Todo apunta a que las elecciones del 28 de abril serán el final del bipartidismo y surgirá un multipartidismo que hará muy difícil la gobernanza. Esa nueva situación ha generado un frentismo radical que impide cualquier transversalidad. Lo forman un centro/derecha que ha girado a extrema derecha y una izquierda que sigue siendo socialdemócrata donde destacan PSOE y Podemos. Como modelo de este radical giro a la extrema derecha podemos citar a Rivera (Cs) que empezó como centro izquierda, que en las anteriores prometió no apoyar a Rajoy, erigiéndose adalid de la anticorrupción, luego apoyaría a Rajoy, incluso en la moción de censura. Últimamente, pese a los desprecios a Vox, forma parte del tripartito en Andalucía e incluso los ha apoyado para presidir una comisión tan importante como la de Cultura, también con presencia activa en Colón y últimamente ha apoyado la presencia en el Senado de Vox, quién en una única votación ha dejado clara su ideología. Ahora Rivera niega cualquier pacto con Sánchez o el PSOE. Últimamente se ha conocido un debate donde Arcadi Espada, ideólogo y fundador de Cs, afirmó que los niños que nacen con deficiencias deben ser atendidos sólo por los padres y no por la sanidad pública y debería autorizarse a estos niños su denuncia contra los padres como si hubieran cometido un delito. Lo que faltaba. Hasta Macron desconfía. Por eso y porque hay riesgo de que nos gobiernen partidos de extrema derecha con Cs, es necesario ir a votar.
Existe dificultad de conocer los programas del tripartito, debido al interés por ocultarlos, pues incluso ha retrasado los presupuestos en Andalucía. Siempre hablan de bajar todos los impuestos. De esas bajadas, vamos conociendo: que eliminarán el impuesto de sucesiones y donaciones, el de patrimonio y bajaran el de las empresas..., lo que indica que beneficiarán a los ricos en las bajadas y que la disminución de ingresos perjudicará a los pobres. Esperemos, si es o no esa, la realidad que quieren ocultar.
En otros aspectos ideológicos, sabemos que no les gusta la Ley contra la violencia de género y rechazan la partida presupuestaria que la sustenta. También han demostrado, con el voto en contra en el Congreso, que no les gustan los presupuestos sociales. Además, durante el tiempo de gobierno de Sánchez, han bloqueado, en una tarea de filibusterismo parlamentario, desde la mesa del Congreso: la derogación de la Ley Mordaza; la derogación de la reforma laboral; la modificación del voto rogado, que permitiría votar fácilmente en el extranjero. Se han bloqueado leyes tan importantes como: la Ley de igualdad laboral; la pobreza energética y la de recuperación de las energías limpias; el aumento de la protección de los desempleados; la Ley sobre bebés robados; la Ley de la eutanasia; la sostenibilidad del sistema de pensiones para garantizar que no haya merma de poder adquisitivo en nuestros jubilados y jubiladas...
Conviene resaltar que pese a considerarse los únicos y auténticos en la defensa y cumplimiento de la Constitución, la legislatura acaba con cuatro condenas del Constitucional al bloqueo parlamentario del PP para proteger al Gobierno de Rajoy. Ahora, el PSOE lleva al Constitucional el bloqueo de PP y Ciudadanos a la ley para evitar el veto del Senado al techo de gasto. Utilizan la Constitución según sus intereses. Pese a todo, el Gobierno sigue y ha sacado una ley que pondrá coto a las hipotecas, y habrá otras.
Por eso y mucho más, es importante ir a votar, pese a que sea fiesta y que se presenten otras alternativas. Muchas de las aspiraciones de organizaciones feministas, sindicatos, jubilados, jóvenes, desahuciados, parados... pueden tener muy cerca o muy lejanas sus aspiraciones en función del próximo resultado electoral. Hay que tomarse la molestia de informarse y votar con la razón. Después no te quejes.
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