domingo, 26 de abril de 2020

EL GOBIERNO BUSCA SOLUCIONES Y LA DERECHA CULPABLES

    Hace unos días pensaba que Casado, heredero de un partido de gobierno, empezaba a entender el difícil momento que estaba pasando España, quizás fuera debido a la insistencia de las autonomías y abundantes miembros de su formación que quieren un partido de centro/derecha, que pueda aspirar a ser gobierno dando pruebas de responsabilidad positiva y sentido de Estado. Además, bajo su mando, el "PP" sólo ha conseguido mínimos históricos en número de votos. 
     En el último pleno del Congreso, apareció el Casado de siempre, dejó sueltos sus sentimientos y sólo le salieron reproches, insultos y mentiras, hasta el punto de ser felicitado por Vox en el mismo hemiciclo. Eso sí, dijo que votaría a favor de la prórroga de la declaración de alarma. No entienden, o no quieren entender, que el culpable es el covid19, un virus desconocido, enormemente mortífero, en el que para su eliminación habrá que recorrer un camino enormemente largo y complejo, lleno de obstáculos desconocidos, en el que todo es nuevo. La única solución, de momento, fue mirar lo que hacían otros países, seguir las normas de la OMS y el consejo de los expertos que conocían situaciones parecidas para intentar adaptarlas a la compleja España de las autonomías. Por eso, la búsqueda de soluciones necesitaba colaboración de todos, o al menos su comprensión. Ahora con la experiencia acumulada, llena de ensayos e idas y vueltas, se empiezan a conseguir resultados, a la vez que en el horizonte aparecía una gran crisis económica, no menos compleja en la que había que elegir el tiempo de  comenzar esa nueva lucha, cuando se conozca, con alguna certeza, el final de la pandemia. Un tiempo previsiblemente lleno de dificultades en el que resultaría imprescindible la ayuda de la UE que ya se está gestionando por el Gobierno, claro está, sin el apoyo del "PP", que esperará, como siempre, al  tiempo de los reproches, haga lo que haga el Gobierno. Una curiosa forma de patriotismo.
     Ahora me explico, después del pleno del miércoles, por qué exigió que debería ser tratado el Pacto de la Moncloa en una "Comisión" en el Congreso. Me vino a la memoria la frase: "si quieres que algo se eternice, crea una Comisión". Recordé también, la Comisión creada en Septiembre del pasado 2018 para investigar la financiación del "PP", en la que declaró José María Aznar. La comparecencia de Aznar en el Congreso fue más una bronca entre partidos que una rendición de cuentas sobre la financiación del "PP". En respuesta a la comisión abierta en la Cámara Baja, los 'populares' crearon otra en el Senado sobre presuntas irregularidades que abandonaron el resto de los grupos. Los analistas denunciaron el uso "torticero" de esta herramienta. Sin duda, ahora es seguro que el Sr. Aznar, su mentor y maestro, está detrás de la ocurrencia. Lo que me inspira poca confianza. ¡Ojalá tenga que pedir perdón dentro de unos días! Su apoyo ya ocurrió con la renovación de las 10 instituciones tan necesarias, como pueda ser el CGPJ. Casado seguirá creyendo que ser el primer partido de la oposición no le obliga a ninguna responsabilidad política. 
     Entre las descalificaciones al Gobierno, se acordó agradecer la tarea de los sanitarios, pero se olvidó que en las comunidades de Madrid y Castilla y León, donde gobiernan, los sanitarios han denunciado que les suprimen los contratos en plena pandemia. Sr. Casado, Vd. dirige un partido que gobierna en Galicia, Andalucía, Murcia, Madrid y Castilla y León, cerca de la mitad de España. ¿Cree que con su irresponsabilidad, sus bulos y su falta de colaboración, está ayudando a esos millones de españoles y que, por ello, puede presumir de patriota? Piénselo, Sr. Casado.

