domingo, 20 de julio de 2014

EL PRIMER PASO

    El PSOE ha dado el primer paso hacia el cambio en un momento muy difícil para España y para la propia existencia del partido: la elección directa de su secretario general por primera vez en su larga historia. Si repasamos los medios de comunicación, después de conocerse la elección, todo nos señala que se ha comenzado con buen pie y que ese sencillo acto democrático ha supuesto una esperanza de cara al futuro, pese a que todo parece seguir igual. Su primera decisión, el voto contrario a Juncker, incumpliendo un pacto escasamente programático, basado en reparto de cargos y después de una dura campaña con una dialéctica clara entre izquierda-derecha, ha supuesto algo negativo para unos que no han ahorrado adjetivos contrarios. Pedro Sánchez ha dado un golpe de autoridad para respetar el compromiso asumido por él, Madina y Pérez Tapias, y mantenido durante la campaña europea por el PSOE para diferenciarnos del “PP”. Indicando que los programas son algo muy serio que hay que respetar y cumplir. El mismo sentido del voto de los socialdemócratas suecos y los laboristas británicos. Las políticas de Juncker, no hay que olvidarlo, han sido culpables del sufrimiento inútil de muchos españoles.
    Es cierto que ninguno de los tres candidatos representaba una solución segura, aunque no es menos cierto que el liderazgo, como las musas, llega para el que se mete de lleno y con valor en la tarea y Sánchez parece que lo está haciendo. Tiene delante un inmediato reto, el de la unidad del partido, cuyo primer paso será la formación de la nueva ejecutiva federal que demostrará su idea de la nueva política que pretende para el partido y para España, además de mostrar su conocimiento del momento político, si es capaz de generar confianza. Es indudable que la actual situación de la mayoría de los barones no es una referencia para el futuro inmediato, pues el futuro cambio debe afectar a la mayoría de ellos, responsables políticos de los malos resultados. Parece que va a intentar agrupar las distintas sensibilidades con personas de la máxima valía sin perder de vista la importancia de algunos territorios. La nueva ejecutiva, una decisión de alto riesgo, la ha calificado como un “gobierno en la sombra”. Esperemos que acierte.
    La democracia interna, la transparencia y la mayor importancia del militante deben reflejarse, como ya hemos dicho, en el cumplimiento de lo prometido. Por ello deben celebrarse las primarias para todos, abiertas y en noviembre. De otro modo, empezaría a generar desconfianza. Sería importante que estos avances democráticos que resaltan la importancia del militante se reflejaran, cuanto antes, en unos nuevos “estatutos” que suprimieran las rigideces del actual y dieran paso a un partido abierto al debate, transparente, analítico y participativo. El actual modelo ha propiciado bajas de militantes, ausencia de presencia en la calle, clientelismo y desilusión.
    Es necesario también que la lucha contra la corrupción sea clara en la renovación que se pretende. Es la segunda preocupación de los españoles. Podría crearse una “Comisión de Ética”, independiente de las comisiones ejecutivas que informara con rapidez sobre candidatos, nombramientos, expulsiones y responsabilidades políticas para evitar las malas prácticas. 
    El próximo Congreso debería incluir el compromiso, en un tiempo determinado y previo exhaustivo debate interno y externo, de una nueva Ley para regular el mercado de trabajo, realista y posible, que permita ser incluida como medida estrella en las elecciones generales. Se requiere rapidez ante la posibilidad de que Rajoy decida adelantar las elecciones, como mínimo, para hacerlas coincidir con las municipales y autonómicas. El tiempo es también una importante variable política.

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