domingo, 18 de febrero de 2018

EL FINAL DE LA "OMERTÁ"

   La corrupción del PP hunde sus raíces en los tiempos de Fraga, se desarrolla de forma exponencial con Aznar y Cascos y se mantiene con Mariano Rajoy, hasta que la prescripción de los supuestos delitos de financiación ilegal ha amortiguado los riesgos de cárcel para algunos de los delincuentes y ha facilitado el que ahora se conozca públicamente. Una corrupción masiva, estructural, sostenida en el tiempo y que pagaba el silencio de los corruptos con el dinero de la extorsión.
    Rajoy siempre ha tenido palabras de apoyo hacia los sucesivos imputados: Luis Bárcenas, no sólo en aquella grabación de "Luis sé fuerte", además en Vitoria dijo que no se podría demostrar nunca que “Bárcenas no era inocente”, cuando ya estaba imputado. “Siempre estaré delante, detrás y a tu lado”, le dijo a Francisco Camps en la plaza de toros de Valencia cuando empezó a asomar la Gürtell.“Quiero para España un gobierno como el de Matas en Baleares”, le dijo a Jaume Matas cuando éste era presidente de aquella comunidad autónoma y ya saqueaba el dinero público y se montaba un palacete multimillonario, a la vez que en su autonomía se celebraban fiestas escandalosas. Apoyó de palabra a Ignacio González una Navidad, cuando el presunto corrupto, que todavía presidía la Comunidad de Madrid, exhibía un derrochador plan de vida multimillonario, imposible de explicar con su sueldo y el de su mujer. Mariano dijo que Ignacio González era un gran presidente...
   Al menos quince imputados, con cargos de importancia, han confesado, en menos de dos meses, la financiación ilegal del PP. Citaremos por su sinceridad a Ricardo Costa y por todo lo contrario a Francisco Granados. Y parece que las delaciones van a continuar, por lo que, con un cierto optimismo, podemos creer que puede ser el final de la "omertá".
   Quizás sea también, con lo que ya sabemos, el momento de recordar al Juez Baltasar Garzón, que abrió investigaciones serias, e imputó a altos cargos del PP en Madrid y en Valencia, y acabó siendo expulsado de la carrera judicial. Al Juez Elpidio Silva a raíz del caso Blesa y del caso Bankia. Al Fiscal General del Estado, Eduardo Torres Dulce, que dimitió aparentemente por diferencias con el Gobierno en Cataluña... y no hablamos de nombramientos, en puestos clave, en el poder judicial.
   Por último una reflexión, repasando ligeramente la biografía de Mariano Rajoy. Inició su meteórica carrera política con "AP" como Concejal en el Ayuntamiento de Pontevedra. En 1990, cuando el nuevo "PP" iniciaba su andadura con José María Aznar como Presidente, fue nombrado Vicesecretario General, sustituyendo a Arturo Moreno,  debido a su presunta implicación en el caso Naseiro. Desde 1996 cuando Aznar llegó a la Presidencia del Gobierno, ocupó los ministerios de Administraciones Públicas, de Educación Cultura y Deportes, y posteriormente de Interior. Hasta que en 2002 ocupó la vicepresidencia y el ministerio de la Presidencia. En 2003 sería nombrado, sorprendentemente, candidato a la Presidencia y Secretario General del "PP". Con esta biografía nadie puede dudar que Rajoy conoce perfectamente las tareas de gobierno y las de partido y de éste especialmente las finanzas, desde hace más de 25 años. Además sabemos que el "PP" es un partido de estructura piramidal en la que el Presidente nombra y destituye a quien le parece.
   Con todo esto resulta difícil entender que, teniendo en cuenta todo el poder que ha ejercido, los manejos de la corrupción se hacían a sus espaldas y como consecuencia no le alcance responsabilidad política y penal alguna. Es que es necesario reconocer la tremenda capacidad que posee para conseguir que todos creamos, incluidos los jueces, que ha estado manejando el poder (en partido y gobierno), sin ser responsable de nada.

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