El acto de la Plaza de Colón, terminado con un manifiesto deleznable, representó para CS, pese a sus vergüenzas con Vox, su mejor momento político, pues llegó a sacar en las siguientes generales 55 escaños, muy cercano al "PP" de Casado. Sin duda las líneas rojas marcadas por Ribera contra el PSOE rompieron las esencias de un partido liberal, muy necesario en ese momento. Hoy se encuentra en vías de extinción, hasta el punto de que en las elecciones del cuatro de Mayo en Madrid, puede quedar sin representación, al no superar, en las encuestas, el 5% de los votos. Aunque presentarse para quitar a Ayuso les puede dar fuerza.
Las elecciones de Mayo de 2019 fueron para Casado una auténtica derrota, en la que incluso llegó a perder Madrid, sin embargo, los pactos conseguidos con Vox y Cs le permitieron gobernar en Madrid, Andalucía, Castilla y León, Murcia... De buenas a primeras el perdedor se transformó en ganador. Pero Casado fue olvidando a sus benefactores políticos: en la Moción de Censura de Vox contra Sánchez, Casado no solo la votó en contra, sino que aprovechó para dedicar insultos al líder de Vox. También solapadamente intentó absorber a Cs por su cuenta. Las elecciones catalanas le han situado en la realidad actual, la de un perdedor, lastrado por la corrupción. Hoy, solo Vox está creciendo. Veamos ahora este tiempo de mociones y elecciones anticipadas.
La salida de las mociones empezó contra la autonomía y el ayuntamiento de Murcia, por PSOE y Cs. Una salida política, que guste más o menos, es constitucional. Se justificaba por la corrupción existente en la autonomía murciana. La realidad ha sido que fracasó, a la vez que hacía buena la corrupción de la que se le acusaba. García Egea dio una rueda de prensa entre él, como sujeto corruptor, y los sujetos corrompidos y lo hizo sonriendo por su triunfo, dando así una fea lección, mostrando a la opinión pública lo que hace en el PP un alumno aventajado del partido más corrupto de la democracia. Ahora el "PP" sigue, pero depende de Vox. Debido a esta corrupción continuada del "PP", de la que dan fe los muchos juicios pendientes, la ética, la independencia judicial y las formas han desaparecido de nuestra democracia.
La segunda moción, con resultado distinto, ha sido la de la autonomía madrileña. La presentaron, casi al unísono, el PSOE y Más Madrid. Pero a ellos se anticipó la Presidenta Díaz Ayuso, convocando elecciones. Una decisión irresponsable, por la situación de Madrid con la pandemia, muy propia del egocentrismo mostrado durante su mandato. Algunos informes jurídicos apuntaban a que el adelanto electoral solo contaba después de su publicación en el BOE de Madrid. El problema jurídico lo resolvió el TS de Madrid, el domingo 14 de Marzo, sin que se presenten recursos. Las elecciones tendrán lugar el próximo 4 de Mayo. Las primeras encuestas dan ganador al "PP" de Casado, que deberá pactar para ello con Vox, aunque muchos opinan que hasta el día 4 van a cambiar muchas cosas. Lo que parece más seguro es que, en cualquier caso, se presenta como perdedor seguro a Casado. Si pierde, lo normal es que Casado, después de Cataluña, tendría que dimitir, pero si gana Díaz Ayuso con el apoyo de Vox, con los que tiene una enorme afinidad ideológica, es muy probable que intente ser la Presidenta del "PP" y lo logre. Veremos. Ahora, Casado se está dedicando a incorporar a su partido a cargos locales y provinciales de Cs. Imagino que con un doble sentido: conseguir financiación y aumentar militantes. Lo que puede resucitar a Cs y ponerse unido en su contra. Veremos.
Esta semana, además, saltó la enorme sorpresa de la salida del gobierno de España de Pablo Iglesias, al parecer irreversible, para encabezar la lista de su partido a las elecciones madrileñas. Como a todos, en la carrera política de Iglesias, se le pueden criticar muchas cosas, pero no que le asuste asumir riesgos. Ahora, me gustaría que saliera bien. Continuaremos, pues todo este galimatías político no ha hecho más que empezar.
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