La cercanía de unas elecciones produce alteraciones en todos los partidos. Tanto más cuanto que en 2015 hay tres procesos y todos vaticinan novedades importantes en el resultado. Si ponemos la lupa en el “PP”, Rajoy ha empezado cambiando la política de comunicación nombrando Secretario de Estado de Relaciones con las Cortes a José Luis Ayllón (cercano a Soraya) y portavoz del grupo a Rafael Hernando, “uno de los nuestros” como dijo un viejo franquista. Cansado de desencuentros, Torres Dulce se ha visto forzado a dimitir. Unos cambios que le permitirán aumentar su propaganda en los medios y blindarse ante la corrupción. Seguirá echando la culpa a Zapatero; diciéndonos que la fractura social no existe, ni tampoco la derechización de su política. Ahora alaba a Rubalcaba para atacar a Pedro Sánchez e impone la euforia económica como discurso básico. Todo vale para conseguir engañarnos. Veamos algunas recientes perlas:
La justicia nos descubre: que el “PP” de Salamanca tiene financiación ilegal; que se ha financiado en “B” la sede de La Rioja y la reforma de la sede Central en la C/ Génova en Madrid; que han procesado por financiación ilegal a la cúpula del “PP” en la Comunidad Valenciana; entra en la cárcel Granados, mientras otros cargos siguen en ella; que a la vez que reafirma la corrupción de la exministra Ana Mato, ésta asciende en el Congreso; un auto afirma que la financiación de todo el partido es en “B” y otro que las prácticas corruptas se remontan hasta Aznar. Ante todo ello, Cospedal aclara: “La corrupción no es patrimonio de nadie porque lamentablemente es de todos y la misma corrupción que puede haber en un partido político la hay en la sociedad en general”. En democracia no puede admitirse que la generalización del delito sea un eximente. Hernando, por otro lado, afirmó: “el ”PP” está en condiciones de combatir la corrupción…¡porque la ha padecido!”. Y la sigue padeciendo a la vez que los mantiene en sus cargos, algunos pese a tener sentencia firme. Rajoy, el que se atribuye los éxitos económicos y que no sabe nada de las finanzas de su partido, afirma: “Hay una campaña contra nuestros logros”. La desfachatez de estos personajes es increíble.
Rajoy, después de dirigir su divino dedo hacia su persona y nombrarse candidato (mientras los demás aplauden y esperan), sorprendía diciendo: "la crisis ya es historia", a las 48 horas corregía: "para algunos no". No dijo que los del “no” son más de 14 millones. Alguien debería perder dos tardes y aclararle al presidente que España está en deflación, que la proyección de futuro se hace sobre las variables del pasado y que éstas en la UE son enormemente efímeras, como demuestra que la boyante bolsa de valores ha perdido en dos semanas lo ganado en todo el año, o que países como Rusia pueden estropear la fiesta. También debería ser consecuente con la encuesta del CIS que dice que el 83% de los españoles no confía en él. Pese a ello, en la cena de Navidad dijo a los suyos: “Los ciudadanos ven en el “PP” el partido de la estabilidad. Sabemos que no vamos a ir con frivolidades o principios anticuados. Representamos a la mayoría moderna de la sociedad, esa que ama al país y sus instituciones. Para gobernar hay que tener algún bagaje y no como otros”. Esta euforia parece fruto de un “chute”.
Pese a todo, aún mantienen un enorme poder y lo usan sin límites éticos. Por eso no debemos olvidar, entre otras, las promesas incumplidas, las corrupciones sostenidas, el abuso dictatorial de su mayoría, las manipulaciones de la justicia, el represivo concepto de la libertad, la brutal brecha social que ha creado, su capacidad de mentir, …
Terminamos con buenas noticias. Cuba y EE.UU. abren relaciones y la UE da el primer paso para reconocer la existencia de un Estado Palestino. No hay que renunciar a nada, aunque parezca imposible. Felices fiestas a todos.
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