domingo, 19 de abril de 2020

CASADO SIGUE INSTALADO EN EL ERROR

     Parece cada vez más evidente que al coronavirus le acompañan un numero enorme de crisis adyacentes de todo tipo. Quizás por ello los especialistas hablan de que hay que emplear el clásico método de acierto-error. Con frecuencia también aparecen nuevos efectos de difícil previsión. Así, cuando se toman medidas sociales que necesitan una cierta inmediatez, chocan con que la infraestructura administrativa no da respuesta y no puede aumentarse fácilmente; la supresión de clases de primaria parece que puede crear un aumento en la diferencia de clase; el confinamiento puede aumentar la violencia de género y no es fácil su detección e incluso que las carencias pueden impedirlo; la compra de material sanitario y de protección; la tardanza de los laboratorios en dar resultados... La tarea a realizar es ingente y absolutamente desconocida y se hubiera realizado mejor con lo que ahora se va conociendo. Por ejemplo, ahora sabemos que: en la crisis que augura el FMI, no hay que recortar en cultura, educación, sanidad, medioambiente e investigación. La crisis no deben pagarla exclusivamente los que menos tienen, sino hacerlo de manera solidaria, evitando la brecha social en todas sus formas y sexos. También debemos saber qué pintamos los países del Sur en la UE, la emigración y aclarar el auténtico papel de las autonomías.
     Pero ahora es necesario destacar el momento político en el que ha aparecido la crisis. Sin duda, la necesaria ruptura del bipartidismo y la actuación de la UE han propiciado la "Europa de las Patrias" que vaticinara De Gaulle. Situación a la que no ha sido ajena España. La llegada de Casado de la mano de Aznar ha alejado del centro al "PP", facilitando la consolidación de la extrema derecha de Vox. Después de que la OMS declarara el 11 de marzo la pandemia, la mayor parte de los países europeos reaccionaron de manera similar, siguiendo sus pautas, quizás se pudo actuar antes, pero se desconocía casi todo, también la oposición, pese a sus alardes de ejercer de profetas de pasado. Ahora siguen con las mismas formas, como si no existiera el Covid-19.
     Casado, heredero de un partido que ha gobernado durante muchos años, pese a ello, carece de sentido de Estado y nunca oyó las innumerables llamadas de Sánchez a su colaboración. En la última investidura, se le detectaron 30 mentiras y un sin número de insultos, fue más duro que Vox. En el pleno del Congreso para alargar el Estado de Alarma, dentro de su línea de insultos y mentiras fue superado por Vox y más al marcar espacio, al votar a favor del Gobierno. Afortunadamente Cs pareció que se separaba definitivamente de los dos. Pero últimamente, Casado está obrando más allá de todos los límites morales. Afortunadamente están siendo descubiertos en muchos medios, que marcarán su historia más negra, junto con Vox. Puede decirse incluso que las mentiras y los bulos en la red tienen "dolo", pues mienten con intención de mentir y aprovecharse políticamente de ello. Algo que sí merece la pena investigar, cuando todo pase y la vida democrática se normalice. Casado tendrá serias dificultades para explicar su conducta. La instrumentalización de los muertos que están haciendo "PP" y Vox para intentar tumbar al Gobierno es una canallada, eludiendo su parte de responsabilidad en la gestión, exagerando con falsedades los errores ajenos y escondiendo los propios. El espectáculo entre los dos, para ver quién dice la mayor mentira o el mayor insulto, es vergonzoso. Para ellos España no cuenta. La unidad política en este momento no es cuestionable. No lo pide el Gobierno, lo piden 9 de cada 10 españoles. Después de solventar la crisis seguro que sobra tiempo para la crítica. Espero que se llegue a un acuerdo y que Casado no esté con Vox y la  CUP, pues muchos de sus barones piden el  retorno del "PP" a ser alternativa de gobierno. Si no es así. "¡Márchese Sr. Casado!".

