domingo, 26 de mayo de 2013

LOS INTOCABLES DE LA CRISIS

     En esta crisis, como ocurre en las guerras, las primeras víctimas han sido la verdad y la justicia. Aquí, la mentira en convivencia con la opacidad han parido una enorme corrupción, acompañada del empobrecimiento de los más inocentes. Conductas realizadas sin castigos penales ni políticos que han hecho intocables a sus autores:
  • La banca, originaria de la crisis con los bonos basura, ha costado a los españoles algo más de 60.000 millones de €, de ellos 14.500 millones ya son considerados por el Estado como pérdidas, de momento. El desplome bursátil de BANKIA elevará al 70% las pérdidas de las preferentes debido a la pasividad del banco al no informar adecuadamente y a la inoperancia de la CNMV, que permitieron que siguiera su cotización cuando se había negociado la totalidad de su capital, un latrocinio que quedará impune. La economía real sigue sin liquidez, pues los bancos buscan solo seguridad y beneficios. El BCE presta a la banca, avalado por el Estado, al 0,5% y ella, cuando presta, lo hace al 9%. Como premio a su mala gestión, son los mejor pagados del país. Hay dinero barato para bancos y banqueros, no para empresas y ciudadanos. En los desahucios, no atienden los gastos de comunidad, acumulando una deuda de más de 340 millones de €; cuando firman la hipotecas exigen seguros ilegales, cobran gastos de gestión indebidos e incluyen cláusulas suelo no permitidas. Pero no pasa nada.
  • La Iglesia, desde la reforma de Aznar de 1988 (los obispos son fedatarios públicos), ha inscrito 4.500 nuevas propiedades sin pagar impuestos. Buena parte son viviendas que alquilan sin el IBI (impuesto municipal). La “Mezquita de Córdoba”, por ejemplo, pasó a propiedad de la Iglesia en marzo de 2006. Inscribirla costó 30 €. Los beneficios por entradas (llamadas limosnas) se estiman en 10 millones de €/año y no pagan IVA. Sus ingresos por todos los conceptos se acercan a 11.500 millones de €/año. La jerarquía eclesiástica española aporta a cambio su insensibilidad con los pobres (las aportaciones a Cáritas no llegan al 1%) y el silencio con las injusticias. Espero que el Papa Francisco siga dando preferencia al hombre sobre el dinero y todo cambie.
  • El clientelismo político, que se practica en empresas públicas, empresas afines, administraciones, y en los múltiples organismos públicos existentes dentro y fuera de España. Entre funcionarios e interinos hay una disminución en personal y sueldos de cerca del 30%. Sin embargo, los contratados a dedo, que no exigen título ni aptitudes, han crecido en año y medio el 7%. En cargos de confianza se estiman en 40.000 los colocados. En empresas, se acercan a los 130.000 y en liberados sindicales, en baja, los 50.000. En conjunto, 220.000 con sueldos de 38.000 €/ año de media, un 38% más que los funcionarios. El gasto puede superar los 8.000 millones de €., sin contar los sueldos de los políticos liberados. Los datos son aproximados, pues el gobierno no da cifras. 
  • Las grandes empresas; de las 35 empresas del IBEX, 33 tienen cuentas en paraísos fiscales y 29 tienen excargos políticos en sus consejos de Administración. Las petroleras, desde el pasado 31 de enero, han aumentado su margen el 31% gracias al control de precios. El dinero negro se estima en 270.000 millones de € (el 27% del PIB), lo que supone dejar de cobrar 70.000 millones de € en impuestos. Falciani da los nombres de 130.000 usuarios en bancos suizos, de ellos más de 3.000 españoles. También Rajoy cuenta que ha descubierto propiedades fuera por el 9,8% del PIB. Sin que mejore la Hacienda pública. 

    El gobierno carece de ética y no quiere una justicia independiente, como afirma Garzón. Mientras, los pagos en metálico y las declaraciones sobre Bárcenas siguen complicando su gestión.  


domingo, 19 de mayo de 2013

“PALOS DE CIEGO”


