domingo, 28 de agosto de 2016

LOS TIEMPOS Y LA RESPONSABILIDAD EN RAJOY

   Rajoy, desde la mayoría absoluta, ha ido adoptando costumbres de político solitario, su hábitat natural en el partido antes de ser designado por Aznar. Como consecuencia: ha gobernado por "Decreto-Ley", ha manejado los tiempos políticos a su antojo, ha responsabilizado de todo al PSOE, ha dejado crecer la corrupción y dado la espalda al Parlamento. Así ha ido construyendo su "singular democracia". Reprimiendo la protesta con la "ley mordaza". Su aparente falta de ética y unos estatutos, los del "PP", que dan a su presidencia poder absoluto e indefinido, han facilitado la tarea.
   En el manejo de los tiempos, Rajoy actúa sin consideración contra propios y extraños, tanto en los nombramientos internos para cargos y listas, como contra la oposición. Recientemente, consiguió mayoría en la Mesa del Congreso utilizando lo que de hacerlo otros hubiera llamado "traición a la unidad de España", pactando con los independentistas de manera inusualmente rápida (aún no sabemos a cambio de qué). Con Ana Pastor en la presidencia, la persona más cercana a su mundo, ha marcado las fechas y hora a su conveniencia, paralizando el Parlamento. De tal forma que la fecha elegida supone que las terceras elecciones caerían el día 25 de diciembre. Y la hora, las cuatro de la tarde. Recordemos que esta hora fue criticada por R. Hernando diciendo, entre otras cosas: "Patxi López comete un gran error con esta decisión para favorecer al diputado Sánchez".. y Podemos añadiría: "va a ser una especie de debate en diferido"... Ahora las vacaciones del Tribunal Constitucional, hasta finales de septiembre, también impedirán la actividad del Congreso, paralizando el control de gobierno provisional y la propuesta del PSOE para evitar votar el 25D, acortando en una semana el tiempo electoral, que está apoyada por Podemos y puede que hasta el "PP". ¡No se engañen!
   De su falta de sentido de la responsabilidad, puede afirmarse que desde que le dieron la idea, una de las 11 de la propaganda de Goebels, de que la repetición de una mentira puede terminar siendo aceptada como verdad, su estribillo, durante la pasada legislatura ha sido culpar Zapatero de todo. El silencio del PSOE, o la ausencia de una defensa adecuada, le dieron el éxito. Éxito que continuó al culpar a Sánchez de las elecciones del 26J, consiguiendo que se creyera y se anulara el intento de Sánchez, de lo que hoy vemos como la única alternativa posible a Rajoy y que propició salir del callejón sin salida en que estábamos con la negativa a la investidura. Ayudado por Iglesias que ya se veía dueño de la izquierda española y gobernando.
   En este último tiempo, Sánchez se ha hecho dueño de su tiempo, manteniéndose fuera hasta que éste realice la investidura. En la idea de que si triunfa será el líder de la oposición y si fracasa estudiará la situación y dará respuesta. Esta espera, con el "no" por delante, está exasperando a Rajoy. La negativa de Sánchez vino acompañada (parece que se oculta) de cumplir los compromisos con Europa, seguir luchando juntos ante el problema catalán y la unidad de España, aunque desde distintos puntos de vista, y respeto a los compromisos adquiridos en la lucha antiterrorista entre otros... Esta estrategia empieza a tener éxito entre muchos comentaristas. Sánchez pide que respeten su decisión, la del PSOE, y no pretendan que realice a la vez: colaborar para nombrar gobierno y ser también el líder de la oposición. Algo poco consecuente en política.
   Las conversaciones "PP" con C´s, frenadas "aparentemente" por las financiaciones sociales, supresión de diputaciones y reforma del Senado. El pacto de la "corrupción", la bandera de Rivera, por la que vetó a Rajoy por creerle incapaz de liderar la regeneración, ha quedado "low cost", rompiendo la credibilidad de Rivera. Esperemos el final para ver como Rajoy, ahora con Rivera, culpan de todo a Pedro Sánchez.  

