domingo, 30 de agosto de 2020

CASADO SIGUE SIN ENTENDER NADA DE LO QUE ESTÁ PASANDO EN ESPAÑA

  Casado sigue obsesionado con llegar a la Moncloa. Un deseo que se ha ido transformando en sentimiento de odio contra todos los que se interponen, produciéndole alejamiento de la realidad, que afecta a sus decisiones políticas. Es difícil que cambie, pues la retórica del odio es un virus muy difícil de curar y además asintomático. Sus respuestas están cargadas del mismo odio que tenían con Cayetana Álvarez de Toledo.

Últimamente ha tenido la ocurrencia de marcar una nueva estrategia política, que no es otra cosa que asegurar su Presidencia en el "PP", pues el compromiso de Feijoo de no presentarse más a las elecciones gallegas y su fracaso en Euskadi, le hacen pensar que peligra su sillón y ya ha empezado a rodearse de sus más fieles con el fin de cerrar el paso a Feijoo. Lo que está suponiendo una aparatosa movida interna, que bien pudiera acelerar su salida.  Además pretende un adelanto electoral, intentando que no se aprueben los Presupuestos, una actitud absolutamente irresponsable. 

En estos momentos España tiene dos importantísimas urgencias: la primera, invertir, cuanto antes, el crecimiento acelerado de la pandemia. Lo que exigirá un trabajo conjunto y coordinado de  todas las instituciones, como piden la mayoría de españoles en las encuestas. Máxime teniendo en cuenta que estamos muy próximos al comienzo del curso escolar. La segunda, aprobar los PGE para 2021 que, aunque el 1 del pasado enero, entró en vigor la reforma del artículo 135 que convierte el exceso de déficit y deuda en inconstitucionales, sin embargo, la Comisión Europea propuso, a finales de marzo, la activación de una cláusula para suspender temporalmente el Pacto de Estabilidad, abriendo la puerta a que los diferentes Gobiernos pudieran elevar su gasto público y así poder paliar, rápidamente, los efectos económicos de la pandemia. Con ello, no resultaría aplicable el 135.2 y en esta ocasión tampoco habrá restricciones. Una situación que unida a los 140.000 millones de € conseguidos y, últimamente, otros 21.300 millones para los ERTE a pagar en 15 años y a bajo tipo de interés. Oponerse ahora a la aprobación de estos Presupuestos es una actitud absolutamente irresponsable. Casado debería tener en cuenta que empresarios, autónomos y trabajadores, que han pactado con Sánchez, y muchos más, se verían ahogados por los efectos de la crisis y sin soluciones en el medio plazo. Además con su partido dividido y teniendo que soportar la reapertura de los casos Gürtell, Púnica y Lezo. La realidad, que ahora no percibe, es que negar la aprobación de los PGE no es bueno para él y muy malo para España.

Casado no ha tenido en cuenta, aunque se sabe, que él fue el culpable de la suspensión temprana del Estado de Alarma con el absurdo razonamiento jurídico de que la ley no permitía más de 60 días de prórroga. Ahora culpa de la epidemia y hasta de los muertos a Pedro Sánchez al permitir la manifestación del día 8 de marzo. Sigue sin entender nada.

A este respecto, Fernando López Miras, ex alto dirigente del "PP" ha dicho estos días, entre otras cosas: "Cuando se estudia la carrera de Derecho como Dios manda, y no en cursos acelerados en universidades periféricas, se aprende lo que es la fuerza mayor". La Jurisprudencia del Supremo define la fuerza mayor como «acontecimiento que, aun cuando se hubiese previsto, habría sido inevitable». Y el Código Civil dice: «Nadie responderá de aquellos sucesos que no hubieran podido preverse o que, previstos, fueran inevitables» (artículo 1105). El Derecho es sentido común. ¿De verdad podremos responsabilizar a Pedro Sánchez del origen y consecuencias de la epidemia de coronavirus? Esperemos, por el bien de España, que al final se imponga la cordura. No será fácil.

domingo, 23 de agosto de 2020

EL MAL USO DE LA PRESUNCIÓN DE INOCENCIA

  La Constitución española elevó la presunción de inocencia al rango de derecho fundamental de la persona, como se refleja en el artículo 24.2, situación que deben tener en cuenta al menos jueces, fiscales y medios de comunicación. La realidad es que, pese a las muchas sentencias del T. Constitucional, normalmente previo recursos de amparo ante ese mismo tribunal, abunda de manera generalizada el incumplimiento de este derecho fundamental, uno de los más importantes derechos humanos vigentes en Europa y reconocidos por España. Últimamente conocemos el caso de Pablo Iglesias, para el que piden su dimisión, dando por hecho que es culpable, simplemente porque el juez ha admitido a trámite la denuncia del ex abogado de su formación. En el caso del "rey emérito", se violó este derecho sin estar siquiera imputado. Tendencia generalizada en estrategias políticas y medios de comunicación.  

