domingo, 21 de febrero de 2016

PEDRO SÁNCHEZ EN EL LABERINTO

   Después del 20D salió como fuerza más votada una derecha aparentemente desprestigiada y corrupta. Quizás fue un voto de fidelidad, también pudieron pensar que era el menos malo de los que se presentaron, que las imputaciones eran mentira, o bien influyó el miedo a perder lo que se tiene. Espero que lo ocurrido estos días provoque nuevas respuestas. Dos irresponsables negaciones de Rajoy a ser investido y la nueva designación del rey, colocaron a Sánchez en el centro del laberinto: primero venció las trabas de su propio partido, con la brillante salida a la "consulta a los militantes", después vinieron líneas rojas, esperpentos, zancadillas e indecisiones. Todos estaban en campaña para las anticipadas aunque, eso sí, no debería notarse, para no perjudicar sus intereses. Nos están enseñando a todos pero pienso que Sánchez es el que más lecciones está recibiendo y posiblemente entre todos, sin pretenderlo, estemos forjando un "líder".
   Sánchez tiene tres opciones: gobierno en minoría, en coalición o elecciones. Como novedad importante hay que resaltar que se ha logrado un Congreso de los diputados, mucho más representativo, que está empezando a ser el corazón de la vida política de España. Por otra parte en ese debate principal a tres necesitan todos mucha cintura, paciencia y realismo. La incompatibilidad que declaran C's y Podemos puede hacer naufragar el proyecto de Sánchez y reforzar las expectativas de Rajoy. Veamos:
    Hasta ahora todo apunta a que PSOE y C's están ultimando un pacto de legislatura, aunque existen matizaciones de C's que van desde la negativa absoluta a formar gobierno y llegar como máximo a la abstención. Sin duda, lo que nos llega de esta negociación se presenta con una buena dosis de responsabilidad por ambas partes. El pasado jueves Rivera ha dicho que "la abstención no es inamovible" y ha propuesto "debatir otras fórmulas distintas al Contrato Único" (los dos mayores obstáculos). Sin duda, la negociación avanza, demostrando que el entendimiento es posible. Hasta ahora.
   El grupo Podemos tiene serios problemas para permanecer unido (Compromís ha negociado su apoyo al PSOE y "En Común" quiere ser autónomo). El esperpento a la salida de la visita del rey pareció carecer de reflexión, aunque el documento, ya meditado, presentado el lunes bajo el título: "Bases políticas para un Gobierno estable y con garantías", como punto de partida para una negociación con Sánchez, pareció peor que la primera presentación. Además Iglesias escenificó una agresiva presentación en la que él mismo se postulaba para formar gobierno, advirtiendo que podría recibir a Sánchez hasta el jueves... La propuesta incluía supeditaciones de la justicia a su programa y aspectos económicos muy discutidos en todos los medios; lo que le ha obligado a dos importantes cambios en menos de 24 horas, pues se podía arruinar su búsqueda de votos. Pese a todo sigue con la mirada puesta en nuevas elecciones e intentando culpar al PSOE de no llegar a un acuerdo y acusarle de preferir a la derecha. Sánchez ha reaccionado con rotundidad, aunque sin ruptura. Afortunadamente aguanta. 
     El pasado jueves Garzón ofreció una salida para una negociación a cuatro entre PSOE, Podemos, Compromís e Izquierda Unida-Unidad Popular. La mesa a cuatro propuesta no tiene fecha prevista y nace sin anteponer exclusividad con nadie. Iglesias ya ha afirmado que sólo hablará de la formación de gobierno (excluye a Rivera y dificulta la negociación de Sánchez) y no de programas, añadiendo: "No quiero perder el tiempo con relatos". Espero que no tengamos que reconocer que en esta negociación ideológicamente más viable, el "ego" de Iglesias pueda resultar el mayor obstáculo.
    Rajoy en Bruselas habla del 26 de junio, frotándose las manos. Está en campaña. La realidad es que el viejo tiempo se muere y no nace el nuevo. Malo para todos. 
  

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