar la situación económica, con los buenos resultados de la encuesta de población activa y las señales de una inminente salida de la crisis, ninguneando -como acostumbra- el tema principal de la convocatoria, al que parece tener pánico. Por otro lado, la fecha elegida es la mejor para evitar protestas en la calle, favoreciendo la rápida desaparición de la noticia en los medios y consecuentemente en la atención de los ciudadanos. Por su parte los diputados del “PP”, que ya han recibido instrucciones, mostrarán el orgullo hacia su jefe considerándole ganador del debate, pues para ellos no hay otra cosa que insignificantes delitos fiscales, muchos de ellos prescritos, sobres con dinero en negro y regalos, bodas, bautizos, coches y atenciones que dan agradecidos empresarios por sus adjudicaciones, muchos de ellos buenos amigos: menudencias que no merecen una explicación por parte de la alta magistratura que representa el “primer ministro de España”. No hay que olvidar que para esos diputados la ética es simplemente un invento de la oposición para desgastar al gobierno. En fin, en un ambiente de vítores y aplausos de los suyos Rajoy lo negará todo, se referirá a sus explicaciones pasadas, utilizará el “y tú más” y dará por terminadas las explicaciones entre la violencia y falta de patriotismo de la oposición ante las certeras soluciones que para España nos propone el insigne orador. Otra vez lo mismo de manera cansina, como en “el día de la marmota” y todo seguirá igual entre el descontento creciente de un pueblo que ha escuchado mentir demasiadas veces a su presidente. Las encuestas le consideran culpable por encima del 70%. Pero, una vez más, no pasará nada.
    Los antecedentes, los que explican el pesimismo que me acompaña, se basan en el lenguaje inconcreto y vacilante que paraliza al presidente cuando menciona este tema y que le hace incapaz de ser sincero: el día 14, en la General Motors, apuntaba,  “Hay que hablar de las cosas importantes, antes de hablar de las cosas que no son las mejores”; el día 15, esta vez en presencia de su homólogo polaco, añadía a preguntas de un periodista, “Es de sentido común no estar saliendo cada día al paso de las insinuaciones, ante la petición de comparecencia de la oposición”, añadiendo después, “Todo lo expliqué en mi comparecencia televisada ante  mi partido”.
     A su vez el partido y el gobierno seguirán la estrategia de influir en la justicia: primero el cambio de juez instructor le dará un respiro y retrasará el final. Tratarán de encontrar el juez adecuado para el proceso, aunque en última instancia siempre les quedará el TS y el Constitucional, a la vez que intentarán contener a Bárcenas. No habiendo elementos penales (como ellos piensan que la responsabilidad política es cosa de los otros) el asunto estará zanjado entre las prescripciones y los fallos de la instrucción. Ante la protesta ciudadana, cualquier manifestación será considerada violenta, antisistema y contraria a la democracia; a la vez se alabará a la policía por su defensa de los valores cívicos; si hubiera heridos será porque se pusieron delante o intentaron agredir a la policía. Ni las imágenes ni los testigos servirán. Es duro tener que soportar la corrupción generalizada con mentiras sobre un crecimiento que nunca llega. 
      Mi solidaridad con las víctimas y sus familiares en el accidente de Galicia.

