domingo, 3 de febrero de 2019

EL NUEVO SENTIDO DE ESTADO DEL "TRIFASCITO"

    El pueblo andaluz, utilizando su singular genialidad, ha bautizado como "trifascito" al gobierno surgido de la singular colaboración de "PP", Cs y Vox que   han actuado y siguen actuando como si a ellos no correspondiera ningún tipo de defensa de la democracia ni tuvieran que ver con la responsabilidad del Estado de Derecho. Parece que en este último tiempo han acordado retrasar la aprobación del presupuesto de Andalucía como estrategia para evitar descubrir las medidas que piensan tomar y no mostrar su programa. ¿Curioso, no? Pese a ello en la campaña prometieron, como elemento clave de sus compromisos, la supresión del impuesto de sucesiones. Ante este hecho sugerimos la siguiente reflexión: los hijos heredan más que antes la riqueza y la pobreza de los padres. No hay movilidad social. Aspecto que puede agravarse con medidas fiscales como la supresión del impuesto de sucesiones. Algo que se vende como un beneficio social, cuando es la causa básica para el aumento del inmovilismo social y la consiguiente injusticia social. Parece que los grandes beneficios prometidos antes de su llegada al poder no son tan buenos y que habrá que esperar para conocerlos.
    En política exterior, Casado intervino para apoyar a Hungría en el Parlamento Europeo, dejando claro su alejamiento de la UE. En el actual momento de Venezuela su intransigente posición se acerca bastante a los intereses de Trump que presiona a España y a la UE para que rompa todo diálogo con Maduro. En España, pese a que Sánchez explicó, desde Davos, que había hablado con Guaidó y le había dado su apoyo, a la vez que afirmaba la idea de que España trataría de lograr el apoyo a la UE para ir juntos, buscando unas elecciones que conjuraran la crisis. Casado, lleno de ira, llamó "Cobarde" al Presidente Sánchez, insulto que en absoluto le cuadra. Horas después Sánchez tomó la palabra en el cierre de la Internacional Socialista en Santo Domingo,  expresó su respaldo a la "lucha por la democracia" de Venezuela, afirmando que "quien contrapone socialismo y libertad y responde con balas y prisiones a las ansias de libertad y democracia no es socialista sino un tirano". Pese a todo siguió acusando de tibia y dudosa la posición de Sánchez, el mismo que  planteó el pasado 26 un ultimátum a Nicolás Maduro, conminándole a que convoque unas elecciones "justas, libres y transparentes" en ocho días. Sin duda la política exterior exige un "tempus" y un recorrido que Casado desconoce.
    El Supremo estudia aplazar al 12 de febrero el inicio del juicio del "procés", que será retransmitido por televisión de principio a fin y al que asistirá una delegación de representantes del Parlamento vasco, según reveló ayer el presidente del tribunal de casación, Carlos Lesmes. Los siete magistrados que integran el tribunal que juzgará a los 12 líderes soberanistas aún se hallan perfilando el auto de admisión a prueba a causa del volumen de los escritos de las defensas y a la ingente cantidad de prueba solicitada. Los abogados de los acusados han presentado escritos que suman más de 1.800 folios, por los más de 300 de las acusaciones. Pretenden que sea conocido anticipadamente el fallo de los recursos en el Constitucional. A su vez el Gobierno ha puesto en antecedentes a Exteriores para que no vuelva a ocurrir la desprotección del pasado. Lo curioso es que en este paso tan importante no aparece por ningún lado la opinión de Casado o de Rivera. Este último está muy preocupado por los próximos procesos electorales en los que intenta presentar nuevos candidatos, salidos de primarias aceleradas, para intentar conjurar sus pasados errores. Por su parte el Gobierno quiere evitar una eventual sentencia condenatoria contra España en los recursos de amparo presentados por los líderes políticos catalanes en prisión provisional por graves delitos.

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