    El dicho popular nace de la “piñata”, un juego en el que los participantes, con los ojos vendados y armados de un palo, la emprenden a garrotazos hasta que rompen la pieza de barro pendiente de un hilo. La imagen de dar palos a diestro y siniestro sin mirar dónde se dirigen recuerda a los gobiernos de Merkel y su acólito Rajoy intentando, a fuerza de bandazos, encontrar una solución para una crisis que ha sumido a Europa en una recesión de año y medio, la más prolongada de su historia. Eso no impide que sigan dando “palos de ciego”, aunque deben de hacer trampas, pues siempre dan a los más débiles.
    Berlín carga con dureza contra la troika y la Comisión Europea; Barroso critica la política de austeridad económico-moral, de inspiración alemana, en voz baja pues las elecciones alemanas pueden hacer rodar cabezas. Uno de los peor parados, España, va a ponerse bajo la vigilancia de Bruselas que no se fía, y el próximo 29 pueden ponernos sanciones por los enormes desequilibrios. Algo parecido a si hubiéramos pedido el rescate pero sin darnos dinero. Nuestro gobierno, atrapado en el caso Gürtel-Bárcenas, dedica mucho tiempo a poner trabas en la instrucción del juez Ruz, a la vez que busca quien le sustituya y se pliegue a sus deseos. Después, ya con los suyos en el Supremo y el Constitucional, podrán decir, con aires de víctima, que tenemos que pedirles perdón por tanta calumnia. Las últimas amenazas de Bárcenas hablan de documentos firmados con dinero “negrísimo”. Gallardón sonríe, aunque su ministerio puede estar en juego. El encierro de Blesa (nombrado por Aznar), uno de los 100 banqueros imputados, abre ligeras esperanzas. Mientras, el PSOE sigue buscando excusas para aplazar las primarias a tiempos tan cercanos a las elecciones que terminen quedándose los mismos. 
    Esta situación de improvisación egoísta, al parecer generalizada en Europa, no debe impedir que volvamos la vista a nuestro país, donde los destrozos están siendo especialmente duros e injustos. Ya sabemos con certeza que el gobierno dice unas cosas en Europa, otras a los bancos y otras a los españoles, los menos valorados, que nos informa con silencios, lejanías, medias verdades y mentiras. En el pasado Consejo de Ministros del 3 de mayo, Rajoy nos pintó un sombrío panorama para el empleo, los recortes y la deuda, entre otros. La reacción popular al ver su resignación y ausencia de soluciones, les hizo cambiar el discurso y volver al engaño. Salieron en tromba diciendo que estábamos en el final de la crisis, que la reforma laboral es un éxito, que España era creíble… y cosas por el estilo. En unos días, sin otra cosa que un discurso distinto, nos hicieron creer que todo había cambiado e incluso que la baja de la prima de riesgo era mérito de Rajoy. Nuevos insultos a la inteligencia. 
    La realidad es que no saben qué hacer, como bien ha dicho el ministro de Exteriores. Sin disminuir el “déficit” y con el ahorro como coartada, han conseguido en año y medio: crear la mayor fractura social y el mayor número de personas en situación de pobreza desde que existen datos; que los derechos de la mujer hayan disminuido; que las denuncias por malos tratos hayan bajado el 35%  por la desconfianza e inseguridad que han generado sus políticas que ahora penalizarán el aborto; que se estén violando los derechos humanos por el abandono de la Ley de Dependencia y por haber creado una sanidad selectiva; que nos estén dejando sin futuro despreciando la investigación y hundiendo la educación pública. Nadie ha destrozado tanto en tan poco tiempo.
    Por último, dar las gracias a los indignados del 15M por demostrarnos que aún existe una juventud descontenta que quiere cambiar el mundo y por darnos esperanzas de que puede conseguirse, pues: “si rompen nuestros sueños, no les dejaremos dormir”.

