domingo, 9 de agosto de 2020

Un tiempo en el que es imprescindible hacer POLÍTICA

     Una definición amplia de la política nos permite su presencia en toda actividad humana. De manera ajustada a lo que conocemos como política en el día a día, diría sencillamente que en una democracia la política es la actividad que realizan los diferentes partidos a través de sus representantes, para encontrar soluciones a los problemas, a través del diálogo. Entendemos que para que esto sea posible y eficaz, es imprescindible tener empatía, lealtad, prudencia y un importante sentido de la ética de la responsabilidad, respecto de la ética de la convicción (es decir, tener claro que por el bien del pueblo es necesario, a veces, dejar aparte la ideología) que definió Max Weber, quien pensaba que ajustándose fielmente al dogma ideológico no siempre se encuentra la única y la mejor solución. Pero analicemos este tiempo en el que vivimos. 
     La España de este tiempo, se ha visto envuelta en una serie de problemas, todos ellos importantes, a saber: la pandemia y la crisis económica que ha provocado, el independentismo catalán, el debate monarquía/república y el comportamiento del rey emérito... Toda una serie de problemas que no deben olvidarse, pero también que no pueden ser llevados todos a la vez, pues alguno de ellos viene acompañado de enormes problemas jurídicos y todos precisan tiempo, serenidad y una situación social más serena que la actual. Por ello, creo que deben tener prioridad la lucha contra la pandemia, buscando soluciones eficaces y abordar los presupuestos para encontrar una solución conjunta al problema social y económico. Pensemos que no podemos desperdiciar el haber conseguido un acuerdo en la UE que permite una solución viable.
     El Gobierno lleva desde su inicio luchando contra dificultades sin número, en el que no ha faltado nada: críticas despiadadas, una pandemia y una dura negociación con Europa. Ahora, tras haber conseguido un respiro económico con los fondos europeos, la aprobación de los Presupuestos permitiría implementar medidas más audaces para vencer a la pandemia, conseguir que nadie se quede atrás en materia social y que iniciemos un tiempo de crecimiento sostenible. Además, el acuerdo solidario de la UE precisa de un programa y unos presupuestos aprobados en un tiempo determinado. Necesitamos con urgencia la normalidad a la que nos llevaría la aprobación de unas nuevas cuentas, pues la prórroga de los actuales sería un desastre. Además, los contagios siguen y hay cada vez más reticencias de otros países para viajar a España.
     Afortunadamente, el Gobierno de Coalición ya ha empezado a poner las soluciones para vencer el previsible rechazo y poder garantizar a Europa y a los españoles la estabilidad. Además, el próximo septiembre puede ser la puerta de un Otoño Caliente como parece pretender provocar Vox con su Moción de Censura. Por otro lado, el "PP" de Casado ha aceptado desbloquear la renovación del Consejo General del Poder Judicial, manteniendo la ley actual para su elección. El acuerdo final puede llegar en septiembre si ningún acontecimiento político lo impide, aunque la convocatoria de las elecciones en Cataluña para el mes de octubre podría ser un elemento distorsionador en las conversaciones entre PSOE y PP. Es importante que el "PP" de Casado se dé cuenta de que una abstención puede ser enormemente útil en su actual situación. Además, los socios de investidura, y en especial los independentistas, ponen líneas rojas. La tarea es compleja, especialmente si nadie quiere aparcar diferencias  y abrir espacio a la única solución.
     Ahora, Nadia Calviño, uno de los mejores activos del equipo de Sánchez, recordaba en La Vanguardia que el objetivo es volver a ese crecimiento robusto, superior a la media de la zona euro, que teníamos antes de que esta pandemia nos afectara. Decía que es preciso que todos contribuyamos para allanar el camino hacia un crecimiento más sostenible.

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