domingo, 14 de junio de 2015

UNA ECONOMÍA CONTRA LA CLASE MEDIA

  La globalización dominante no facilita el espacio a las reformas estructurales ni a las políticas económicas que tratan de corregir el aumento espectacular de la desigualdad. La UE sugiere a las políticas nacionales introducir aspectos paliativos a estas políticas que consigan frenar la desigualdad. La apuesta que está haciendo el ejecutivo del Partido Popular es contraria a ejercer esas sugerencias, por el contrario sigue aumentando la pobreza de la clase media, cargando sobre ella la totalidad de los sacrificios para salir de la crisis. Recientemente, la Comisión Europea avisaba de que encontrar trabajo en España no es una garantía suficiente para salir de la pobreza debido a los bajos salarios y a la proporción de contratos temporales, o a tiempo parcial. Vemos que el PIB español es uno de los que más crece en Europa, a la vez que el gobierno habla de la disminución continuada del paro y de la salida definitiva de la crisis; mientras el número de familias en situación de extrema pobreza aumenta. 
    Según el informe anual sobre evolución del empleo y la situación social en Europa, el 38% de los hogares españoles está en riesgo de pobreza y no reciben una cobertura adecuada de prestaciones sociales, un porcentaje que supera la media comunitaria. Además, otro 15% de españoles en riesgo de pobreza depende para sobrevivir de la pensión de los abuelos, una de las tasas más altas de la UE junto a Chipre, Grecia, Bulgaria y Rumanía. Mientras aumenta la pobreza, crece el número de millonarios. Quizás con estos datos el gobierno de España pueda explicarse el desastre de las pasadas elecciones. Si a esto unimos la prepotencia del gobierno, la soledad en las Cortes, la opacidad en la gestión, la corrupción y la impunidad que están preparando, podrán explicarse el rechazo a cualquier pacto con el “PP” e insultarían menos a los que quieren unirse para dar fin a estas políticas.
     Ahora el gobierno, uniéndose a esa globalización que fomenta la desigualdad y usando el oscurantismo que le caracteriza, ha firmado con otros 50 países el TiSA que cubre todos los campos del comercio y da preferencia al capital sobre los derechos del individuo, burlando los controles parlamentarios sobre el mercado global. También apoyan el Acuerdo Transatlántico para el Comercio y la Inversión (conocido por el acrónimo en inglés TTIP). Un tratado que se está negociando en la actualidad en secreto entre los Estados Unidos y la Unión Europea para “aumentar el comercio y la inversión entre la UE y los EE.UU”. En realidad puede anular el derecho de los estados en beneficio de arbitrajes de las multinacionales. Sin duda, esto sí que es radicalismo contra las clases medias y la democracia y no los pactos del PSOE. El gobierno sigue sembrando la semilla del aislamiento. Que no se asombre de las consecuencias futuras.
   En cuanto a los pactos de las pasadas elecciones, parece haber existido falta de coordinación y demasiadas improvisaciones. De todas formas se ha iniciado el diálogo, aunque el espectáculo ofrecido pasará factura. Espero que la “aparente” división de la izquierda se solucione en las generales con diálogos previos que establezcan criterios generales sobra la base de programas que elimine las ocurrencias y valoren los principios éticos y busquen la credibilidad de las instituciones.
   Un aviso a navegantes: el gobierno ha disparado la deuda, y últimamente el déficit; El FMI pide nuevas medidas restrictivas, secundado por el Banco de España, y las autonomías están fuera de control. La situación la sostiene el BCE con su reciente política expansiva. Si gana el “PP”, seguirán más recortes a las clases medias, pues para ellos, que tienen vocación de partido único, las únicas políticas eficaces son las suyas. 
                                              

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