domingo, 12 de mayo de 2013

DEL TOTALITARISMO Y LA SINRAZÓN


     El premio Nobel de literatura en 1957, Albert Camus, francés de madre española y amigo de muchos exiliados republicanos españoles, dejó escrito algo sobre lo que conviene reflexionar: “El totalitarismo no se edifica sobre las virtudes de los  totalitarios sino sobre las faltas de los demócratas.” Desde la discutida “Transición” hemos ido construyendo una democracia bipartidista cuya rivalidad ideológica en sus inicios admitía diálogo y pactos. Con el tiempo han ido dejando atrás el espacio ideológico y el de los compromisos, empleando cada vez más tiempo y espacio en los intereses personales. El aderezo romántico del principio ha ido abriendo el camino a un realismo que valora sobre todo lo económico, sometiéndose al poder financiero. En paralelo, el ejercicio político de los mandatos democráticos ha introducido “tics” totalitarios cuando se daban mayorías absolutas y cuando no, pactos que cambiaban sus apoyos por intereses económicos, encubiertos en lenguajes patrióticos, pragmáticos o solidarios.  Nadie dio la voz de alarma. De esta forma algunos partidos, según su poder institucional, han ido practicando, cada vez en mayor grado, el clientelismo, la opacidad, la falta de debate y, por último, la corrupción, que normalmente se acompaña de la ruptura de los usos democráticos.
     Muchos ciudadanos vemos con indignación las prácticas totalitarias, cada vez más frecuentes en los usos políticos de este gobierno: no tienen interés por cumplir el programa con el que accedieron al poder y que, lógicamente, debía contener su ideología, lo que nos hace suponer que ahora practican la ideología de “otros”. No explican sus políticas y exigen continuos e impropios actos de fe. Son partidarios del autobombo y como consecuencia son impermeables a la crítica. Endurecen el discurso y el código penal para evitar las protestas en la calle o en los medios de comunicación, es decir, no les interesa la libertad. Tampoco les interesa el diálogo social o político, pues haría imposible su opacidad, una práctica necesaria para gobernar desde el entorno de corrupción que los inunda. No les interesa un poder judicial independiente que pueda dar al traste con sus corrupciones y alejarlos del poder. En una palabra la sinrazón avala sus actos y éstos sólo se comprenden si seguimos como línea de investigación la marcha de sus intereses o las políticas conservadoras de Alemania o “neocon”, según sople el  aire.
      A estas alturas son necesarias medidas urgentes para evitar que la crisis económica no llegue a un grado de destrucción que haga dificilísimo volver al Estado de Bienestar del que rápidamente nos alejan. El empobrecimiento de la educación con una ley que quiere dar permanencia a los principios clasistas con los que nos gobiernan, ocultando su entrega a los intereses privados, especialmente a la Iglesia. Lo mismo que están haciendo con la privatización de la sanidad para las empresas que les son afines, a la vez que abandonan la investigación. Acciones todas que están hipotecando nuestro futuro y que impedirán lo que pudiéramos llamar una salida social y justa de la crisis. Únicamente puede impedirse ese futuro con la continua movilización popular, basada en la participación masiva, como se ha demostrado con la Ley de Educación. Sin olvidar que la solución definitiva pasará, en un futuro que no debe alejarse, por el acuerdo y la realización de nuevas leyes que permitan la transición hacia una auténtica democracia representativa. Solo posible con leyes pactadas que tengan como principios el diálogo y el respeto a la libertad. Nunca más el silencio de los demócratas que  justifique políticas totalitarias. De otra forma ocurriría lo que pensó Vallespín cuando oyó a Rajoy en el Congreso diciendo “no” a  pactar: “El futuro se cancela por escasa participación”.

domingo, 5 de mayo de 2013

UNA LEGISLATURA FALLIDA


     La situación que atraviesa España y el futuro que vaticina el actual gobierno (es peor el europeo), está gritando la necesidad de un cambio radical en políticas y en políticos. Después de conocer los datos del paro, más que paciencia Sr. Presidente, debería habernos pedido perdón y hacer un cambio de gobierno sin bicefalia económica, pues ni sus incumplimientos del programa, ni los sacrificios de los españoles han servido. La única razón más poderosa que ha usado para justificar sus políticas ha resultado, después de las previsiones conocidas del final de la legislatura, también falsa:


    Hace falta ya, que el presidente se responsabilice políticamente de las decisiones de su gobierno y de su partido y dé explicaciones sobre lo que piensa hacer y porqué lo hace. Nuestro pueblo, que ya no se fía de sus palabras, empieza a pensar que vivimos una legislatura fallida para cuya afirmación encuentra abundantes razones:
  • Ante los continuos casos de corrupción, sólo hemos oído balbuceos e incongruencias, mientras descubrimos el enriquecimiento de buena parte de dirigentes del PP y del gobierno. Sigue dominado la mafiosa ley del silencio.
  • Su desconexión con el pueblo ha llegado al extremo de que mientras los recortes producían destrucción de servicios y marginación social, Carlos Floriano reconoce que sus cargos públicos cobran un doble sueldo.
  • La protección de la banca ha requerido aportaciones que han anulado los recortes, favoreciéndoles también con su posición legislativa los desahucios injustos y los robos en preferentes. Pese a todo, los créditos siguen sin fluir. 
  • El equipo de gobierno que tanto defiende, se comporta de forma autoritaria, es mediocre, soberbio e irritante, nos toma por tontos, está dividido, no valora el diálogo y descalifica a los manifestantes sean o no pacíficos.
  • En resumen, mientras el país se hunde, Vd., Sr. Presidente, se esconde. 
    Declaraciones como: “este gobierno sabe lo que tiene que hacer” o “no cambio el gobierno porque están haciéndolo muy bien”, nos indican que van a seguir con las mismas políticas hasta el final. La lejanía de una solución española a través de un Pacto de Estado, produce la irritación de todos y más cuando el PSOE se empeña en no ser alternativa, al demorar las decisiones que pudieran dar credibilidad a sus propuestas mostrándonos, cuanto antes, nuevas políticas con nuevos rostros elegidos por las bases.
     La España del “PP” en paro, desestructurada, sin oposición política, que permite bajos salarios y despidos, es presa fácil para financieros sin escrúpulos, para el triunfo del miedo, de la miseria, del populismo y de falsos pactos que creen euforia ante los procesos electorales. Por eso tiene interés el eje París-Roma contra la consolidación fiscal y la austeridad sin crecimiento, para equilibrar una nueva correlación de fuerzas en una Unión cada vez más alejada de sus valores fundacionales. El gobierno español debería pensarse esa opción y salir del mandato de Alemania que pide más de lo mismo.