domingo, 14 de febrero de 2016

LA NECESARIA CATARSIS

    Desde hace años asistimos atónitos a la publicación de documentos y grabaciones que comprometen al actual "Presidente del Gobierno en funciones" y muestran la íntima unidad entre corrupción y partido del gobierno. Con frecuencia asistimos a espectáculos que suponen burlas a la democracia. Se gobierna por decreto y se hace gala de autismo político, promulgando leyes que necesitan consenso. Hacen recortes que ahogarán el futuro al producir la degradación de los servicios públicos y Leyes que permitan violar la dignidad del trabajador, aumentando la brecha social, y otras que pretenden la impunidad de los corruptos. En una palabra, se está produciendo una degradación de la democracia. La salida de esta enorme crisis de valores no se puede justificar con una falsa mejora de la economía, nacida por decisiones foráneas y cuyos efectos sólo son notados por unos pocos. Hacen falta nuevas reglas del juego que dejen atrás el pasado y regeneren la política. Hace falta una catarsis ética y política. Esta percepción, desde el 20D, ha experimentado una aceleración. Veamos: 
    En lo político, todo apunta a que Rajoy ha intentado marcar el camino al rey en su provecho, sin conseguirlo, para luego culparle de su situación; los medios de comunicación del Estado sufren un dirigismo vergonzoso. El intento de sembrar el pánico ante una nueva mayoría es indecente: Rajoy afirma, "un gobierno tripartito de minorías, es un error no ajustado a los parámetros democráticos"; García Margallo, "un gobierno con PSOE y Podemos haría que España se convierta en el primer país en abandonar la coalición internacional contra el Estado Islámico"; Fernández Díaz: "ETA espera un gobierno de PSOE-Podemos como agua de mayo". Rajoy inicia consultas y marca agenda. No entiende que, por su espantá, el rey ha designado a Sánchez.
    En la corrupción, están quedando más claras las viejas pautas. Afirmó a sus diputados en el Congreso: "Esto se acabó y no se pasa por ninguna"; al día siguiente blindó a Rita Barberá en el Senado, haciéndola miembro de la mesa. Lo mismo que a Mª. José García Pelayo (ex alcaldesa de Jerez de la Frontera e implicada en la Gürtel) en el Congreso. Queda claro lo engañosas que son las promesas de Rajoy para luchar contra la corrupción, aunque también podemos pensar: ¿Lo que sabrán ambas? A la vez, se están descubriendo nuevos implicados en las grabaciones de la Gürtel, en Valencia, en el Madrid de la Púnica... ¿Alguien cree que Rajoy puede liderar la regeneración? El "marianismo" está agotado y el "PP" debe adelantarse para evitar ser arrastrado.
    Hasta ahora Iglesias ha demostrado su eficacia en los asientos para su grupo en el Congreso, usando una dura crítica a todos, que los hechos han demostrado otra cosa. La crítica es infinitamente más sencilla que la política y que resolver los problemas de los ciudadanos. Así para parar los desahucios, no basta, como dice Podemos, con prohibirlos por ley. Es curioso que habiendo aplaudido las resoluciones del Tribunal de Estrasburgo en materia de desahucios, en su primera proposición de ley sus propuestas entren en conflicto con otras leyes nacionales e internacionales.  
    El gobierno anterior deja al país lleno de trampas e inconvenientes: la economía está en una situación preocupante; hay mucho que legislar y consensuar, los gastos sociales exigen inmediatez; las relaciones con la UE serán difíciles y complejas, con avances y retrocesos. Eso sólo puede salir adelante con un gobierno unido, que entienda y asuma los problemas y, hasta ahora, no veo a Iglesias en ese papel. Espero desdecirme.
    Sobre la corta reunión entre Sánchez y Rajoy, donde le negó la mano en público, me acojo al titular de El Plural : "Sabíamos que Rajoy no era un político decente. Ahora sabemos que tampoco es educado". Sigue pensando que "su" lógica es "la" lógica.

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