domingo, 10 de abril de 2016

COMO ESTABA PREVISTO

   Iglesias, después de sus exigencias en la rueda de prensa a la salida del rey; del duro discurso de la "cal viva", fuera de lo previsto como se notó en la cara de Errejón al escucharlo; de la fulminante destitución de Sergio Pascual y de la idea de encabezar la delegación. El final era algo cantado como ya vaticinaran Errejón y sus cercanos.   
  En el pleno de la Cámara Baja, donde se discutía el vergonzoso acuerdo sobre los refugiados alcanzado en el último Consejo Europeo, donde el gobierno incurrió en responsabilidad por no defender la opinión expresada por la mayoría; y donde se censuraba, además, su falta de sentido democrático por no someterse al control del Parlamento. En el momento en que la oposición, de manera unánime, expresaba su desacuerdo. Se introdujo, sin venir a cuento, un fuego cruzado entre Iglesias y Rivera que recordaba los debates del "y tú más", con una violencia impropia e inusitada, máxime si tenemos en cuenta que el país estaba pendiente de una reunión del día siguiente que podría ser el inicio de un esperado acuerdo. Muchos pensamos que Iglesias seguía el guión previsto y que permanecía vigente su vieja hoja de ruta.  
    La idea de que pensaría alguna artimaña para romper el diálogo y atacar al PSOE se hizo realidad, aunque el momento elegido dejaba al descubierto con claridad su deseo de no negociar si no se cumplían sus exigencias. La consulta fue un recurso previsto, pues el censo de votantes se hizo el pasado 2 de abril. Ya es una consulta inútil. Podemos es ahora un partido convulso, que ha de aclararse como reconocen sus propios líderes. Iglesias sigue sin creer en un pacto basado en programas con garantías y se guía sólo por etiquetas que parecen dogmas. En sus 20 medidas anunciadas por las que Podemos estaba dispuesto a seguir, se incluían el derecho a decidir en Cataluña (una medida rupturista) y el gobierno compartido sin C's. En la rueda de prensa para explicar su posición, volvía a atacar al PSOE, su único enemigo, acusándole de inmovilismo e intentando dividirle. No es un problema de ideología, es simplemente que su prioridad es conseguir el voto a toda costa para mandar y alimentar su "ego".
    Rivera rompió sus formas y entró al trapo sin miramientos. Tanta vehemencia hizo pensar que ante el discurso de Iglesias, su único refugio era el tripartito con el "PP", más si lo unimos con la abstención en la propuesta sobre la paralización de la ley Wert, incluida en el convenio con el PSOE y que sólo apoyó el "PP". Algo difícil de entender. 
   También puede pensarse con razón, que el Congreso fue utilizado por Podemos, como en otros momentos, como plataforma para la campaña de las elecciones del 3 de mayo. Una actitud que coincide con los comportamientos del "PP".A ver quién acierta.
    Esta semana, una vez más, los barones del PSOE han vuelto por sus fueros, haciendo más difícil la tarea de Sánchez con sus públicas advertencias, dejándose llevar por el impulso de sus guerras internas que sólo a ellos concierne. Parece que quieren impedir que salga el nuevo PSOE. Ningún Secretario General ha encontrado tantas advertencias públicas como Sánchez. Todo ello pese a la intervención del Comité Federal para marcar camino, a la clara aprobación por las bases del convenio con C's, y a que su elección fue por unas primarias absolutamente limpias.
    Rajoy, siguiendo el dicho árabe: "siéntate a la puerta de tu casa y verás pasar el cadáver de tu enemigo", quiere conseguir cosecha en nuevas elecciones. Quiere que olvidemos que dijo "no" al Rey; que le pidió que no nominara a Sánchez; que va a dejar una economía llena de trampas. Que los descubrimientos de corrupción y la penuria de nuestro pueblo no son cosa suya... Espero que se siga analizando objetivamente la gestión de su gobierno y el pueblo vote en consecuencia para que no vuelva a gobernar.

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