domingo, 28 de marzo de 2021

GABILONDO, UN POLÍTICO NECESARIO PARA ESTE TIEMPO

  Por los previos que se están produciendo, todo parece indicar que estamos inmersos en el discurso dominante en este último tiempo político. Un discurso que considera enemigo al rival y que está basado en insultos y mentiras que ocultan la realidad, cuando debería expresar, de manera lo más didácticamente posible, un programa para Madrid, con soluciones para mejorar el nivel de vida de los madrileños. Es decir, hablar en positivo sobre soluciones a los problemas. Pienso que sería muy aplaudido que estas elecciones marcaran un nuevo tiempo en la forma de hacer política.

Antes del comienzo de la campaña, a Díaz Ayuso se le ocurrió un curioso eslogan: "socialismo o libertad"; con la llegada de Iglesias a la campaña, se le ocurrió "comunismo o libertad". Ambos muy coreados, como ingeniosos, por ciertos medios de comunicación. Supone que en aquellas autonomías donde gobierna el PSOE no hay libertad, estableciendo desde los comienzos una retórica en términos dilemáticos, con una lenguaje de otro tiempo. Debería conocer que ya hace muchos años que el PSOE es un partido socialdemócrata que ha gobernado durante más de treinta años en España y que fue uno de los colaboradores principales en la redacción de la Constitución que nos dió la actual democracia, y que comunismo igual que fascismo son términos que enterró la Constitución. Conocer por qué Díaz Ayuso habla aún de socialismo o comunismo en nuestros días es sencillo atendiendo a la realidad objetiva. Su miedo al socialismo no es otra cosa que el temor al estado del bienestar, el verdadero enemigo de las políticas conservadoras, liberales y populistas que han llenado las instituciones de la democracia de corrupción, en especial en Madrid. Tengo aún la esperanza de que estas elecciones hablen de programas con soluciones de futuro, todo ello en buen tono y buscando el acuerdo y la empatía, evitando la política inamovible de los actuales bloques, que nos lleva al discurso estéril, al insulto permanente y al odio.

En este ambiente político, cargado de pésimas formas, despropósitos y de mal uso de las nuevas tecnologías, el candidato del PSOE, Ángel Gabilondo, es un soplo de aire fresco, que se presenta llamando a la mesura, al entendimiento, al dialogo... En el spot de su campaña, haciendo de la necesidad virtud, se centró en subrayar que el socialismo es rebelde, inconformista, cultural y dinámico, destacando su compromiso con Madrid y con los madrileños, reconociendo que algunos dicen que es un soso. “Si es por sosegado, puede que tengan razón. Será porque no creo en la bronca, porque cuando hay gritos, pido la palabra, pues creo que siempre hay un camino para el entendimiento”. 

Su propuesta, aseguró, sigue siendo alejarse de “la confrontación y el extremismo” y buscar en cambio “espacios de moderación”, con “posiciones transversales”. Gabilondo lamentó que tanto Ayuso como Iglesias traten de polarizar al máximo la campaña, como si la cita electoral en Madrid fuera una disyuntiva entre “fascismo y comunismo”. Y advirtió, por tanto, que si tuviera que pactar para gobernar, sus preferencias serían: Más Madrid y Ciudadanos (quizás por su actual candidato, Eduardo Bal, que demostró su buen sentido en las elecciones a la alcaldía de Barcelona y, sin duda, por oportunidad política). En cuanto a la nº 2 de la candidatura del PSOE para Madrid, la aragonesa Hana Jalloul, me quedo con la opinión del candidato, Ángel Gabilondo, que la define como una "mujer líder, muy de izquierdas y muy feminista, brillante académicamente y una trabajadora incansable”.

Por último, recordar que hay que movilizar todo Madrid, especialmente los barrios periféricos, como Carabanchel, Usera, Puente de Vallecas, Villaverde..., que votan izquierda, con mucha abstención; también los pueblos, con mucho voto de derechas.

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