Es necesario advertir que establecer de forma expresa el derecho a la presunción de inocencia como un derecho fundamental, supone otorgar inmunidad a sus titulares, ya que este derecho acompaña una inmunidad para su titular cuando este está exento de los efectos de un acto de otro sujeto, de tal manera que este último va a ser incompetente para alterar la situación jurídica del titular con ese acto. Esto implica que, mientras esté vigente la presunción de inocencia, no se podrá alterar la situación jurídica del sujeto. Derechos que la denuncia de Casado no ha tenido en consideración.

Aunque esta presunción fue concebida básicamente para el proceso penal, el Tribunal Constitucional ha extendido sus efectos a todos aquellos supuestos en los que se sanciona una conducta tipificada como infracción de una norma del ordenamiento jurídico. Más aún: dicho Tribunal considera -y esto es lo que ahora me interesa destacar- que la presunción de inocencia juega también en las situaciones extraprocesales, dando derecho, en este ámbito, a "recibir la consideración y el trato de no autor". Pese a todas estas protecciones, podemos afirmar que en España se suele hacer pública la culpabilidad del procesado antes de la sentencia, sin consecuencias. 

Desde hace décadas, la información de sucesos en los medios de comunicación españoles ha adquirido una relevancia de primer orden y, con ello, un papel destacado en el debate político y del público en general, que evidencia la necesidad de tenerlo presente en el trabajo que realizan los profesionales, el público, y cómo sus notas e interpretaciones contribuyen a formar los imaginarios sociales del mundo del delito, sin esperar a adjetivar después del fallo definitivo de la justicia. Debe ser obligado esperar la sentencia definitiva en los conflictos que se producen entre la libertad de información y las garantías procesales. Dando un paso más, es obligado que la información tiene que ser respetuosa con los derechos de toda la ciudadanía y especialmente la que está sometida a un proceso penal. Por ello está fuera de lugar pedir dimisiones o destituciones, pues debe recordarse que, en sus orígenes, este derecho se positiviza con la finalidad de garantizar la libertad e integridad tanto personal como jurídica, por lo que no se pueden exigir situaciones y acciones que solo se producirían si fuera declarado culpable.

Las demandas informativas no pueden devaluar los derechos fundamentales, ni crear juicios paralelos. Encontrar un equilibrio entre la información y las garantías procesales continúa siendo un reto pendiente en la actividad periodística. Así podemos y debemos hacerlos compatibles, sin daño: libertad de información, presunción de inocencia, garantías procesales y derechos humanos. La justicia, por su  parte, debería castigar la vulneración de esos derechos, en función del daño.

domingo, 16 de agosto de 2020

LA OPOSICIÓN TAMBIÉN TIENE OBLIGACIONES Y RESPONSABILIDADES

  En este avanzado tiempo de la comunicación, tengo la sensación de que su perverso uso está alejándonos unos de otros. La comunicación es fluida, gracias a las enormes posibilidades técnicas de las que disponemos, pero hay más odio, más mentiras y más bulos que nunca. Afortunadamente, suelen acompañarse de grandes ideas, emociones y sentimientos que ayudan a mantener la esperanza en el ser humano, pese a que muchos se alimentan en las cloacas, induciendo a otros a seguir los pasos del pensamiento del grupo que dirigen. Para ellos, ser demócrata ya es considerado una posición de extrema izquierda, olvidan que el ser humano tiene capacidad para decidir al margen de cualquier etiqueta. Necesitamos que el pensamiento político más numeroso sea mejorar la sociedad en la que vive y ser capaz de ejercer la autocrítica. Tener ideas políticas no es una perversión. Puede serlo si se emplean exclusivamente en beneficio propio.

En este ambiente, la democracia española ha borrado de su ejercicio el papel de la oposición, olvidando que tienen obligaciones y responsabilidades, por ello cobra, pero la derecha no las ejerce. Su hacer es atacar al Gobierno, haga lo que haga y punto.

Estos días, asistimos al recrudecimiento de la pandemia. Es cierto que hay menos fallecimientos y no se ha colmado la sanidad, pero ya está afectando a la economía, especialmente al turismo. Desde la oposición se pide ahora más implicación del Gobierno. Los números son alarmantes y no es consuelo lo que pasa en otros países. Hay que actuar ya, todos unidos para ser más eficaces. Veamos el reciente pasado.

