domingo, 27 de mayo de 2018

HARTAZGO

     El título quiere expresar la hartura, saturación, cansancio y fastidio ante tanta mentira y corrupción. Esta semana ha sido especialmente propicia para  exacerbar esas sensaciones: jueces y fiscales han hecho huelga, secundada por más del 50%, pidiendo medios para su ejercicio y la independencia del poder judicial; Zaplana ha sido encarcelado y pronto lo serán los componentes de la operación "Erial". Aunque la bomba ha sido el fallo judicial de la primera parte de la trama Gürtel, que alude a una "caja B" del PP como sistema de financiación con dinero negro de empresarios a cambio de adjudicaciones, admitiendo que la "contabilidad paralela" no es objeto de su fallo, pero añaden que es "contexto" necesario para explicar la red de Francisco Correa, asegurando que de esa caja B salían sobresueldos para Mariano Rajoy y el resto de dirigentes. Así establece que el "PP" ha adulterado la democracia española durante más de veinte años. Afirma también que Rajoy "faltó a la verdad" en su declaración como testigo, pudiendo ser sancionado con cárcel y multa por el Código Penal. Esperemos que el recurso de Casación no se demore y que la Sala no entienda de nombramientos.
   Pero la corrupción y la búsqueda de la impunidad a cualquier precio no son los únicos problemas que han causado la actual situación del "PP" y el consiguiente hartazgo de muchos españoles, también: ver cómo mienten  o no dan explicaciones de sus actos el presidente y sus ministros; que no impidan que se vendan viviendas protegidas a fondos buitre; ver el manejo de los medios de comunicación oficiales; no poder evitar la destrucción de lo conseguido con el Estado de Bienestar; ver cómo aumenta la brecha social, y que sigue viva una reforma laboral que hunde a las clases medias; que se mantenga la Ley Mordaza que quita las libertades conseguidas... Pero mirando al inmediato futuro quiero resaltar dos situaciones menos conocidas.
   En los presupuestos de 2018, aprobados en el Congreso de manera tan oportuna que hace sospechar un espectal manejo de los tiempos. Tiene en contra del cumplimiento de déficit a las entidades financieras, como ejemplo el Banco Santander, que prevé un déficit del 2,8% este año, lo que supone un desvío de unos 6.600 millones. Tampoco les da credibilidad el servicio de estudios del Banco de España, que -sin conocer los últimos aumentos de gasto- cree que el objetivo en 2018 quedaría en el 2,5% y en el próximo año en el 2,1%. La Comisión Europea maneja un déficit al final del año del 2,6% o superior y muy por encima del 1,3% prometido por Montoro para 2019. Así España estaría bajo el yugo europeo de déficit. Tenemos el riesgo  de hipotecar el futuro con el pacto  PNV/Bildu. Toda una chapuza de futuro al que se añade la deuda. Recordar que, pese a todo, aún no han sido definitivamente aprobados.  
   Por último resaltar la realidad energética de España, que actualmente se encuentra a 20 puntos por debajo de la media europea en renovables, cuando éramos líderes en 2011. Ahora llevamos cuatro años sin instalar este tipo de potencia. Además, se persigue el autoconsumo, violando un derecho que la Comisión Europea considera como inherente al consumidor. España demanda un equipo energético en el gobierno con más rigor tanto en la ejecución de una política energética sostenible como en sus declaraciones y actuaciones públicas, en ello nos va el futuro. Nunca se debe olvidar que la energía es el motor de la economía. Deberíamos pensar en favorecer la exportación de renovables por nuestros privilegiados recursos naturales, nuestra excelente tecnología y la rápida subida del precio del crudo. Ese es el único camino para industrializarnos. El PSOE no tiene fácil la moción de censura ni el posterior gobierno, con o sin presupuestos. Pero es necesaria la salida de Rajoy para regenerar  España. 