domingo, 21 de agosto de 2016

QUIEREN QUE OLVIDEMOS PARA GOBERNARNOS

   Existe una marcada tendencia en muchos políticos y medios de comunicación para hacernos creer que todos los partidos son iguales, lo que permite, en muchos casos, justificar lo injustificable, influir en el voto y ayudar a suavizar, cuando no a olvidar, la corrupción y la pésima gestión. Ahora buscan culpables, a los que urgir su apoyo, alegando responsabilidad de Estado y la necesidad de su colaboración para impedir el desastre y conseguir la estabilidad del país. En una palabra, quieren que olvidemos el pasado y asumamos responsabilidades, implicando a todos, para que sigan los mismos.
    Desde que Felipe VI le dirigía a Pastor la carta: "De acuerdo con el artículo 99.1 de la Constitución, tras celebrar consultas con los representantes designados por los Grupos políticos con representación parlamentaria, vengo en proponer al excelentísimo señor Don Mariano Rajoy Brey como candidato a la Presidencia del Gobierno", se eliminaba la duda, pese a las idas, vueltas e indecisiones de Rajoy para ganar tiempo. 
   Hasta el 17 de agosto, algo menos de un mes después, incluida una semana de vacaciones, Rajoy obtuvo autorización para negociar con Rivera, aunque dijo que era para discutir la aprobación. Pese a la inactividad total para buscar acuerdos (casi dos meses), no ha sido obstáculo para preparar su campaña para las terceras elecciones, culpando a Sánchez e infundiendo miedo, amenazando con el desastre si no pudiera formar gobierno. Dicen que se han asumido los seis puntos de ese llamado pacto anticorrupción, aunque las interpretaciones concretas de su texto definitivo difieren según el interlocutor. Destacan ambos su acuerdo en pasar la presión a Sánchez para lograr su abstención. Por su parte Ana Pastor, que tenía casi congelada la actividad del Congreso, marca la investidura para el 30 de agosto, atendiendo a las exigencias de Rajoy, con una visión exclusivamente partidista, haciendo coincidir las elecciones, en caso de no haber acuerdo, para el 25 de diciembre, creyendo así que aumentarán la presión sobre Sánchez, aunque sean ellos los culpables. Ya han olvidado la bronca a Patxi López por sus 48 horas de tardanza. Rajoy es maestro del "escapismo" (tendencia a eludir responsabilidades y a evadirse de los problemas de la realidad) y hasta ahora le ha salido gratis la mentira, la corrupción y la falta de transparencia.
   No hace tanto tiempo, Iglesias, la alternativa de izquierda, afirmaba: "la diferencia entre derecha e izquierda es un juego de trileros", hace unas semanas exigía un pacto exclusivo de izquierdas, se declaró socialdemócrata después de pactar con IU. Son las consecuencias de reducir la política a procedimientos para alcanzar el poder. Por su parte, otro definidor de la izquierda, ERC, ha dicho que el PSOE no es un partido de izquierdas si no admite el "referéndum" en Cataluña. Olvida que la idea fue de CDC, un partido de derechas corrupto que aprobó los recortes de Rajoy, con el que no tuvo escrúpulos en aliarse y que, según esta teoría, David Cameron, exprimer ministro conservador del Reino Unido y promotor de dos "referéndum", es más de izquierdas que nadie. Quizás fuera más viable un gobierno de todos los partidos. 
   Si Rajoy llama a Sánchez para negociar, debería tener claro que la oferta contenga importantes aportaciones sociales. Si no fuera así, deberá esperar el "no" de Sánchez y entender que el bien de España no tiene sólo la dirección que marca Rajoy.
   Recordar que la transparencia es buena para la democracia y el mejor antídoto contra la corrupción, ya que el ciudadano conoce el porqué, cómo, qué, cuánto y cuándo de la acción institucional. Y que la corrupción política tiene dos vertientes: el hecho objetivo calificable por el código penal y la imagen que se transmite a la sociedad que nos habla de ética política y dimisiones, incluso para quien le nombra. 