domingo, 12 de abril de 2020

HAY QUE HACER DE LA NECESIDAD VIRTUD

    Parece una realidad que los datos de los últimos días indican que podemos estar llegando a la cúspide de la curva y podríamos iniciar la bajada. Cuando esa situación se consolide y se resuelva el difícil asunto de los asintomáticos, la situación de la salud con primacía absoluta puede dejar de serlo y ocupar ese espacio la salida de la crisis económico-social, aunque para ello pudieran transcurrir meses. Pero que estemos lejos de la primera certeza, no debe impedir empezar a buscar soluciones para dar salida de la crisis que, tarde o temprano, ocupará los mayores espacios. Para ello el Presidente Sánchez nos ha recordado un acontecimiento histórico, los "Pactos de la Moncloa", de los que analizaremos sus parecidos y diferencias, aunque sean realidades distintas.
     A los tres días de la toma de posesión del mandato constituyente del Gobierno de Adolfo Suez, la situación de España era la siguiente; se iniciaba una nueva devaluación de la peseta, esta vez del 19,65 %; la inflación pasó del 20% en 1976 al 44 % a mediados de 1977 (una situación encubierta por motivos electorales). El paro que ya mantenía 900.000 con solo 300.000 subsidiados, llegaría a los 2.000.000 en 1978, sobre una población activa de 12.000.000 y solo 500.000 cobraban un escaso subsidio.
     Los llamados Pactos de La Moncloa se iniciaron con reuniones entre partidos y de éstos con el Gobierno, ambas intensas. Carrillo tuvo especial empeño en convencer a Felipe González de la necesidad de dar oxígeno al Gobierno para salir de la crisis.  El resumen de los acuerdos se produjo durante los días 8 y 9 de octubre de 1978 y el 25 de ese mes y año se firmaban los “Pactos de La Moncloa”. Los firmantes fueron un grupo de políticos que han pasado a la historia por méritos propios: Enrique Tierno, Santiago Carrillo, Josep María Triginer, Joan Raventós, Felipe González, Juan Ajurianea, Adolfo Suárez, Manuel Fraga y Leopoldo Calvo Sotelo; Fraga no suscribiría la parte del pacto sobre cuestiones políticas y jurídicas (derecho de reunión y asociación, reforma del Código Penal y reorganización de las fuerzas de orden público). Los pactos fueron aprobados por el parlamento, tres días después, el 27. El encargado de esta tarea fue Enrique Fuentes Quintana, quién asumiría la frase de la República: “O los demócratas acabamos con la crisis económica española o la crisis acaba con la democracia". Frase aún vigente. También, que Casado hubiera encarcelado a Suarez.
     En el tiempo actual, contamos con una Constitución de referencia, está consolidada la división en autonomías y estamos integrados en la UE, que roto el bloqueo pone a disposición 540.000 millones de €. Aquella crisis fue distinta, sobre todo los líderes opositores, los de hoy sin sentido de Estado. Sus odios se centran contra el gobierno, sin razones. Veamos ejemplos: Pablo Iglesias, por Twitter, hizo referencia al artículo 128 de la Constitución Española, que dice: "Toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general". Por ello, han acusado al vicepresidente de "querer imponer su ideología comunista y de amenazar a la propiedad privada". Libertad Digital decía en un titular: "El pánico se desata: Iglesias instaura un régimen comunista". Los constitucionalistas dejan en papel mojado la letra de la Constitución que dicen defender para agredirla. Todo para impedir que gobierne la izquierda. Han vuelto a intoxicar las redes sociales de bulos y amenazas con el objetivo de sacar rédito electoral a esta situación. Prueba de ello es la advertencia que la Policía Nacional realizó el domingo 5, después de que la aparición de un millón y medio de cuentas en redes sociales relacionadas con el corvid-19 con intención de difundir noticias falsas para manipular a la opinión pública. Fijémonos en Portugal. El acuerdo se llame como se llame, será casi imposible, habrá que hacer de la necesidad virtud, para conseguir un pacto donde predomine la justicia social.

