Conociendo el valor que el “PP” da a la ética, unido a lo mucho que hay en juego en estas elecciones, no es raro que las aguas bajen revueltas, especialmente en la información. Y puede que las mejoras de este año lleguen a hipotecar el futuro.
Como una tromba ha resurgido la lista Falciani, que llegó a la España de Zapatero en 2010, con 558 nombres (ahora son 2.700). En el Congreso, el Secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña informó, en octubre de ese año, que se había abierto requerimiento que permitía regularizar a 558 (después se abriría inspección a 545). Se recuperaron 260 millones de € (la mayor cifra de Europa), sin que se abrieran expedientes sancionadores, por lo que parece que la justicia hará una deseable investigación. Hace 14 años esta entidad financiera británica, se la llamó popularmente “Banco Gescartera” por su conexión con esa estafa y también por el gran número de personalidades del “PP” relacionados con él, “Banco del PP”. Parece que existe o debiera existir una investigación de ese período. Montoro, minimizando su importancia ha dicho que la lista Falciani es un aperitivo de lo que tienen en Hacienda, que la culpa es de Zapatero y que el gobierno es el primero en la lucha contra la corrupción y han solicitado un informe contra el HSBC por colaborar con el fraude y el blanqueo de dinero (después de EE.UU., Francia y Bélgica). Hay que dar explicaciones en el Congreso para conocer los 2.700 de la lista definitiva (evitando el goteo interesado) de los usuarios de créditos anteriores e incluso los amnistiados por el lenguaraz Montoro.
Estos días se ha abierto, con toda oportunidad, el caso de los “cursos de formación” en Andalucía: la Policía Nacional ha detenido, sin orden judicial, a 17 personas, la mayoría del PSOE, y hablan de 90 imputados, que se unirán a los ERE. Un oportunismo que se repite, creando sospechas hacia la instrucción. Nadie duda, y menos Susana Díaz, que los culpables deben ir a la cárcel y devolver lo robado. La política no debe imponer el ritmo a la justicia y tampoco favorecer a unos jueces sobre otros. Sin duda interesa que esas causas mantengan la tensión, a la vez que se intenta parar Gürtel.
Los inspectores de Hacienda acusan a Montoro de frustrar la investigación fiscal sobre Monedero: dicen que era la tercera vez que unas declaraciones del ministro permiten a un defraudador mediático eludir la multa (las otras dos fueron sobre las tarjetas Black y Jordi Pujol). Ahora, por cuarta vez, Montoro filtra que Hacienda abre una inspección a Pablo Iglesias ante sospechas de fraude fiscal. Sin que nadie le pare, ha cogido la costumbre de hacer uso político de los datos fiscales. Por otro lado, Podemos no ha reaccionado como ellos exigen a la “casta”, incurriendo en falta de explicaciones, acusando de persecución y sintiéndose víctimas. Algunas candidaturas territoriales están siendo objeto de denuncias públicas por falta de democracia: Cataluña, Castilla y León y Andalucía. Veremos, antes de juzgarlos, cómo afrontan los primeros escollos.
Pedro Sánchez ha tomado una decisión valiente que antes no se atrevieron otros secretarios generales. No ha querido presentar las autonómicas de Madrid con un cabeza de cartel cuestionado. La encuesta realizada por EL PAÍS apunta a que es un acierto. ¡Ojalá! Aún no está claro que esto sea así. Me parece desproporcionada, por ser pública y destructiva, la reacción de Tomás Gómez, creando dificultades a Pedro Sánchez. Sin duda Ángel Gabilondo es un buen candidato, aunque es decisión de la FSM. Cuanto antes, debemos dejar de hablar del partido y trabajar para ilusionar a la sociedad.
La frase de este período se debe a Alicia Sánchez Camacho al pedir la dimisión de Más en la comisión sobre Pujol: Si es cierto que no sabía nada debe dimitir por incompetente. Sr. Rajoy escuche y piense las razones de su representante en Cataluña.
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