domingo, 11 de septiembre de 2016

SÍNTOMAS DE ALGO DISTINTO

   Durante casi un año de “gobierno en funciones”, hemos visto infinidad de cambios en los compromisos y estrategias de los cuatro partidos e incluso los desastres económicos que se producirían si no se aceleraba el nombramiento de gobierno (la estrategia del miedo del “PP”), cosa que no ha ocurrido. Lo cual no quiere decir que el “día de la marmota” se pueda prolongar indefinidamente sin consecuencias. Pero veamos que está ocurriendo en nuestra economía durante este tiempo “en funciones”. 
   Es cierto que el desplome de inversión en España ha sido más intenso que en nuestros socios europeos y que sigue muy por debajo de 2007. Pero no es menos cierto que los indicadores adelantados del 3tr/16 mantienen el dinamismo y la desesperación prevista para 2017 sigue en pie, pero mucho menos intensa. Por fortuna, los españoles optamos por desarrollar un estado autonómico que pretendía ser federal y aún por desarrollar, pero que ha permitido que los gobiernos de las CCAA sigan gestionando la mayor parte de los problemas de sus ciudadanos con mayor acierto, en general, pese a las trabas del gobierno en funciones. El Ibex/35 no sale peor parado que el resto de bolsas y las políticas europeas siguen marcándonos el rumbo económico. Hemos ido viendo cómo el parlamento va sustituyendo a las tertulias de televisión, aunque mucho más abierto. Unas nuevas elecciones no son deseables, pero tampoco serían una tragedia. 
   En el “PP” el asunto Soria, que ha implicado en sus engaños a casi todo el gobierno de manera directa, parece haber roto su aparente monolitismo y descubierto los manejos de su cúpula de poder y la división del gabinete. Muchos empiezan a ver que el mullidor de casi todo es Rajoy y que puede ser un estorbo, pese a que en este caso el chivo expiatorio pueda ser Guindos. Los vigentes estatutos hacen poco probable que estas discrepancias puedan sacar a Rajoy de su sitio. Pero hay que contar con el revuelo mediático de los próximos grandes juicios y las nuevas denuncias.
   En el PSOE, Sánchez ha comenzado esta vez guardando rigurosamente los tiempos y el método. Ha esperado a que terminara el proceso de investidura de Rajoy, sin salirse del guión marcado. Pasado ese tiempo, la lógica política y la general aconsejan, antes de postularse de nuevo, una exploración previa para conocer sus posibilidades; exploración que se está realizando con transparencia y sin perder el tiempo. Pues bien, pase a todo, en tertulias, mentideros, noticieros y comentarios no se entiende su posición, situación que aprovechan los barones socialistas de siempre. A medida que avanza la idea, se empieza a ver más claro que hablar con todos, empezando por el “PP”, le está permitiendo hacerlo con separatistas, excepto Bildu, sin críticas. Al final del periplo sabrá si debe postularse o no para un nuevo gobierno y, sobre todo, podrá dar las razones de su posición, lo que le permitirá, en el peor de los casos, establecer los culpables de las terceras elecciones. Lo que no es poco.
   Iglesias se encuentra en un momento difícil y Sánchez se ha reunido con Garzón y lo hará con otros líderes de la formación, lo que le puede permitir conocer la solidez de las principales confluencias. En esta ocasión Iglesias ha adoptado una postura “aparentemente” menos arrogante. Por su parte, Rivera aparece ahora más intransigente, después de su enorme desgaste con Rajoy, aunque ahora únicamente se le pide su abstención. Esperemos que ese sacrificio por España que con frecuencia invoca le haga pensar en una postura más flexible. Por último, los independentistas podrían aplazar sus exigencias ante un nuevo gobierno. Sin duda está difícil, aunque ahora aparece un pequeño espacio a la esperanza. Además están pendientes las elecciones en Euskadi y Galicia. Esperemos no llegar a otras elecciones, mientras, mantengamos la ilusión.

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