domingo, 5 de abril de 2020

LA NUEVA DERECHA NO ENCUENTRA SU SITIO

     Desde la desaparición del bipartidismo, la derecha de Casado no encuentra su sitio. No es que les frene la ética, de la que carecen históricamente, es que les falta una reflexión sobre lo que necesita la España de hoy y de forma especial la de ahora. Aún no se han dado cuenta de lo que está ocurriendo dentro de esta gigantesca desgracia que nos ha traído, por sorpresa, esta dura pandemia. El ciudadano está unido y sacrificándose al máximo, colaborando en todo aquello que le ordena su gobierno con una admirable solidaridad, pues sabe que es lo que debe hacer para que todo acabe bien. Sabe que ahora hacen falta soluciones urgentes, las críticas deben quedar para después, sin olvidarlas, para que el pueblo juzgue sin urgencias. El pasado martes el Gobierno reconocía sus errores y se exigía humildad, a la vez que anunciaba cincuenta medidas para ayudar a los que menos tienen, daba moratorias a PYMES y autónomos, a la vez que anunciaba la pronta implantación del comprometido "mínimo vital".  Recordemos que en la historia sólo quedan los gobernantes que supieron defender a su pueblo.
     En este ambiente, tan distante de la normalidad, el "PP" sigue utilizando la desgracia para su medro, como si nadie sufriera, manteniendo la política de la descalificación, la mentira y la noticia falsa, desprestigiando y poniendo zancadillas a los que nos representan e intentan encontrar soluciones. Aquí y ahora se equivocan absolutamente. No es que el Gobierno no se equivoque e incluso que a veces le falte hablar con la oposición y con los interesados para tener toda la información. Pero no es menos cierto que la pandemia tiene ritmos variables a los que hay que adaptarse con soluciones rápidas, sin un momento para relajarse y que la oposición nunca ha aportado soluciones y sí muchas trabas. Recordemos Cataluña y la Plaza de Colón. Si miramos a los países de la UE, sus soluciones, aciertos y fallos son parecidos. El pasado martes, a Alemania e Inglaterra les parecían magníficas las medidas de España y el rigor en su cumplimiento e incluso Inglaterra se atrevía a decir que esas medidas habían ahorrado 16.000 muertos. En ese mismo día, The New York Times resaltaba la irresponsabilidad de Aznar al irse a Marbella en plena crisis de la pandemia, incumpliendo las medidas para controlarla. Un expresidente al que Casado tiene como modelo. No sabe elegir.
     La última intervención de Casado ha sido otro error, tanto por lo que cuenta como por lo que esconde, aunque en esta ocasión es más grave, pues se comprometió a no votar el último decreto, pese a que hace pocos días recomendaba una intervención total. Pero esta vez Casado está motivado por otro fin, también ajeno a la salud de los españoles, que Vox no le arrebate el liderazgo de la derecha. No entiende que el gobierno se está decidiendo en estos días por dar prioridad a la salud de los españoles, después atajar las carencias de los que menos tienen, sin dejar la crisis económica que se avecina, sin cuya solución todo puede quedar en nada, pero quiere contar con el apoyo de la UE. Una gestión que ya realiza el Presidente. Pero hay que dar tiempo. Qué pronto ha olvidado Casado su falta de apoyo a la renovación de las 10 instituciones más importantes del país y que hoy resultan tan necesarias. Casado va acumulando una historia personal que le hace poco creíble, incluso para los suyos, especialmente ahora, pero sigue siendo una necesidad democrática contar con el primer partido de la oposición, pase lo que pase. Ahora Vox pide a Sánchez un Gobierno de Concentración Nacional. Ambos deberían quedarse en casa y evitar que sus virus dañen la democracia.
     Termino con un deseo del gran pensador y filósofo Emilio Lledó: "Debemos estar alerta para que nadie se aproveche de lo vírico para seguir manteniéndonos en la oscuridad y extender más la indecencia". Salud para todos.