El Gobierno, reunido en Consejo de Ministros extraordinario el pasado 14 de marzo, presidido por el presidente Sánchez, aprobó declarar el Estado de Alarma en todo el territorio nacional por un periodo de quince días, para afrontar la situación de emergencia sanitaria provocada por el coronavirus COVID-19, previsto en el artículo 116 de la Constitución, con el fin de garantizar la protección de la salud de los ciudadanos, la contención de la enfermedad y el refuerzo del sistema de salud pública. Las sucesivas ampliaciones del Estado de Alarma requerirían la aprobación del Congreso. El "PP" de Casado era clave por liderar la oposición, pero quedó voluntariamente a un lado, absteniéndose, salvo en la primera votación que votó a favor. Eso sí, desde el comienzo, todas sus intervenciones estuvieron cuajadas de insultos, descalificaciones y mentiras contra el Gobierno. Incluso acusaron al Presidente de la muerte de los afectados, considerando además el día de la mujer trabajadora como el comienzo de todo por haber autorizado la manifestación e incluso recurrieron a la justicia, que archivaría el caso. La sexta, y última vez, que se aprobó el Estado de Alarma, se hizo con el voto en contra del "PP" de Casado. Añadir que Vox siempre votó en contra y Cs siempre a favor. Casado jamás aportó idea alguna, ni razones jurídicas válidas para oponerse, repitiendo, sin base legal, que era ilegal aprobarlo por más de sesenta días. Cuando el presidente Sánchez intentaba buscar aliados para sacar adelante otras prórrogas con los independentistas catalanes, Casado le llamaba traidor, acusándole de concesiones que nunca se produjeron. Tampoco ha hecho autocrítica sobre su papel en Europa para evitar lo conseguido por el Presidente Sánchez. Su papel de líder de la oposición ha sido, hasta ahora, irresponsable e irrelevante. 

Por otra parte, en cuanto a las autonomías que lidera, con casi la mitad de la población de España, no se preocupa de su gestión. Las ha estado utilizando exclusivamente para atacar al Gobierno. El caso más representativo ha sido el de la autonomía madrileña, que cuando no pasó a la fase 1, Casado afirmó que Sánchez odiaba a Madrid. Nunca pensó que tenía obligación de actuar para hacer una buena gestión.

domingo, 9 de agosto de 2020

Un tiempo en el que es imprescindible hacer POLÍTICA

     Una definición amplia de la política nos permite su presencia en toda actividad humana. De manera ajustada a lo que conocemos como política en el día a día, diría sencillamente que en una democracia la política es la actividad que realizan los diferentes partidos a través de sus representantes, para encontrar soluciones a los problemas, a través del diálogo. Entendemos que para que esto sea posible y eficaz, es imprescindible tener empatía, lealtad, prudencia y un importante sentido de la ética de la responsabilidad, respecto de la ética de la convicción (es decir, tener claro que por el bien del pueblo es necesario, a veces, dejar aparte la ideología) que definió Max Weber, quien pensaba que ajustándose fielmente al dogma ideológico no siempre se encuentra la única y la mejor solución. Pero analicemos este tiempo en el que vivimos. 
     La España de este tiempo, se ha visto envuelta en una serie de problemas, todos ellos importantes, a saber: la pandemia y la crisis económica que ha provocado, el independentismo catalán, el debate monarquía/república y el comportamiento del rey emérito... Toda una serie de problemas que no deben olvidarse, pero también que no pueden ser llevados todos a la vez, pues alguno de ellos viene acompañado de enormes problemas jurídicos y todos precisan tiempo, serenidad y una situación social más serena que la actual. Por ello, creo que deben tener prioridad la lucha contra la pandemia, buscando soluciones eficaces y abordar los presupuestos para encontrar una solución conjunta al problema social y económico. Pensemos que no podemos desperdiciar el haber conseguido un acuerdo en la UE que permite una solución viable.
     El Gobierno lleva desde su inicio luchando contra dificultades sin número, en el que no ha faltado nada: críticas despiadadas, una pandemia y una dura negociación con Europa. Ahora, tras haber conseguido un respiro económico con los fondos europeos, la aprobación de los Presupuestos permitiría implementar medidas más audaces para vencer a la pandemia, conseguir que nadie se quede atrás en materia social y que iniciemos un tiempo de crecimiento sostenible. Además, el acuerdo solidario de la UE precisa de un programa y unos presupuestos aprobados en un tiempo determinado. Necesitamos con urgencia la normalidad a la que nos llevaría la aprobación de unas nuevas cuentas, pues la prórroga de los actuales sería un desastre. Además, los contagios siguen y hay cada vez más reticencias de otros países para viajar a España.
     Afortunadamente, el Gobierno de Coalición ya ha empezado a poner las soluciones para vencer el previsible rechazo y poder garantizar a Europa y a los españoles la estabilidad. Además, el próximo septiembre puede ser la puerta de un Otoño Caliente como parece pretender provocar Vox con su Moción de Censura. Por otro lado, el "PP" de Casado ha aceptado desbloquear la renovación del Consejo General del Poder Judicial, manteniendo la ley actual para su elección. El acuerdo final puede llegar en septiembre si ningún acontecimiento político lo impide, aunque la convocatoria de las elecciones en Cataluña para el mes de octubre podría ser un elemento distorsionador en las conversaciones entre PSOE y PP. Es importante que el "PP" de Casado se dé cuenta de que una abstención puede ser enormemente útil en su actual situación. Además, los socios de investidura, y en especial los independentistas, ponen líneas rojas. La tarea es compleja, especialmente si nadie quiere aparcar diferencias  y abrir espacio a la única solución.
     Ahora, Nadia Calviño, uno de los mejores activos del equipo de Sánchez, recordaba en La Vanguardia que el objetivo es volver a ese crecimiento robusto, superior a la media de la zona euro, que teníamos antes de que esta pandemia nos afectara. Decía que es preciso que todos contribuyamos para allanar el camino hacia un crecimiento más sostenible.