domingo, 21 de julio de 2013

LA ÉLITE DEL “PP” AL PIE DE LOS CABALLOS

    Todos los días, los medios de comunicación españoles y extranjeros, publican titulares cada vez más escandalosos sobre la conducta inmoral del “PP” y las conversaciones de corte mafioso del presidente del gobierno y el imputado Bárcenas. En cualquier “democracia seria” su presidente daría explicaciones abundantes y documentadas o presentaría la dimisión ante unas directas acusaciones que afectan a la financiación ilegal de su partido, a la percepción de fondos  en negro de él mismo y de buena parte de la cúpula del poder y una serie de acuerdos, amenazas y compromisos con el extesorero que resultan intolerables. Lo grave es que los célebres papeles, gracias a las declaraciones de algunos implicados, a las afirmaciones de peritos y especialmente a la escandalosa omertá (ley del silencio en el código de honor siciliano) del presidente resultan cada vez más verosímiles. La situación de corrupción no sólo afecta al presidente, ahora acorrala a Cospedal (24 horas antes seguía mintiendo), y antes a Mato, Arenas, Rato, Aznar, Cascos, Trillo… La élite del poder del “PP” se encuentra enfangada en una corrupción que, con independencia de las resoluciones de la justicia, aumenta la debilidad del gobierno y disminuye su mermada credibilidad, dificultando enormemente la salida de la crisis. Es urgente un gran cambio propiciado desde el “PP” o elecciones anticipadas en España  y en Castilla-La Mancha. 
   La corrupción que se ve ahora con luz clara tiene una historia de más de 20 años, cuajada de mentiras, chanchullos, calumnias y estrategias de ocultamiento: primero, Federico Trillo llevó a buen puerto el caso Naseiro para después, en el comienzo del caso Correa/Barcenas, acusar a Rubalcaba y a la policía de inventarse una trama política contra su partido; así consiguieron quitarse de en medio al juez Garzón y paralizaron la instrucción. Mientras, la corrupción aumentaba. En los últimos tiempos estas sucias estrategias se han acompañado de enormes torpezas: Bárcenas no trabaja en el “PP”, donde Cospedal, la de la palabra fácil, dejaría muestras de su elocuencia; después se afirmó que no tenía despacho en Genova y las emisoras conectaban con su secretaria, Estrella, para desmentirlo; más adelante sacaron, para nada, las declaraciones de la renta; después Montoro nos diría que Bárcenas no aparecía en la lista de los aprovechados por la amnistía y que habían entregado toda la información al juez. Todo era falso. Ahora los patriotas de siempre piden serenidad para arreglar los problemas de una España que han estado demoliendo y esquilmando en su provecho. 
   La última maniobra para mantenerse en el poder consiste en convencer a las grandes empresas, al sistema financiero y, lo que es peor, al poder judicial, para que le apoyen y absuelvan. Los cambios en los nombramientos del Consejo General del Poder Judicial, los del Supremo y El Constitucional pueden afectar a su independencia. El último descubrimiento del presidente del Constitucional (nombramiento que paralizaron durante años para garantizar su imparcialidad), a la vez que pone en evidencia las intenciones del “PP”, está provocando una ola de impugnaciones, creando dudas en el más alto tribunal en un momento especialmente delicado. Ante todo ello, cabe preguntarse: ¿Hay alguien en el “PP” honrado, con poder y con suficiente sentido de Estado para generar confianza? Si no actúan pronto, el pueblo deberá tomar la palabra con una nueva ley electoral con mayores garantías. Por otra parte, la Europa en la que podíamos confiar, parece entregada a un oscuro y antidemocrático sistema financiero. Esperemos que el partido ganador dé un paso adelante e inicie una nueva andadura con gente honesta. En los próximos días el presidente deberá dar la cara, pues no puede alargar una situación que repercutirá a medio plazo en los mercados. Cuatro grandes bancos: Deutsche Bank, HSBC, Nomura y JP Morgan destacan el deterioro de Rajoy. Por su parte, el PSOE debe acelerar su renovación con la garantía de participación de todos los militantes sin exigencias que mermen la posibilidad de ser candidato. 

domingo, 14 de julio de 2013

DESCONFIANZA

     Estos días se está debatiendo un dilema en dos frentes sobre el caso de Bárcenas-Rajoy y si estamos o no saliendo de la crisis. ¿Quién dice la verdad? En ambas la situación de partida es que existe desconfianza, pues para buena parte de la opinión pública nadie es creíble. La práctica nos enseña que tanto en política como en la empresa la solvencia y la ética fomentan la confianza y con ellas el éxito, y mucho me temo que entre los contendientes existen enormes carencias en ambas virtudes.
          El caso Bárcenas-Rajoy podría ser una situación de solución inmediata al comparar ahora un preso preventivo con el elegido democráticamente presidente del gobierno de España. Pero la realidad no es así, puesto que ambos han estado gestionando durante 20 años el “PP”. Además el presidente Rajoy ha mentido infinidad de veces a los españoles; me quedo entre ellas cuando en TVE, con cara compungida, nos dijo: “mi mujer y yo tenemos que hacer muchas cuentas para llegar a fin de mes”. Se necesita mucho cuajo para hacer una representación así en ese momento. El sentido común nos dice que el extesorero del “PP”, amigo de Rajoy, no pudo actuar solo y ocultar 48 millones de €, legalizar infinidad de donaciones ilegales y repartir sobres con dinero, sin que se enterasen los dirigentes que además lo recibieron. Pero la dimensión es estrictamente política, y nadie entiende que Rajoy no comparezca en las Cortes y la oposición tenga que presentar una moción de censura si quieren oírle. Resulta grave que muchos españoles creamos más en la autenticidad de los papeles de Bárcenas que en la palabra de Rajoy. La noticia tiene además eco internacional y repercutirá en la inversión y en el prestigio de la marca España. La mentira, la opacidad y el silencio son, una vez más, las estrategias de un gobierno que no ahorra sacrificios a los españoles y que ahora carece de autoridad moral para seguir gobernando.
    Lo mismo ocurre con el debate entre el gobierno de Rajoy y el FMI, ambos como antes, sin credibilidad ante la opinión pública española. El gobierno ha pasado en semanas de describir un futuro desastroso a un panorama idílico; mientras el FMI a la vez que pide perdón por los errores en Grecia y Chipre sigue recomendando las mismas políticas de austeridad, preocupado únicamente por las finanzas de los poderosos. Su presidenta, que se subió el sueldo un 11% nada más llegar, ahora cobra 383.000 €/año libres de impuestos, pero sigue recomendando la bajada del sueldo a los funcionarios.
    El gobierno, por su parte, al tardar en tomar las decisiones adecuadas y algunos errores de cálculo están encareciendo el coste del saneamiento financiero; Cataluña Banc y NCG (Nova Caixa Galicia) pueden costar a los españoles 25.000 millones de €, que pueden llegar a los 30.000 millones. España se sitúa entre los estados de la UE con menor rendimiento tributario por detrás de Grecia y Portugal; un estudio de Freemark concluye que los ingresos caerán un 6,7% este año pese a los incrementos de Montoro que desde que llegó sigue incidiendo sobre los que tienen mayor impacto depresivo sobre la economía: IRPF, IVA, Sociedades y ganancias de capital. Los resultados generales para atajar el fraude fiscal son paupérrimos y siguen ocultos pagos por 70.000 millones de €. Cuando España estaba entre los que menos proporción del PIB gastaban en Educación, Sanidad, Servicios Sociales e I+D+I; el ahorro obtenido por destrozar las cuatro claves de la economía, no supera los 13.000 millones de €. La energía es un 60% más cara que en Francia y un 23% más que en Alemania, lo que está hundiendo la competitividad de la industria, y seguirán subiendo las tarifas y el paro… La insistencia en la improvisación, las torpezas y la opacidad de este gobierno me hace pensar que tiene razón el FMI y el crecimiento se estancará en 2014. 

