domingo, 18 de noviembre de 2012

LA ESTRATEGIA DE OCULTAR LA REALIDAD


      La pasada huelga general, especialmente las manifestaciones de ese mismo día, dejaron patente el mensaje de un pueblo que no admite demoras para que el gobierno cambie su conducta e inicie, con otro estilo, nuevas medidas que fomenten el crecimiento. La respuesta, desde sus medios afines, ha sido la de falsear la realidad dando cifras increíbles. Se inventan, sin decir cómo lo calculan, cuantiosas pérdidas de un día de huelga, dando cifras que repiten para causar daño, sin darse cuenta de que están declarando, desde esas cifras, que la huelga ha sido un éxito. Mientras, medios oficiales como Tele Madrid, dejan fijas las imágenes de violencia para descalificar las protestas; a la vez que otros, impropiamente llamados periodistas, utilizan la desvergüenza de hacer los análisis de la noticia antes del día 14, con la intención de evitar que la realidad les impida hacer el reportaje que desean. Todos disculpan los excesos de la policía, sin entender que esas conductas incitan a la violencia. Por su parte el ministro de Economía, como portavoz del gobierno, repetía el latiguillo de siempre: “la hoja de ruta es la única posible para conseguir el objetivo marcado”. Un dogma que como tal hay que creerlo desde la fe en sus métodos y no desde la razón. Acciones en las que no creen ya ni los organismos internacionales ni los más prestigiosos economistas, pero nuestro gobierno insiste, utilizando el principio: “una mentira, repetida muchas veces, puede llegar a parecer verdad”. 
     Durante la protesta, el Parlamento aprobaba unos presupuestos en los que seguían haciendo exclusivamente recortes que impedirán el crecimiento futuro y que dañarán, una vez más, a los sectores sociales con menos recursos. Recordemos que los ahorros en educación, sanidad, dependencia, investigación, comedores infantiles, sistema de avisos a dependientes, copagos farmacéuticos a jubilados; unidos a los ingresos por tasas judiciales (dificultando el acceso a la justicia), tasas a los dependientes (creando obstáculos a los que más lo necesitan), la subidas del IVA a la cultura, paga extra de Navidad a funcionarios, no suman la cantidad que se va a pagar para nacionalizar las pérdidas de BANKIA ( 30.000 millones de euros), a los que habría que unir los más de 7.000 millones de € de pérdidas de este año. En la misma línea, Madrid rebajará del 45% al 10% los tributos a los casinos de Eurovegas. También impondrá el euro por receta, como en Cataluña, mientras el gobierno estudia despacio el informe que en junio emitió el Consejo de Estado. Posiblemente, en esta ocasión, el conflicto político interno del PP beneficie a los ciudadanos. 
    Para compensar, el gobierno saca un arbitrario Decreto-parche para los desahucios en el que se limita a mínimos para salvar la cara ante los suyos. Quizás debido a la rapidez de la chapuza no han tenido en cuenta la dación en pago, los avalistas afectados casi todos mayores, los intereses del impago superiores al 18%, ni que la banca es responsable de las valoraciones. Una banca que admite la dación en pago y demoras a los grandes promotores. Lo que sí está claro es que les resulta muy comprometido hacer una nueva ley hipotecaria, pese a que la actual tiene más de cien años (1909) y su más importante reforma data de los tiempos de Franco (Texto Refundido, según Decreto de 8 de febrero de 1946). La razón última del gobierno es que los desahucios no deben aumentar las pérdidas bancarias. Pero la prueba más evidente de su desinterés por este problema social es el desconocimiento de su realidad: el pasado viernes declaraban desde el Ministerio de Economía a El País que en los últimos cuatro años se habían producido entre 4.000 y 15.000 desahucios de primera vivienda en España, mientras que la cifra que ofrece el Consejo del Poder Judicial asciende a 350.000. Esperemos que los tribunales europeos arreglen lo que a nuestro gobierno, en un nuevo acto de dejación de soberanía, tanto le cuesta conocer y llevar a buen fin. Algunos del gobierno deberían saber que “Dimitir” no es un nombre ruso. 
      Para mayor abundamiento del desastre que están haciendo, el gobernador del Banco de España, Luís María Linde, nombrado por el PP, advierte que las expectativas de crecimiento para España son peores que en 2008. Por su parte Francia rechaza el recorte presupuestario que le propone Van Rompuy, mientras sus políticas consiguen cifras de crecimiento del 0,2%, según los datos del tercer trimestre. Parece que existen mandatarios que siguen, hasta ahora con éxito, caminos distintos a los del dogma que nos imponen. Lo curioso es que el conjunto de Europa se encuentra en una segunda recesión, pues la economía de la eurozona ha caído en el tercer trimestre el 0,1%, a la vez que España cae un 0,3%. Es seguro que, pese a todo lo que está ocurriendo, su mayor preocupación, en este momento, consiste en tener a mano algún chivo expiatorio al que todos sus voceros echen la culpa, para seguir ocultándonos todo un mundo real de errores e injusticias que les permitan mantenerse en el poder. Deberían recordar que quien oculta la realidad suele ser víctima de su venganza.

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