domingo, 14 de agosto de 2016

LA CORRUPCIÓN: ORIGEN Y CONSECUENCIAS

    El 47,8% de los españoles considera que el segundo mayor problema de España es la corrupción, sólo superado por el paro, según el barómetro que el CIS ha publicado el martes pasado. La preocupación por la corrupción, que incluye el fraude, ha crecido ocho puntos con respecto a la encuesta del pasado enero (del 39,29% al 47,8%). Incluso el 15,49% considera que la corrupción le afecta directamente, más de cuatro puntos que en la encuesta anterior. Pensemos que la ausencia de Gobierno sólo preocupa al 1,4% de los españoles, similar a la inquietud que provoca la independencia de Cataluña.
    La corrupción se desarrolla normalmente en un ambiente de clientelismo, permanencia en el poder, lentitud de la administración y desprecio del mérito y capacidad en la elección del funcionario público. En España hay que tener en cuenta la existencia de una cultura popular, heredada del franquismo, que no considera punible ni deshonesto el impago de impuestos. Nace de la avaricia y se desarrolla al lado de la mentira y la insolidaridad. Entre sus múltiples consecuencias: según un monográfico sobre el tema, publicado por el Journal of Economic Literature, "existe una alta correlación entre corrupción y crecimiento del Producto Interior Bruto y el empleo". Se oculta en paraísos fiscales o se mueve en la economía sumergida, para no cotizar fiscalmente y es causa fundamental del "déficit" y los "recortes". La corrupción genera desconfianza en las instituciones, se pierden derechos, se legisla a la defensiva, eliminando la independencia del poder judicial, a la vez que empobrece la democracia.
   En España, esta aparente preocupación que se une, con frecuencia, a una gran indignación, no va acompañada de una rendición de cuentas en las urnas. Lo que hace que la corrupción salga políticamente gratis. Si añadimos el tratamiento desigual que reciben los corruptos en las altas esferas judiciales, la permisividad popular, la infinidad de aforados, las posibilidades de indulto, la politización de los nombramientos judiciales, la caducidad de los delitos económicos e incluso leyes como la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, llegaremos a la conclusión de que existe también demasiada tolerancia judicial con los corruptos. Lo que nos habla de las dificultades para una regeneración política que haga creíbles las instituciones democráticas.
    Se está violando la escala de valores en la que fuimos educados. Quizás se ha fomentado además por la doble conciencia que propicia nuestro catolicismo trentino y la ausencia de una ética formada que sustituya la, cada vez mayor, ausencia de creencias religiosas. La situación es enormemente compleja. En nuestro pueblo se mantiene la paradoja de que mientras que la corrupción en si misma se considera un comportamiento reprobable y vergonzante, muchos políticos corruptos mantienen su popularidad y ganan elecciones. Ante esta situación son varias las falsas justificaciones:
  -No todas las corrupciones son iguales; los actos de corrupción con algún beneficio público, son buena gestión y no se pagan políticamente.
 -También parece usarse la frase: si todos son corruptos, me quedo con los míos. Estribillo inmoral. Así explican el uso del ¡Y tú más!, con lo que se justifica todo.
 -Otros utilizan la confusión que generan algunos políticos para defenderse, aprovechando todo: nos falta pedagogía en la nueva cultura política; son las limitaciones del sistema electoral; todo se debe al ruido mediático. Aspectos que funcionan por la existencia aún de un dogmatismo interesado que es otro problema cultural. 
   Un ejemplo paradigmático pueden ser los votos crecientes de Rajoy. Ahora en las conversaciones previas con Rivera y sus seis puntos, básicamente sobre corrupción. Rajoy ya ha conseguido que Rivera se pliegue a sus tiempos. Esperaremos el final.

