domingo, 17 de febrero de 2019

LA CRISPACIÓN POLÍTICA PONE EN EVIDENCIA RAZONES Y MENTIRAS

    Unos días antes del domingo 10, Pablo Casado pronunciaba unas palabras llenas de insultos personales impropios y cargados de odio, destacando el de "traidor a la patria". Insulto que me trajo a la memoria el mismo epíteto que dirigió Blas Piñar a Adolfo Suárez cuando éste, después de semanas de diálogo con Carrillo, reconoció al PCE, abriendo las puertas a una democracia plena en España. Blas Piñar y el tripartito no quieren diálogo para solucionar los problemas en la democracia. Destacar que la visión política de Carrillo no es, ni mucho menos, la de los independentistas. El "PP" de Casado está haciendo de la mentira, el insulto y la deslealtad sus "virtudes" políticas.
    Del día 10, no voy a valorar el éxito o el fracaso. Simplemente diré que la convocatoria se dirigía a toda España (46,5 millones), que se convocaba en el centro de Madrid (de más de 3 millones), que se fletaron autobuses gratis desde todas las autonomías. Como referencia, la manifestación Gay en esa misma plaza, pocos años antes, concentró 800.000 personas. Veamos ahora el texto del manifiesto. De las averiguaciones realizadas parece que la mayoría del texto consensuado por el tripartito es mentira. Citaré como ejemplos de esas mentiras, aquellas que se consideran traición: “recibir con lazos amarillos al presidente de la Generalitat en Moncloa”, “trasladar a los políticos presos a la cárcel de Lledoners”, “aceptar la bilateralidad entre iguales en la reunión de Pedralbes”, “torcer el criterio jurídico de la Abogacía del Estado”, “aceptar las 21 exigencias del secesionismo”, “iniciar unas negociaciones para aprobar los Presupuestos Generales del Estado ofreciendo a cambio la soberanía nacional”, “admitir la posibilidad de que hubiera mediadores, relatores, o cualquier otra figura semejante”...
    El pasado miércoles el Congreso de los Diputados aprobaba con los votos de PP, Cs y Vox la enmienda a la totalidad, lo que suponía el rechazo a los PGE. Si hacemos memoria, examinamos la Moción de Censura y aplicamos el razonamiento empleado por PP y Cs en la M. de Censura, podemos afirmar que la aprobación de la enmienda a la totalidad ha sido ilegítima e ilegal y no debería tenerse en cuenta. Además podríamos sospechar, como hicieron ellos, que el voto debió ser a costa de algo. Pero no lo vamos a hacer. Nadie habló de los beneficios sociales perdidos. Ahora no les interesa.
    Por otro lado, creo que fue el martes, se realizó una entrevista a Torra, donde éste, una vez más, afirmaba que en toda democracia el pueblo está por encima de la Ley. Este independentista ignora que en toda democracia el pueblo elige al Parlamento y éste legisla para hacer posible y viable la convivencia. Es decir, no sabe que no hay democracia sin leyes y que éstas deben cumplirse por todos sin excepción. De otra forma, por ejemplo, si el pueblo se niega a pagar impuestos habría que permitírselo. Con esa forma de ver la democracia, resulta difícil encontrar puntos de encuentro.
    Esta semana ha comenzado el juicio contra el "procés" por el TS. Hasta ahora llevado magníficamente por los jueces y con la evidencia de que no es un juicio político, pues el mencionado Torra expresa sus ideas en público sin represión alguna. El afán de protagonismo de Vox le ha llevado a presentarse como acusación particular. Apeló a un fantasmal Comité de Derechos Humanos de Estrasburgo, que no existe. Dijo que los acusados eran una “organización criminal" y pidió 74 años de prisión. Quiso eliminar los lazos amarillos, pero el tribunal no lo permitió. Una actuación inútil por ignorancia.
    Como consecuencia de no sacar los presupuestos, el Presidente del Gobierno, después de una razonable explicación, ha decidido la disolución de las Cortes y que las Elecciones Generales se realicen el próximo 28 de abril. Informemosnos y razonemos lealmente lo que conviene a España, y después votemos. Nos jugamos mucho.

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