Parecía que las elecciones del 26M habían empezado adoptando un estilo y unas formas, no el fondo, distintas a las anteriores. Para mantener ese optimismo, consideraba varias causas: la nueva estrategia marcada en función de los resultados obtenidos por los perdedores, las previsiones de las encuestas de futuro y la rueda de reuniones en la Moncloa con el Presidente del Gobierno.
El comienzo de semana nos sorprendió un razonable acuerdo, sin críticas negativas, para la formación de la Mesa del Congreso. El acuerdo supone UP (2), Cs (2); PP (2) y PSOE (3), que incluye la Presidencia, lo que implica que el PSOE tiene mayoría con el apoyo de uno cualquiera de los otros tres partidos. No forman parte de la Mesa Vox ni los nacionalistas. Un acuerdo lleno de sensatez que permite variados espacios de acuerdo. Pero como dice el refrán, la alegría dura poco en la casa del pobre.
Y apareció Cataluña con la propuesta de Iceta a la Presidencia del Senado y todo cambió. Un candidato excelente para negociar, puesto que para los nacionalistas es constitucionalista y para éstos es nacionalista. Ideal su equidistancia. Por su parte "PP" y Cs se abstuvieron, una vez más como buena derecha se ponían de perfil ante los problemas, pese al compromiso de Casado a la salida de Moncloa. Dicen que Sánchez hará concesiones a ERC, fingiendo desacuerdo. Un retorno a la sucia dialéctica de las elecciones anteriores, Creo que ERC se equivoca, si cree que su situación de prisión provisional se debe a una injusticia politizada. Cualquier juez hubiera hecho lo mismo ante el antecedente de la cobarde huida de Puigdemont y los suyos a Bruselas. Pero considero que para un nacionalista un no nacionalista no está preparado para entender sus altos valores. Ojalá todo cambie a mejor, y como comenta G. Rufián sea un chubasco y no influya en el futuro inmediato.
Por su parte el Presidente del Gobierno ha reaccionado de inmediato, proponiendo, el pasado jueves, como Presidenta del Congreso de los Diputados, a Maritxell Batet y a Manuel Cruz, ya nombrado senador catalán, como Presidente del Senado. Así deja enormemente claro que va situar a Cataluña en el centro de su preocupación política. Como realmente debe ser, aunque habrá las más perversas versiones sobre la intención de estas propuestas. De todas formas, es importante la decisión del Constitucional en este tema.
Volviendo a la cotidianidad, parece que los aspectos fiscales han cobrado importancia en el discurso electoral del 26M. En este aspecto, Ciudadanos, que siempre sorprende, ha prometido bajar los impuestos autonómicos para compensar la subida fiscal de Pedro Sánchez a las clases medias. Ignora, no quiero pensar que miente, que el incremento que propone el PSOE afecta al 1% de las empresas, a los grandes patrimonios y a las rentas de más de 130.000 euros anuales, realmente afecta a 90.000 de los 19 millones de contribuyentes, a los que Rivera considera "clase media". Para Cs es ese 0,5% más rico y las empresas del Ibex 35 a los que defiende para que no repartan su riqueza con el 99,5% restante que somos la clase baja. Sin contar que esa bajada de impuestos en una autonomía puede perjudicar a otras, no gobernadas por ellos, y entrar en una competencia nada solidaria, o entrar en ilegalidad, pues el PSOE se ha comprometido a reformar la financiación autonómica para vencer la brecha existente.
Espero que a estas alturas no insistan, como única solución para Cataluña, en la aplicación del 155. Pero es más posible que a la torpe insistencia se una el "PP".
Añadir que las elecciones nos han hecho dejar a un lado los grandes cambios en la UE. y en el mundo y aquí es necesario el dialogo, o nos quedaremos fuera de todo.
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