domingo, 20 de mayo de 2018

DE VÍCTIMAS A VERDUGOS

    En 1947, la ONU se ocupó de la cuestión de Palestina escogiendo un territorio que entonces era administrado por los británicos. Cincuenta años antes, había comenzado en Europa un movimiento llamado "Sionismo Político", cuya intención era crear un Estado judío en Palestina mediante la expulsión de habitantes cristianos y árabes que componían más de un 95% de su población y su reemplazo por inmigrantes judíos (recordemos que el Holocausto comenzó en otoño de 1941 y se cobró 10 millones de víctimas). En realidad, aunque la Asamblea General de la ONU recomendó la creación de un Estado judío en parte de Palestina, esa recomendación no fue vinculante y nunca fue implementada por el Consejo de Seguridad, dando realmente carta blanca a sus acciones. Así comenzó la transformación de un pueblo que sufrió como ningún otro y que gozó posteriormente de las simpatías del mundo occidental para conseguir una patria y que utilizó estos apoyos, sin tener en cuenta los derechos humanos. Expulsaron de su tierra a un pueblo, con terrorismo y violencia de todo tipo, matando a todo aquel que intentaba resistirse. Hoy, sin duda, gozan de bastantes menos simpatías.
    La guerra de los Seis días, entre el 5 y el 10 de junio de 1967 y el rotundo triunfo militar de Israel, cambiaron el mapa y el reparto de poder en Oriente Medio: hicieron retroceder a Egipto, Jordania y Siria e iniciaron más de 50 años de dura ocupación israelí en el este de Jerusalén y en Cisjordania. Supuso también que EE.UU. e Israel firmaran un plan de ayuda militar para diez años, por valor de 38.000 millones de dólares, además del apoyo político indefinido. Como consecuencia, actualmente hay cerca de 800.000 personas en asentamientos reconocidos como ilegales, en los que se vive en condiciones infrahumanas, pese a las sucesivas resoluciones de Naciones Unidas, proclamando Jerusalén como su capital "única e indivisible", algo que formalizaría en los años 80 del pasado siglo pero que no fue reconocido por la comunidad internacional, que mantiene sus legaciones en la capital, Tel Aviv. 
   La compleja internalización de Jerusalén se rompe cuando el presidente Trump ordenara al embajador de EE.UU., de manera unilateral, su instalación en Jerusalén, proclamando así a esta ciudad la capital exclusiva de Israel, coincidiendo, además, con el 70º aniversario de la Nakba (término árabe  que significa "catástrofe" o "desastre", utilizado para designar al éxodo palestino). La llamada Gran Marcha del Retorno ha suscitado masivas manifestaciones en el límite de la franja de Gaza con Israel, que se han saldado hasta ahora con más de un centenar de muertos y unos 10.000 heridos de bala palestinos y ni un herido entre los soldados israelitas, lo que nos dice todo. En este desigual enfrentamiento, Israel empleó unidades de combate, fuerzas especiales, servicios de inteligencia y francotiradores, que fueron enviados a la frontera hasta duplicar el despliegue militar existente. Y el conflicto continúa.
   Esta decisión de Trump hace dificilísimo la construcción de dos estados que vivan en paz. La reacción del mundo ha sido casi unánime, y en especial la de Europa contra la represión. Es cierto que Israel gana de nuevo, pero no es menos cierto que aumentan los odios de los palestinos y de la nación árabe, previsiblemente durante generaciones. Este tipo de políticas torpes y cortoplacistas son propias de Trump. Pensemos que después de la victoria de la guerra de los seis días el conflicto y la inseguridad han continuado. Debemos recordar además algo que hoy parece insignificante como es que el crecimiento demográfico de palestinos y árabes es enormemente desigual, y dentro de unas generaciones todo puede ser distinto, pues puede haber más árabes en Israel que judíos. Ambos pueblos necesitan vivir en paz.

domingo, 13 de mayo de 2018

PALABRAS QUE MIENTEN Y NO DAN RAZONES

    A veces tengo la sensación de que vivimos atrapados por palabras y expresiones que vacían de sentido nuestro cotidiano vivir. Quiero destacar especialmente el discurso empleado en la política, debido a su gran repercusión en nuestras vidas. Palabras que no respetan la verdad ni aportan razones que justifiquen sus compromisos o la salida de ellos. Palabras que a su vez trasmitimos a otros sin darnos cuenta de que con ello contribuimos a sus fines, pues al repetirlas aumentamos su credibilidad. Pese a los avances en comunicación, estamos empobreciendo el lenguaje, usando cada vez un menor número de palabras y las pocas nuevas sirven para ocultar la verdad: ahora llamamos "postverdad" a las falsedades aderezadas por el uso pervertido de datos y argumentos, amplificando su uso en las redes sociales, cuando son simplemente "bulos".
A continuación señalo algunas intervenciones de los dos partidos que mayor número de votos tiene en la última encuesta del CIS, que por ocupar el mismo espacio político y ser "enemigos entrañables" o "amigos irreconciliables" usan con más facilidad las palabras sin fines ideológicos, sin dar solución a los problemas, ni fines aclaratorios.
La Asamblea de Ciudadanos respaldó, a principios de febrero de 2017, la propuesta de Albert Rivera para redefinir ideológicamente el partido, eliminando de su ideario la referencia al socialismo democrático, para sustituirla por la de liberalismo progresista, es decir, pasaron de definirse de izquierdas a hacerlo de derechas, buscando aumentar votos para formar gobiernos a partir de 2019, cuando hay elecciones municipales, autonómicas y europeas. Su propósito era porque parecía más fácil robar votos a un "PP" en decadencia. No hablaron de soluciones a los problemas ciudadanos.
Cuando empezó el conflicto catalán abogaron por la inmediata aplicación del artículo 155 cuando no era tiempo ni había suficiente apoyo jurídico, cuando lo implantaron. Su triunfo electoral inició su ascenso en las encuestas. Ahora que ven la existencia de algún contratiempo, retiran su apoyo diciendo que han hecho dejación de funciones y que actuarán por su cuenta. Se quieren salir del bloque para evitar riesgos.
Últimamente con la crisis del gobierno de la Comunidad de Madrid por el caso "Cifuentes", Cs han exigido al "PP" nombrar un nuevo candidato sin mancha alguna de corrupción, pues se consideran a sí mismos los líderes de la anticorrupción. El pasado lunes, ELPLURAL.COM desvelaba en exclusiva que Ángel Garrido, el hombre elegido por el "PP" para ser el candidato a la investidura y seguir al frente del Gobierno de la Comunidad de Madrid hasta las elecciones autonómicas de 2019, ocultó información de su préstamo hipotecario tanto en su declaración de bienes y rentas de Diputados de la Asamblea de Madrid, como en la de la Comunidad de Madrid. A la vez, el candidato afirmaba que dará continuidad a las políticas del partido. Recordemos que desde hace 15 años que gobiernan, la corrupción ha afectado a todos sus presidentes. Sólo palabras.
Del "PP" ya hemos comentado muchas cosas, aunque aún podemos añadir alguna más, en la continua manipulación de RTVE. Una televisión pública que ha convertido sus informativos en una máquina de propaganda del "PP", y que hurta información esencial. Preguntado Montoro sobre ello, en sede parlamentaria, contestó: "si no les gusta pueden ver otra". Mientras las protestas de los profesionales continúan.
Al presentar, el susodicho los presupuestos de 2018 dijo, como en los anteriores cinco: "son los presupuestos más sociales de la historia de España". Descubrimos que estos presupuestos destinan el 3,89 % del PIB a educación, el dato más bajo de la serie histórica, lo mismo ocurre en dependencia, sanidad, salario mínimo e incluso, excluido este año, en las pensiones con el 0,25% y el copago farmacéutico. Palabras mentirosas.

