El término “neocon” se interpreta con distintos matices. En este caso se refiere a una práctica política donde la única razón de ser de las campañas, los partidos y la política es la conquista del poder, quedarse en él, repartirlo entre los suyos y destruir al adversario. Dominan sentimientos como la avaricia y la ambición. También pueden incluir prácticas como hacer donaciones, arreglar comunicaciones, construir escuelas u hospitales e incluso admitir algunas formas de progreso, siempre prefiriendo lo privado a lo público y controlando la comunicación. No creen en la política que crea espacios de convivencia, tolerancia y colaboración, ni en las políticas sociales, tampoco en la transparencia, la temporalidad de su ejercicio, la ética o la responsabilidad política, aunque puedan prometerlo en elecciones. Gobiernan para el pueblo sin el pueblo. En los cuatro años en el poder, Cospedal ha vivido políticamente dos tiempos diferenciados con distintas motivaciones para realizar políticas de siempre como si fueran nuevas.
El primer tiempo, presidido por la avaricia y la ambición, aspiraba a todo, especialmente a liderar la política nacional. Su tarea era ser imprescindible para Rajoy. Para ello desmanteló la educación, la sanidad, la investigación, la dependencia; para bajar seis puntos del déficit dejó de pagar a empresas, ayuntamientos y todo tipo de asociaciones subvencionadas, obligando al cierre de asociaciones y empresas y paralizó servicios sociales de ayuntamientos. Pero donde más claras quedan estas ambiciones fue en el tema del Agua. Para atraerse a Valencia y Murcia, pagó con agua el refuerzo de su ya debilitada posición. Permitió el trasvase de 228 Hm3 del Tajo al Segura, a pesar de que los pantanos murcianos estaban llenos y que la cuenca cedente tenía y tiene menos agua que la receptora. A las protestas de agricultores de CLM contestó sacando un Memorándum, a la vez que afirmaba: “no debe preocupar a nadie porque se trata de realizar estudios sobre el rio”, a la vez que abandonaba las legalizaciones de viejos pozos de regantes. Ha sido el Tribunal Constitucional el que la ha dejado en ridículo, exigiendo: “un cambio de rumbo en su errática y entreguista política del agua, y se ponga a trabajar en el nuevo plan del Tajo, para enmendar en lo posible la situación del rio, de su cabecera agotada por los trasvases, y del patético estado ambiental y ecológico del tramo medio del rio entre la cabecera y Talavera de la Reina”. La entrega del agua suponía renunciar al desarrollo de CLM y no tuvo empacho en hacerlo.
El último año, pese a los sacrificios exigidos, su decadencia en el “PP” siguió. El apoyo de Rajoy en la Junta Directiva Nacional pareció efímero. Sólo le queda retener el poder en CLM. Para ello utiliza fundamentalmente la comunicación, manteniendo a Nacho Villa en la dirección de RTVCLM que actúa como un “comisario político” ocultando o alterando las informaciones que no sean favorables a Cospedal.
Ha aumentado la presencia pública, que sus medios siempre alaban, atacando a los rivales e intentan ocultar el pasado con mentiras o medias verdades: un juez obliga a rectificar una información falsa sobre el secretario general del PSOE en Guadalajara; los trabajadores de RTVCLM han planteado una huelga, después de denunciar, en varias ocasiones, la manipulación de informativos y la creación de una “redacción paralela”. No son noticia en sus medios: las derivaciones de 40 operaciones de niños que hay que repetir; los trabajadores de Teleasistencia pagan con sus despidos la oferta temeraria aceptada por Cospedal; la situación del paro, los fondos de dudoso cobro en colegios para funcionamiento sin conocimiento de los interesados; las corrupciones de Rato; los 39 alcaldes del PSOE que la han denunciado por falsedades. En un ataque de sinceridad ha dicho: “hemos trabajado mucho para saquear a nuestro país”. Lo sabíamos, pero gracias.
