domingo, 19 de febrero de 2017

TRES CONGRESOS CON POCOS CAMBIOS

   La España invertebrada que viera Ortega en el pasado siglo tiene aún vigencia. La vertebración aparente de los primeros años de la democracia ha ido disminuyendo, especialmente en los últimos cinco: los afiliados a los partidos políticos no superan el 3,5% de la población; los trabajadores afiliados en algún sindicato no superan el 13%; los movimientos vecinales están en mínimos; la comunidad educativa ha sido eliminada en la LOMCE y los movimientos transversales, que marcaron las protestas por los recortes, han sido reprimidos por la llamada "Ley Mordaza". Por otro lado, es alarmante la carencia de medios materiales y humanos en la Justicia y Fuerzas del Orden; también existen importantes carencias en sanidad, educación y depende de los cuatro grandes partidos. Pese a ello, no se adivinan cambios que permitan ver con optimismo un futuro distinto a medio plazo.
    "Ciudadanos" ha cambiado a una línea liberal, más acorde con los nuevos tiempos. En la realidad ejercen una política variable en función de sus acuerdos con el "PP" y el apoyo, en ocasiones importantes, pese a los incumplimientos.
   El "PP" no ha aprovechado su momento de unidad y continuidad en el poder, para incorporar un programa más avanzado y necesario, así como una renovación de algunos cargos excesivamente gastados. La frase "para qué cambiar si nos va bien", ha culminado en un marianismo, naturalmente sin análisis y con el absoluto control de los que querían algún mínimo cambio. Sirva como modelo el "pucherazo" dado a la enmienda de acumulación de cargos, que intentaba quitar a Cospedal de la secretaría general. Enmienda derrotada por los pelos con la escasa participación del 20%. Después, el ponente reclamó la documentación que justificara el resultado, la respuesta ha sido: "un Congreso cerrado no tiene nada que justificar". Además de esa exhibición antidemocrática (no hay una Ley de Partidos que lo impida), no se ha hablado de los problemas de la juventud con más del 50% en paro y con una emigración de 425.000 jóvenes, de los que el 60% tienen título universitario; tampoco de los compromisos medioambientales firmados e incumplidos, ni de energía, ni de una corrupción que sigue creciendo con nuevos casos. Para mantener la impunidad, ahora recurren al Fiscal General y para defender su posición cuestionan la imparcialidad de los fiscales; el último Consejo de Ministros indultó a seis prevaricadores ante la propuesta del PSOE de un cambio en la ley de indultos. Congresos ¿para qué?
    Podemos ha dado el poder total a Iglesias, y al final también le han dado la razón en la coincidencia de ambos congresos, pues ha sido palpable la diferencia en la democracia interna y el debate entre ambas formaciones. Otra cosa es si han acertado y consiguen una mayor representación, o si ahora es más difícil la unión de la izquierda. Lo cierto es que parece que el "PP" se alegra del triunfo de Iglesias.
   Ahora falta el PSOE, aún en manos de la Gestora Provisional que hace de aparato. Su legalidad ha sido denunciada ante el juzgado núm. 6 de Almería, cuya jueza ha admitido a trámite y solicitado a la Fiscalía que se pronuncie sobre si ese juzgado tiene competencia para juzgar e investigar los hechos. Mientras, en los juzgados de la Plaza de Castilla en Madrid, ya se ha abierto una investigación a raíz de una instancia similar. Tampoco se conoce el paradero de las 90.000 firmas de militantes que pedían un inmediato Congreso, desaparecidas misteriosamente. Una serie de problemas que esperemos no paralicen todo. El retraso del Congreso Federal parece estar consiguiendo el efecto contrario al intentado por Susana Díaz y su aparato. Un retraso inexplicable.

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