LA EXTRAÑA IDEA DE HACER POLÍTICA DE CASADO

     Últimamente, a Casado, quizás alterado por tantos obstáculos encontrados en la tarea de buscar espacio en su afán diario de hacer política, se le ha ocurrido filosofar sobre el hacer político. En esta tarea reflexiva le ha salido lo siguiente, durante su intervención en la IV Feria Nacional para la Repoblación de la España Rural. Cuando comenzó a hablar de lo que no tienen que hacer los políticos, dijo, textualmente: "Los políticos no tenemos que intervenir en la vida de los demás. Y tenemos que ser coherentes. Yo no puedo decir ahora mismo como político: 'La gente tiene que dejar de comer carne' o 'la gente tiene que comprar menos ropa'. Yo no puedo decir como político: 'Las hamburguesas tienen que tener menos tamaño o 'las tallas de ropa van a ser diábolo, cono o lo que sea". Imagino la estupefacción de los asistentes, aunque no conozco tampoco si se oyeron carcajadas. Entre los asombrados oyentes, destacó la médica Yolanda Fuentes, quien dimitió de su puesto al estar en contra del criterio político en las decisiones en materia de sanidad. En un proceso de furia sensata le ha dedicado unas contundentes palabras "Si su objetivo no es legislar para mejorar la vida y el futuro de los españoles, igual debería dejar la política". Un consejo que desgraciadamente para su partido, no va a seguir.

    Ahora, está obsesionado con los indultos y se ha propuesto atacar el asunto con todos los medios a su alcance: la justicia, firmas en la calle, movilizaciones populares e incluso una injustificada concentración en Colón. Digo injustificada, pues considero la primer concentración como un fracaso estrepitoso, pues reunieron mucha menos gente que la convocada por homosexuales, unos días antes, además de considerar indecente el panfleto leído. Por otro lado, la nueva foto de Colón evidencia la división interna entre Casado y el sector moderado del PP sobre la relación con Vox, pues Feijoo, Moreno Bonilla y Fernández Mañueco dicen respaldar la concentración pero no asistirán, para evitar una imagen de connivencia con la extrema derecha. Ya ha olvidado lo que hizo en el Congreso, ante la mirada atónita y dolida de Santiago Abascal, que había presentado una moción de censura en plena pandemia contra Pedro Sánchez y en la que la ultraderecha se quedó sola con sus 52 votos. De lo que estoy seguro, conociendo su arrojo, es que no realizará actos multitudinarios en Cataluña.

    Si miramos hacia atrás, la política del "PP" en Cataluña está llena de fracasos: recordemos que el 20 de junio de 2006 se publicaba en el BOE el Estatuto de Autonomía de Cataluña que sería votado por el pueblo catalán. El 30 de Junio del mismo año, el "PP" recurrió ante el Constitucional, que anuló el Estatuto. En aquel tiempo se sabía que el estatuto andaluz daba más competencia a Andalucia que el catalán desestimado a Cataluña. Más recientemente, recordamos la aplicación por Rajoy del 155. Podemos afirmar que el "PP" nunca ha utilizado la política y el diálogo para la solución de la convivencia en Cataluña. En las últimas elecciones, creo recordar que Casado obtuvo 4 diputados a la Generalitat y en esa misma votación el PSOE fue el partido más votado, con más de 50.000 votos sobre el segundo, que fue ERPC. Podemos afirmar que a lo largo de nuestra democracia el "PP" siempre ha utilizado la justicia y no ha dialogado nunca. Casado sigue la misma línea con un sistema más tosco en su empleo de la justicia.

       Hace unos días se han definido por los indultos los dos grandes sindicatos, CCOO y UGT, a la vez que la carta de Junqueras dejaba claro que solo utilizaría el diálogo y no fómulas de decisión propias. Mientras el "PP" sigue sin dar solución alguna.