domingo, 2 de agosto de 2020

ENTRE EL PRECIPICIO Y LA SOLUCIÓN

     Es evidente que a estas alturas podemos tener una idea, más o menos clara, de lo que está pasando, tanto en la pandemia como en la economía.
     El Estado de Alarma debió alargarse más. Atrás queda la absurda teoría de Casado de los sesenta días. Acelerar el final del Estado de Alarma ha tenido y tiene importantes costes económicos y sanitarios. Como resultado, las autonomías han asumido la gestión de manera diversa, trasmitiendo un mensaje negativo para hacer viable la gestión y poder culpar a la población o al Gobierno Nacional en caso de fracaso. Así ha ido generándose un discurso sobre culpables, en lugar de buscar soluciones. En estos días se he iniciado una absoluta deslealtad entre autonomía: Galicia no aconseja ir a Navarra, justificando las medidas de otras naciones. Así podemos llegar al borde del precipicio. La coordinación del Gobierno y a su asesoramiento han evitado males mayores. La opinión de los expertos sanitarios es que la situación actual nada tiene que ver con la de marzo. 
     La política española puede dar comienzo en las próximos semanas al auténtico inicio de la legislatura. Sabemos que el "PP" de Casado sigue, hasta ahora, el viejo slogan de que "cuanto peor mejor", con esta estrategia lleva meses jugando a que la pandemia con sus miles de muertos, la crisis económica y la fuerte caída del PIB llevarían inexorablemente a la caída del Gobierno. Un nuevo fracaso, y van cinco. Ahora Casado parece que quiere un acuerdo para la constitución del CGPJ. Unas horas después, Vox planteó una Moción de Censura contra el Gobierno, que ya todos sabemos que se dirige  contra el "PP" de Casado. Su portavoz ha manifestado que votarán no. Es posible que la Censura haga reflexionar a Casado, difícil, pero no imposible. Veremos.
     Por otro lado, la posición del Gobierno es complicada por la dificultad de encontrar equilibrios con Podemos, ahora que Sánchez se ve con opciones de disputar a la derecha el relato de la gestión económica. A la vez que Hacienda ya ha dado el primer paso hacia el presupuesto. Unas cuentas que permitirán hacer inversiones sin que los gastos corrientes estén muy lejos de los ingresos gracias al pacto europeo. Aprobar esos presupuestos con un número importante de votos mejoraría la imagen de España. Para ello es necesario que los partidos eliminen las líneas rojas y que practiquen la empatía, sin descuidar el flanco de los agentes sociales. Habrá que tener en cuenta también que las ayudas tardarán en llegar y mientras lo hacen, la situación social pudiera ser explosiva. El éxito en Europa no puede terminar en un fiasco como final. 
     Sería inexplicable que, por tercera vez consecutiva, las Cuentas Públicas de 2018, firmadas por Montoro, estuvieran vigentes. La Ministra de Exteriores, Arancha González Laya, se pronunciaba al respecto y pedía unos Presupuestos de unidad y con el mayor número de fuerzas políticas. Buena parte del Gobierno ya está en ello. Ahora es imprescindible aplicar los programas requeridos por la UE y ajustar los tiempos a su liquidez. Debemos obviar el conflicto interno, ahora entre el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, a cuenta de los Presupuestos, entendiendo que "no pasa nada porque haya debate interno". Pero este debate no debe afectar las exigencias de la UE, ni la posibilidad de acuerdos. La Conferencia de Presidentes, celebrada el viernes en S. Millán de la Cogolla e inaugurada por el Rey, debería ser un "buen punto de apoyo" para abordar la recuperación económica. Habrá colaboración público/privada con  Comunidades y Ciudades Autónomas. En adelante, las liderará la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Esperemos soluciones, pues un acuerdo nos puede abrir el camino a un tiempo mejor.