domingo, 7 de agosto de 2016

CHANTAJES Y ESTRATEGIAS

    Esta especie de "día de la marmota" a la que nos somete la actual situación política, nos permite analizar las notables diferencias entre las primeras elecciones y las segundas, recordemos: 
    Después de las primeras, las del 20D, el rey encargó a Rajoy la investidura y éste, sin realizar gestión alguna, se negó a asumir el encargo, siendo designado Sánchez, que asumió la tarea con valentía, inmediatez y sentido de la responsabilidad. Intentó un pacto transversal que no consiguió. Nadie agradeció que, con su gesto, desbloqueara el reloj de la democracia, saliendo de la indefinición de fechas y haciendo posible la segunda elección. Ese pacto "no nato", se ve hoy como la mejor solución para el cambio. Por su parte Iglesias a la salida del rey se adjudicó una vicepresidencia omnipotente y varios ministerios, en un posible pacto, que Sánchez desconocía. Patxi López, elegido sin problemas, amplió en horas el plazo de investidura entre censuras del "PP" y Podemos. Sánchez nombró un equipo negociador y empezó contactos con todas las fuerzas políticas (Rajoy no le dio la mano); consiguiendo un pacto con Rivera, dejando clara la estrategia de Iglesias, que ya planeaba el "sorpasso". El "PP" votó en contra y, entre una diatriba de insultos y descalificaciones, dijo: "este uso de las instituciones es un fenómeno claro de corrupción" (¡lo que hay que oír!). Iglesias dio el "no" y habló de "cal viva", afeando el empeño de Sánchez. Ya se veía triunfador por las encuestas para las segundas elecciones, haciendo números con el pacto de IU.
    En las segundas, las del 26J, comenzó permitiendo, sin demasiado ruido, que la respuesta al encargo de investidura fuera un "sí pero no al rey", dudosa aceptación, no contemplada en la Constitución. La Mesa del Congreso se formó con el apoyo al "PP" de los grupos independentistas. Lo que hubieran dicho si hubiera sido elegido con esos votos un socialista. Ana Pastor no tiene en cuenta los tiempos y, pese a las prisas que dice tener Rajoy, no marca fecha hasta que lo diga el "jefe". A los 39 días, después de obtener 135 escaños, dominando la Mesa del Congreso y con mayoría absoluta en el Senado, Rajoy ha sido más Rajoy que nunca: no hace, no dice, en la idea de que, como siempre, el tiempo resolverá a su favor, sin ofrecer nada a cambio. Pese a todo, pocos afirman su responsabilidad plena al admitir el mandato, y siguen responsabilizando a Sánchez de unas posibles terceras elecciones. Algunos notables del PSOE, públicamente y sin tener en cuenta al Comité Federal, aconsejan a Sánchez que dé paso a un gobierno de Rajoy, idea que goza del aplauso de los medios más afines al "PP". Rivera también busca la abstención de Sánchez e Iglesias, pese al fracaso de sus alianzas, ofrece lo mismo y culpa a Sánchez de la tercera elección entrando, otra vez, en el juego de Rajoy.
    La estrategia del "PP", ayudado por propios y extraños, está saliendo victoriosa y el Congreso deberá elegir la única solución posible, haciendo que nos gobierne el adalid de la corrupción y el destructor del Estado de Bienestar, sin intentar siquiera negociar. Si los chantajes continúan, con un PSOE divido, Rajoy será presidente e Iglesias intentará ser el líder de la oposición, mientras el PSOE seguirá debatiendo su futuro.
    Pese a esa tormenta de calamidades, aún estamos a tiempo de apoyar a Sánchez, que está cumpliendo los mandatos del Comité Federal, hasta conseguir que Rajoy cambie y se comprometa a concesiones importantes para que Sánchez pueda explicar a los españoles en general y a su militancia en particular, con razones entendibles, la postura que adopte, bien sea la abstención o la negación. Para después, desde la oposición o como candidato, ejercer la tarea con la dignidad que este viejo partido merece, después de haber prestado tantos servicios a España. El PSOE necesita unidad.