Vencida la XI legislatura (8,5 meses) y pasados 16 meses de la XII, según la Moncloa, podemos afirmar que el inmovilismo de Rajoy ha propiciado el aplazamiento de la solución de los problemas. Para ser más precisos, sólo en 8 ocasiones, y de ellas en 6 para trasponer sendas directivas comunitarias. El resultado ha sido que hasta el momento únicamente se han aprobado 2 Leyes orgánicas y 4 ordinarias; aunque, eso sí, se han aprobado 13 Reales Decretos. Mientras tanto, los Grupos parlamentarios del Congreso han presentado gran cantidad de proposiciones de ley (143), también el Grupo popular (10). Una intensa actividad con nulos resultados: ninguna de las iniciativas de la oposición ha llegado aún al Boletín Oficial del Estado y las 2 aprobadas fueron las presentadas por el Grupo Popular: la de convocatoria automática de elecciones y la reforma de la estabilidad presupuestaria. Ahora, sin aprobar los presupuestos, amenazan con prorrogar los actuales y gobernar a golpe de decreto.
La inexplicable protección a las grandes empresas de eléctricas está suponiendo que paguemos la electricidad más cara de la Europa continental y que perdamos dinero público a favor de empresas privadas. Luego, estas empresas contratan a los políticos en sus consejos de administración, en señal de agradecimiento. El ataque de Rajoy a las energías renovables ha desbancado a España de un campo en el que era líder, perdiendo multitud de empleos, dinero y prestigio internacional. Esto ha hecho que ahora la factura petrolera aumente en 8.875 millones de €. Como también se han gestionado mal las autopistas, cuyo rescate costará un mínimo de 2.000 millones...
En materia de derechos humanos se han incumplido los compromisos adquiridos en materia de emigración; el pacto de Estado contra la violencia de género aprobado en el Congreso, de momento, sin avances; no se han cumplido los compromisos con Europa de una nueva Ley Hipotecaria y siguen los desahucios sin plenas garantías, lo que beneficia a las mafias de ocupas; se incumple la Ley de la Memoria Histórica pese a su vigencia; los centros de acogida de extranjeros (incluso niños) se han transformado en auténticas prisiones; cada vez se restringe más la libertad de expresión...
En Cataluña, han intentado la modificación de la enseñanza en castellano y paliar la llamada "inmersión lingüística". Para ello, movilizaron una estrategia distinta al 155, recopilando las sentencias firmes, confeccionando con ellas una lista de colegios y poblaciones para hacerla efectiva en la próxima Semana Santa. Pues bien, el TC ha declarado nula la ley Wert para escolarizar en castellano (ahora pasa factura la chapuza de Wert), invalidando el plan. Pese a ello, Cospedal insiste en que se siga trabajando en la idea. Habrá que esperar al final de este nuevo empeño. Todo menos intentar un dialogo político que aproveche las diferencias, cada vez más notorias, entre facciones independentistas y la caída de 8 puntos en los partidarios de la independencia.
Los presupuestos para este año vuelven a disminuir los gastos en educación, sanidad e investigación, a la vez que se aumentan, por la puerta trasera, los gastos en defensa para cumplir compromisos.
Si añadimos la corrupción, el desprestigio de las instituciones, el trabajo precario y mal pagado, las respuestas absurdas del gobierno y la falta de diálogo, entenderemos que se mueva la calle a pesar de la "ley mordaza". Las movilizaciones han empezado con la "rebelión de los pensionistas" en toda España contra el Gobierno de Rajoy por la miserable subida del 0,25 % de sus pensiones, que no sólo ha sorprendido al Gobierno sino también al Parlamento y a la Oposición, además hay otras tres para marzo. Y la de igualdad de la mujer, el 8 del mismo mes. Las respuestas del gobierno, ayudan al éxito.
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