domingo, 6 de mayo de 2018

EL DOMINIO DE LA POLÍTICA-FICCIÓN (un análisis de la motivación del voto)

   Para entender el término política-ficción, tomaremos como referencia las últimas elecciones autonómicas realizadas en Cataluña, en las que unos y otros las presentaban como la solución completa de sus deseos, sus sueños y sus sentimientos más sublimes. Cada persona lo iba a solucionar todo ello en las urnas; unos lo conseguirían simplemente con la independencia y otros con mantenerse en la unidad de España. Pero del mismo modo que usar un bisturí no significa que se esté realizando un acto quirúrgico, usar las urnas de esa forma no significa que se esté realizando un acto democrático. Por eso es importante entender que la solución puede encontrarse en  programas viables, razonados, analizados y con alguna carga utópica, los que motiven la decisión y no basarse exclusivamente en sentimientos y sueños, sin carga de razón. La solución que salga de unas urnas, sin el proceso democrático previo que aporte soluciones programáticas que se debatirán sin coacciones, como base de un proceso de sensaciones, razones y experiencias, será real y libre pero sin valores democráticos. 
   Los vientos del neoliberalismo han conseguido convertir la política en un mundo virtual. Se borran con sentimientos o miedos los conflictos cercanos a la experiencia de la gente (sanidad, educación, trabajo, pensiones, libertad) y se impone como alternativa la discusión abstracta (guerras de banderas, informaciones sensacionalistas, medias verdades y otras tácticas partidistas). Más que solucionar problemas, los partidos juegan a quitarse los votos. No se trata de dar soluciones reales a los problemas para ganarse el voto, sino de buscarlo a cualquier precio, aunque sea a costa de agravarlos.
   De esta forma, el neoliberalismo catalán pudo así sustituir su corrupción, con el uso sectario de las instituciones, liquidando la sanidad pública, la educación y los derechos laborales con el relato de una Cataluña oprimida por España, que permitió la extraña unidad con ERC, un partido de pensamiento político distinto, que no reparó en sus diferencias y corrupciones y se dejó llevar ante el sentimiento independentista.
   En las elecciones del resto de España aparece también esa tendencia a la fidelidad sentimental para tapar corrupciones, motivada además por el recuerdo de la Guerra Civil y de la represión posterior que en cierta forma ha condicionado una política singular que ha impedido la colaboración entre los aún permanentes bandos que nos singularizan respecto a otros países de Europa. Después de tantos años aún no hemos sabido pactar la paz y la figura de Franco sigue condicionándonos. Los españoles debemos conocer realmente la historia de ese tiempo y empezar a pensar en un futuro que ya sabemos que debemos andar todos juntos para alcanzar las metas del complejo mundo en que nos ha tocado vivir. De otro modo estaremos incapacitados para elegir bien, pues elegiremos al más afín con nuestro pasado o con nuestros afectos.
   Es necesario reconocer que estos elementos emocionales coexisten con las más variadas motivaciones. El asesor en comunicación política Luis Arroyo, nos dice que a veces "el primer voto es como el primer amor", es como si se estableciera un vínculo entre el votante y el partido. Es fácil que un votante recuerde con qué candidato se estrenó en las urnas, aunque luego cambie de partido en función de la situación política general o la variación de su entorno. Esa es la cuestión que se repite en los despachos políticos o en los centros de estudio. Antes que quién ganará las elecciones, aparece la pregunta del porqué votarán los ciudadanos, si lo harán con el sentimiento o con la cabeza, por ideología o por castigo. Si lo hacen porque sí, por fidelidad, o porque están hartos y les seduce la idea del cambio. Todo ello son indicios de la escasa formación política y de la historia reciente que recibe el ciudadano español en estos momentos.