domingo, 5 de octubre de 2014

RECORDAR PARA ENTENDER Y DECIDIR

    Cuando EL PAÍS publicó, el jueves 31 de enero de 2013, “los papeles secretos de Bárcenas”, toda España se conmocionó. Fue el sábado 2 de febrero cuando Rajoy inició la esperada y obligada comparecencia. El asombro fue que lo hizo ante un Comité Ejecutivo Extraordinario del “PP” convocado para la ocasión. El discurso a los suyos se trasmitió en “plasma” para los periodistas convocados en la sala de prensa de Génova. En la comparecencia negó todo, llamando “apócrifos” los papeles de Bárcenas. Para terminar diciendo: “Y ahora quedo a disposición de vuestras preguntas”. Frase que iba dirigida a los suyos pero no a los periodistas. Quedaba claro que él debía dar explicaciones a su partido y no al resto de españoles. Entonces se le acusó de muchas cosas… Ahora muchos creemos que se sintió y se siente más presidente del “PP” que presidente del gobierno. Le interesan más los votos que los resultados sociales. Esta semana se han presentado los presupuestos para 2015, con una enorme carga electoral, confirmando el avance del nuevo e injusto modelo social al que nos están obligando. 
    Montoro presentó los presupuestos como “las cuentas de la recuperación”. Su referencia, el 3% de déficit y el señuelo de la rebaja de IRPF benefician algo a las rentas bajas y mucho más a las altas. A lo largo de su exposición empleó una dialéctica engañosa plagada de éxitos. La realidad es que bajan la cuantía de las prestaciones por desempleo un 15%, justificado por una supuesta mejora del mercado laboral. La misma improbable previsión le hace subir los ingresos de la Seguridad Social el 6,8%; los pensionistas subirán de nuevo la cuantía mínima del 0,25% y perderán poder adquisitivo; las dotaciones a la cultura suben el 4,3%, una insignificancia si tenemos en cuenta que en 2014 bajaron el 12,4% y en 2013 el 22,6%, a la que se une el daño de la nueva Ley del Mecenazgo. El I+D+I crece un 4%, pero los investigadores afirman que el crecimiento se hace en forma de préstamos y que se dedicará preferentemente a la investigación militar. Se congela de nuevo el sueldo de los funcionarios a cambio de una devolución que es un mandato judicial. El salario mínimo se mantiene, en cambio suben el 3,2% el de los altos cargos. La luz sube y las renovables se hunden. Educación mantiene la mermada partida de becas generales y del programa Erasmus. La partida para la dependencia se mantiene, pese al descenso del 28% anterior. El desembolso para la enseñanza compensatoria baja el 90% en un año… 
    Es un presupuesto engañoso porque se basa en una sobreestimación de los ingresos, así como de las estimaciones de crecimiento y empleo en las que se basa. Sugiere que o bien no cumplirá el objetivo del déficit o habrá que hacer recortes posteriores, además de su escaso contenido social, que aumentará la brecha social. Pese a que el cumplimiento del déficit se facilita por los cambios del PIB que cambia de base la Contabilidad Nacional al reconocer los ingresos por la droga y la prostitución.
    Como justificación de lo apuntado, podemos decir que Draghi afirmó el jueves pasado el agotamiento de la política monetaria, diciendo que hacen falta más recortes estructurales. La última medida de compra de activos privados puede reducir el potencial de crecimiento de la economía y aumentar la tasa de paro estructural. El pago de la deuda se sitúa ya en 35.000 millones €/anuales y seguirá aumentando. Esperemos.
    El uso de la tarjeta especial en Caja Madrid y la decisión del juez de Castellón, indican que la corrupción forma parte de nuestro ADN. Buena, la rápida reacción de Pedro Sánchez, así al “PP”, como en otro tiempo, solo le quedará erigirse en “salvador de la unidad de la patria”. Necesitamos buena memoria para recordar y entender lo que está ocurriendo y decidir en consecuencia. En un año podemos cambiar todo. 

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