LOS EMERGENTES DIFICULTAN LOS PACTOS

   La compleja interpretación de los resultados electorales ha propiciado que todos se consideren ganadores, de manera especial los nuevos líderes emergentes que lo están traduciendo en acaparar los medios con sus dudas, cambios y exigencias. Utilizan, lícitamente, la indefinición para crecer en las generales a costa del bipartidismo, marginando una responsabilidad inmediata que afecta a la necesaria gobernabilidad de trece Comunidades y miles de Ayuntamientos. Habrá que asumir, desgraciadamente, que los acuerdos no darán estabilidad, que pueden repetirse elecciones y que la situación puede crear inseguridad, bajando el voto emergente y dificultando el cambio necesario.

   Iglesias ha afirmado que nunca dará el gobierno al “PP”, pero a continuación añade que para pactar con el PSOE exige que los Diputados cobren tres veces el salario mínimo y den un giro de 180º; por último añade, buscando una coartada, que los electores no han votado “pacto” sino” cambio”, sin entender que son conceptos unidos, pues hoy no puede haber “cambio” sin “pacto”. Los sueldos bajos para los elegidos, ya realizado por Cospedal, propicia el dominio indirecto de los poderosos o a la directa ocupación de esos puestos por ellos, y puede ser un elemento disuasorio para los grandes profesionales honestos que tendrían que empeorar su forma de vida para cumplir. Pero sobre todo no es un elemento prioritario, aunque guste. Por otro lado, lo del giro de 180º que exige al PSOE, quién ya ha hecho y sigue haciendo ese giro varias veces, parece decirnos que ahora, de nuevo, va a definir quién es buen socialdemócrata. Sería más razonable hablar de programas, urgencias sociales y conductas éticas. Quizás hay exceso de soberbia en absorber y dirigir en lugar de alcanzar pactos, como intentan con IU. Los retrasos en Andalucía y las mentiras vertidas para desacreditar a la Presidenta, parece incidir en lo apuntado. Espero que las relaciones directas y frecuentes entre líderes creen un lenguaje de pactos como parece está ocurriendo en CLM.

   Rivera está basando su mensaje en la lucha contra la corrupción, con la intención de quitar a sus siglas la extendida idea de que son la “marca blanca” del “PP”, buscando una posición centrada que, de conseguirlo, les permitiría aumentar  las posibilidades de pactos ahora y en el futuro. Esa lucha solo será real y eficaz destruyendo las estructuras corruptas y evitando la impunidad de los dirigentes, de otro modo, su exigencia, será una declaración vacía e interesada. En estos momentos el “PP” está imputado, como partido político, en la corrupción y en el caso concreto de Madrid, el caso Púnica afecta de lleno a los dirigentes como ocurre con Gürtel en la Comunidad Valenciana, sin demostrar ética alguna. Todo se ha hecho usando el poder. Dar más poder al “PP” no es una solución para evitar el problema. Es necesario resaltar la impecable actuación, desde el principio, de la independiente Manuela Carmena, que fuera de populismos y frente a durísimos ataques, está actuando en políticas sociales y  éticas dentro de la ley.

    Problemas inmediatos a resolver pueden ser, entre otros: la eliminación de las grandes carencias que afectan a muchas familias; una tregua para los desahucios hasta la definitiva Ley; defender la dignidad de los trabajadores; retrasar la aplicación de la LOMCE; saber lo que se recibe en cada institución y empezar a sentar las bases sobre la recuperación, mejor gestionada, del Estado de Bienestar. Así como asumir valores democráticos y éticos como la transparencia, la participación, la honestidad, la defensa del medio ambiente, la justicia… Sin olvidar que las luchas de partidos afines benefician a terceros para que, llenando el espacio de reproches, todo siga igual.