domingo, 2 de junio de 2013

DOS INJUSTICIAS Y UN ERROR INJUSTIFICABLE

     Entre tantas injusticias y errores de estos años, no es fácil seleccionar dos injusticias y un error; para elegir las injusticias hemos seguido el criterio de la actualidad y en cuanto al error injustificable, la política económica del gobierno para  reducir  el “déficit“.
     La centenaria Ley Hipotecaria tenía, en sus comienzos, escasa aplicación. El uso generalizado comienza en 2007-2008, aunque los desahucios son pocos gracias al colchón de los ahorros y ayudas familiares, la aceleración se produce entre 2010-2013, llegando en 2012 al cenit con 40.000 desahucios. Los avisos contra esa ley, desde el Tribunal de Luxemburgo, comenzaron en 2009, hasta que la sentencia del 14 de marzo de este año, da la razón al demandante y declara injusta la Ley. A partir de aquí se acelera la tramitación. Antes, la iniciativa popular había presentado un texto con 1.500.000 firmas. La reforma, aprobada en solitario por el gobierno, no contempla sus tres exigencia clave: moratoria universal para los desahuciados, dación en pago con carácter retroactivo para la residencia habitual y creación de un parque de viviendas de alquiler social. Ahora el BCE, visto lo aprobado, recomienda medidas amplias que eviten las ejecuciones hipotecarias. La observación, por venir de donde viene, tiene el valor de anular las excusas financieras del gobierno. Para mayor injusticia, la vicepresidenta ha querido impedir los escraches, denunciando el realizado en su casa; el juez le ha quitado la razón y le ha reprendido, pues un gobernante debe pensar las denuncias penales. Hay que reconocer la importante labor de los jueces en el tema. El gobierno parece proteger la banca y que nos roben la casa, la libertad y el recto juicio.  
     Las preferentes están siendo una injusticia y un atraco. Una inversión del pequeño ahorrador que tiene falso hasta el nombre y que ha utilizado la confianza de los clientes modestos en los directores de sucursales para engañarlos. Resulta curioso que  los “inversores institucionales“ hayan ganado en el río revuelto. En el caso de BANKIA (la joya del “PP”), un banco nacionalizado, los poseedores de preferentes han sido engañados, desinformados y desasistidos con quitas que han llegado al  75% de lo invertido. Da la impresión de que el gobierno protege a los que inventan productos y formas de venta que engañen a los usuarios más desvalidos. Esperemos que la CNMV informe realmente de lo ocurrido y los jueces obliguen a la devolución. Ni la fiscalía en su idea, ni el gobierno por lo visto en las Cortes, están por la labor. 
     El gran error ha sido la torpe y empecinada política de recortes llevada a cabo por el ejecutivo  para reducir  el “déficit”. En ese recorrido han destrozado buena parte del futuro del país y diezmado el Estado de Bienestar. No contentos con esos  destrozos, siguen este año por la misma senda. Los resultados no se han hecho esperar, pues ya en el primer trimestre, el “déficit” no sólo no ha disminuido sino que ha crecido dos décimas (hasta el 2,38% del PIB, un desfase de 25.007 millones de €), la prórroga de la subida del IRPF ha conseguido un 5,8% menos de recaudación, el IVA una disminución de ingresos del 14,7%…, todo ello pese a haber reducido en más de 3.700 millones los anticipos a las comunidades autónomas. La prórroga europea de dos años más y el incremento del 0,2 % del PIB es una buena noticia, empañada por la idea de sugerir más de lo mismo: no hay que subir el IVA, hay que corregir el fraude; no hay que bajar las pensiones, hay que aumentar los cotizantes creciendo y persiguiendo la economía sumergida; no hay que reformar el empleo, hay que hacer una nueva Ley acordada entre sindicatos, empresarios y partidos políticos. Con amigos como los europeos que nos aconsejan, no necesitamos enemigos.

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