domingo, 27 de diciembre de 2015

REFLEXIONES SOBRE UN NUEVO TIEMPO

   Las pasadas elecciones han dejado algunos mensajes: la responsabilidad de formar gobierno corresponde al "PP" y únicamente a él, y el liderazgo de la oposición al PSOE. Sólo el fracaso del primero puede hacer entrar en escena al PSOE. En estos momentos cada uno debe asumir sus responsabilidades y respetar los tiempos correspondientes. A Podemos corresponde buscar su sitio definitivo y apoyar un nuevo gobierno de acuerdo con el cambio que dice perseguir y Ciudadanos ha dejado claro su puesto en la gama política. Analicemos más despacio a cada uno:
   El "PP" parece haber olvidado que ha gobernado en el nepotismo, la corrupción, la oscuridad y la falta de sentido de Estado, despreciando al Parlamento. Ahora pide ayuda al PSOE invocando un sentido de Estado que tanto ha denostado, ofreciéndole la presidencia del Parlamento y reformar la Constitución, lo que nunca consideró necesario (recuerda, por la elasticidad de su ideología, a la modificación del aborto) y habla de un gobierno técnico que dure un año y medio (quizás para culminar su impunidad). Simplemente ahora está recogiendo lo que ha sembrado durante 4 años.
   Podemos ha marcado, desde el día siguiente, unas líneas rojas que dificultan enormemente cualquier negociación, si los que la buscan no se someten a lo que ellos han fraguado en sus alianzas para conseguir votos. Iglesias, el 21D, se presentó como el estadista de "más altas miras" y el único amo de la izquierda. Su propuesta de un candidato "independiente" que presida el gobierno es extraña, imposible y dificulta un gobierno de izquierdas. Da la impresión de que se posicionan ante unas elecciones adelantadas en las que puedan conseguir más votantes del PSOE. Además, de los 69 escaños conseguidos, 12 son de Común/Podemos, 9 de Compromís/Podemos y 5 de Mareas/Podemos; quienes, pese a las dificultades legales aspiran, con el apoyo de Iglesias, a tener su propio grupo político. Lo que hace aún más compleja cualquier negociación, al representar cuatro sensibilidades difíciles de conjugar.
    Ciudadanos ha demostrado que no solamente es un partido que está de acuerdo en que gobierne el "PP", sino que admite poder formar parte de ese futuro gobierno e incluso está haciendo de mensajero de Rajoy en el llamado "gran pacto nacional", que daría el poder al "PP". Lo justifica en algo tan noble como la "gobernabilidad nacional". Atrás queda su intransigencia con la corrupción, la necesidad de buscar la división de poderes y el lograr la credibilidad de las instituciones. Indudablemente para una futura elección tendrá dificultades para conseguir votantes fuera de los que votaron al "PP".
    El PSOE, con sus noventa diputados, representa, a la vista de los datos, la única alternativa posible para gobernar: hacerlo con el "PP" y Cs parece descartado a raíz de la unanimidad interna demostrada en la rotunda negativa del primer contacto. La otra alternativa con Podemos y otras fuerzas de izquierdas resulta enormemente dificultosa, aunque podría intentarse cuando corresponda. En cualquier caso es imprescindible la unidad alrededor de lo que decida su "Comité Federal". Cualquier división podría ser fatal para el inmediato futuro, muy probable, de unas elecciones anticipadas. Espero que la Izquierda, ahora o después de esas elecciones, pueda tener la valentía de renunciar a maximalismos y defender sus más altos ideales de cambio y justicia social. 

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