domingo, 7 de julio de 2013

LA GERMANIZACIÓN DE EUROPA

       Cada vez tenemos un conocimiento más completo de las causas de la crisis y de sus soluciones. El capitalismo actual tiene su eje en la especulación. Existe un crecimiento desproporcionado del dinero con respecto a la economía real, y esa masa de dinero opera sin control en los círculos financieros. Actualmente intenta recuperar la confianza en los mercados a través de las políticas de ajuste, enormemente dañinas para los países que las implantan. El sistema financiero ha pasado, sin que las políticas públicas hayan intentado impedirlo, de creadores de riqueza a simples especuladores.
    En esta situación la estructura de las decisiones europeas ha demostrado su inoperancia, debido a los intereses nacionales y a un sistema enormemente burocratizado. Por otro lado, las reticencias de Francia a seguir por la senda marcada han dejado prácticamente sola a una Alemania conservadora, enormemente rígida en sus decisiones y con un espíritu casi religioso sobre la economía. El gobierno alemán, con escasa visión política sobre Europa, ha seguido la práctica de la inacción, añadiendo insolidaridad; imponiendo políticas idénticas a países enormemente distintos, cuando no políticas diferenciadas en función de sus intereses nacionales. En España, por ejemplo, se ha aplicado una política laboral, con acuerdos previos que podían haberse mantenido, en un país con tradición de paro y en un momento de crisis aguda donde era presumible un aumento masivo del desempleo, incrementado por la insensibilidad de nuestro gobierno al añadir numerosos despidos en la Función Pública y no tener en cuenta la renovación de los convenios, lo que permite a las empresas aumentar la presión en detrimento de más de dos millones de trabajadores, con el consiguiente aumento de los litigios debido al limbo jurídico creado. Otro tanto puede decirse de nuestro desastroso sistema fiscal, pues las medidas impuestas han bajado los ingresos, aumentando la fractura social. El gobierno con su ineficacia ha aumentado el problema creado.
     La preponderancia alemana ha sido utilizada por el gobierno de Merkel de una manera absolutamente egoísta: aprovechando que el sistema financiero mundial está siendo dirigido por los especialistas de Goldman Sachs, de  E.E.U.U., con importantes enlaces en Alemania. Su influencia ha pasado a la política: Mario Monti fue consejero de este complejo financiero, Mario Draghi fue vicepresidente y así con otros eminentes técnicos económicos. Esta circunstancia y su papel de locomotora han permitido a Alemania financiarse de manera gratuita y tener a sus bancos a resguardo. A la vez ha influido en la política italiana, paralizando el avance de la unión bancaria y la eliminación de los “Paraísos Fiscales”. Lo que ha creado una enorme desigualdad en la financiación de los estados del euro y en la marcha y competitividad de sus empresas.
     Ahora sabemos que el Deutsche Bank puede ser el gran problema financiero de Europa. J.P. Morgan estima que necesita de inmediato 12.300 millones de euros para cumplir con Basilea III. Mientras el mercado mantiene las dudas sobre las auténticas necesidades. Curiosamente, Mario Draghi ha roto su tradicional ambigüedad hacia el futuro, afirmando: “el Consejo espera que los tipos se mantengan en los actuales niveles o más bajos durante un periodo prolongado”, lo que ha hecho subir las bolsas y dar un respiro al primer banco alemán. ¡Qué fácil es todo cuando interesa a Alemania!
     Ya hay mensajes sobre la superioridad alemana en extremistas como Hans-Werner Sinn, presidente del influyente IFO alemán quién afirma que hay que trasladar el modelo alemán a toda Europa. A la vez que se deja extender la idea entre ese pueblo de que los del Sur somos vagos y lastramos su desarrollo. La superioridad alemana no es la argamasa con la que se construirá más Europa. Pensémoslo.                                          
          ¡¡¡Viva San Fermín!!!