domingo, 3 de abril de 2016

SE INICIA UN CAMINO SIN BRÚJULA

     Más de 100 días después, con un aparente cambio de lenguaje por parte de Podemos, se inicia la andadura definitiva para intentar formar gobierno y evitar elecciones anticipadas. La buena noticia es que se empieza a andar, la mala es que aún no se sabe ni cómo ni hacia dónde. No dudo del interés en culminar la andadura por parte de Sánchez, se lo juega todo. Rivera empieza a endurecer su lenguaje con Podemos y a marcar líneas rojas, e Iglesias, con una nueva estrategia basada en la modestia y el victimismo, puede estar sacando otro rostro nuevo para hacernos creer que lo intenta. Pese a todo puede cumplirse lo que ya vaticinaron tanto Errejón como su sector afín que creen que Iglesias, en un momento determinado, impondrá condiciones a Pedro Sánchez para que no haya pacto. Este inicio, que debemos creer que se hace por todos de buena fe, se produce ante el hartazgo de la población, que posiblemente responderá al fracaso con la abstención. La experiencia de las autonómicas de Madrid de 2003 indica que repetir comicios desmoviliza al electorado.
    Mientras esto ocurre vamos conociendo nuevas mentiras de Rajoy, y ya son demasiadas: el gobierno ha incumplido el déficit durante sus cuatro años de mandato; en 2015 este incumplimiento se acerca al 1%, lo que puede suponer 10.000 millones de €, debido a derroches electorales, lo que hará que para cumplir el déficit de 2,8% en 2016 habrá que hacer recortes por 24.000 millones de €, a lo que habrá que añadir la enorme deuda acumulada. Una mala herencia para amortiguar con urgencia la brecha social creciente. Hemos batido un récord de suicidios por tercer año consecutivo. Los españoles no van bien. La corrupción empieza a crear pánico en Génova debido a las denuncias de implicados a cambio de reducción de penas. Cada vez es más evidente que la corrupción en el "PP" es estructural. Las grabaciones realizadas a E. Ortiz descubren un mundo mafioso en el PP y la ilegalidad de algunos procesos electorales. Por lo menos, en otras democracias hubiera caído el gobierno. Urge realizar una auditoría para saber la verdad y vigilar, en la transferencia del poder, la integridad de los ordenadores oficiales. 
    Podemos, que ahora realiza algún movimiento en dirección al pacto, sigue siendo la gran incógnita. Es cierto que la posible independencia de sus franquicias, el debate interno y, como consecuencia, el presumible descenso de diputados con su marca si se adelantaran las elecciones hace probable que quieran negociar, aunque la idea anunciada de que Iglesias dirigirá directamente el equipo negociador quita credibilidad al proceso. Iglesias ha hablado mucho de vencer el bipartidismo, pero llegado el momento se empeña en que debe gobernar la derecha o la izquierda, como en el viejo tiempo. Olvida que la definición de los afines la da el programa. Los diversos giros políticos que ha dado desde que hablaron de "casta" son suficientes para dudar de su afirmación actual, máxime cuando en sus últimas actuaciones, Pablo Iglesias parece más preocupado por las formas que por el fondo. No debe olvidarse que los pactos de gobierno se hacen con los adversarios y no con los enemigos y hasta ahora Iglesias ha demostrado que es más enemigo que adversario con el PSOE. Esperemos que esta vez no sea como antes y se consiga el acuerdo, más por el interés de España que de sus partidos.
    Un acuerdo como el que se inicia no puede salir con la desconfianza de las partes, pues gobernar va a estar lleno de dificultades y resultará imprescindible una difícil negociación con Europa, mantener continuamente informado al Parlamento y la ciudadanía. Pero también hay muchas leyes ilusionantes: la educación, los derechos laborales y sociales, la libertad de expresión, la corrupción, la representación política, la democracia en los partidos..., que no cuestan mucho dinero y pueden marcar el cambio.

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