Según la inmensa mayoría de analistas los partidos no han entendido el mensaje de los votantes y, salvo el acuerdo PSOE-C's, todo ha sido una impostura. Tanto "PP" como Podemos han hecho un paripé negociador, cada uno según su estilo, aunque ambos, en defensa de sus intereses, han trabajado para que se repitieran las elecciones. El PP veía que su "gran coalición" era imposible y no ha hecho nada para evitarlo, pese al mandato del rey. Iglesias vio, desde el comienzo, que no tenía nada que ganar con el PSOE en el gobierno, con quien disputa el poder de la izquierda, y ha aprovechado la consulta "online" como coartada para romper y asumir el poder absoluto en sus filas.
La situación electoral, después de la fallida investidura, según Metroscopia, apunta a que la derecha avanza y la izquierda retrocede, en los cuatro partidos analizados. En las próximas aumentará la abstención. Veamos algunos análisis:
El "PP" ha sufrido aparentemente un desgaste, debido al número de casos de corrupción y a la aparición de los papeles de Panamá. Rajoy sigue dejando que los problemas se resuelvan solos, lo que no ha impedido que el caso Soria divida al gobierno y al partido. Medidas electoralistas, como el pago de la parte de la "extra" pendiente a los funcionarios; se ha realizado en pleno anuncio, por el propio gobierno, de que "empeora notablemente el déficit, la deuda y el paro para 2016, y de la petición a la UE de ampliación de plazos". Naturalmente han producido efectos contrarios: los funcionarios autonómicos y locales se están movilizando y no hay acuerdo en los estatales. Reconocer que muchos votantes del "PP" desconocen la autocrítica, votan siempre y hacen compatible el voto con la falta de ética. Así, su suelo electoral, es alto.
En el PSOE, parece que se consolida con el liderazgo de Pedro Sánchez, aunque éste tiene pendiente de realizar la renovación interna, más difícil después de las locales y autonómicas. En cualquier caso, deberá hacer una renovación importante en las listas y estar atento para evitar el frecuente clientelismo. Además va a ser el objeto de todos los ataques, por lo que es imprescindible la unión de todos sin fisuras con un líder que ha demostrado valentía, discurso y constancia. Los comentarios apuntan a que va a ofrecer un programa compartido con las bases, con un giro a la izquierda. El mayor riesgo es que los votantes del PSOE son críticos, y proclives a la abstención. Sin olvidar que el enemigo es el "PP" al que hay que dedicar el máximo tiempo y Podemos es sólo el rival.
Podemos, mejor decir Pablo Iglesias, enseña algunas cartas, ante la fuerza de "En Comú" y promete que en el futuro programa quedará claro que son partidarios de la autodeterminación, como respuesta a sus barones en Cataluña, País Vasco, Galicia y Baleares, y a que hay elecciones en el País Vaco y en Galicia. Reconoce a la vez, para contentar al resto, que la idea de un referéndum pretende que Cataluña no se vaya de España: "Defendemos que no salgan de España y trabajen con nosotros. Para conseguir el sorpasso sobre el PSOE, quiere zamparse a IU, si éste pierde sus siglas. Ante esta compleja trama, el programa social parece hoy "un acompañamiento necesario". Después de su intervención en la Universidad: "buena parte de los periodistas que siguen a Podemos, están obligados profesionalmente a hablar mal de ellos porque son las reglas del juego". Recordarle que el victimismo no es usual en la izquierda, ni cuando el PC era perseguido con muertos. Tampoco es serio su narcisismo, su tendencia al absolutismo y su teatralidad. Quizás el mayor enemigo de Podemos sea Iglesias.
Por último Ciudadanos, el más cauto, pretende un asalto al "PP de Rajoy", intentando desmarcarse del programa con el PSOE y acercándose más a la derecha. Si consigue credibilidad puede ser el más beneficiado de estas indeseadas elecciones.
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