El título hace alusión al de una fábula de Esopo (siglo VI a. de C.) que relata cómo los montes dan terribles estruendos para dar a luz, produciendo pánico al que los escucha, para después parir un pequeño ratón. Una situación comparable a los ruidos levantados por el Sr. Rajoy, cuando se anunciaba una entrevista en TVE, después de nueve meses en el gobierno y cuando la televisión está bajo su control. Toda para dar respuestas sin contenido. La entrevista repitió los mismos latiguillos de siempre: “decidiré el rescate cuando tenga todos los datos en la mano”; “mi meta es la contención del déficit”; “haga lo que haga será en beneficio de los españoles” y siguió sin decir nada sobre las pensiones. También, como siempre, dijo medias verdades, cuando habló de un déficit heredado de 30.000 millones de €, ocultando que 26.000 millones eran de las autonomías, las mismas que gobernaban en su mayoría, algunas desde hace meses y otras desde hace años. Pensamos que no contestó a la pregunta sobre si extendería a otros parlamentos la ocurrencia de Cospedal (reducir a la mitad los diputados y eliminar los sueldos en su comunidad), por no estar de acuerdo en volver al caciquismo del XIX. Llegamos a la conclusión de que debería haber esperado a tener algo de interés que contarnos. Reconozcámoslo, a nuestro presidente el pueblo le da “repelús”.
Quizás todo se entienda mejor si tenemos en cuenta las elecciones en Galicia en las que al parecer existen expectativas de triunfo para el PP. Por esta circunstancia se están realizando discursos distintos en cada sitio para favorecer su voto: en Galicia, por ejemplo se insinúa que no existe intención de pedir el rescate, mientras De Guindos en Europa habla de un posible rescate a la vez que avisa del riesgo que corren las prestaciones sociales, sin entrar en detalles. Tampoco se dice nada sobre los incumplimientos del déficit de las autonomías en el pasado semestre (ocho en total) por encontrarse Galicia entre las peores. Mucho me temo que el contenido de los presupuestos, a presentar antes de que finalice septiembre, siga el mismo camino hasta que finalice el tiempo electoral. Así podemos saber que cuando el presidente hablaba de que lo que haga será en beneficio de los españoles, debemos entenderlo que lo hará en beneficio de su partido. A pesar de que el retraso en la toma de decisiones, durante otros dos meses, perjudique los intereses españoles.
Mientras tanto el gobierno recorta los contenidos que controlan las autonomías en educación, iniciando un debate populista en el momento en que Cataluña pide la independencia y antes de intentar cualquier acuerdo con la oposición, algo que en estos momentos es absolutamente necesario. Por su parte Gallardón continua en esa misma línea al presentar el Código Penal más severo de la democracia, instaurando la cadena perpetua revisable, a la vez que castiga duramente la protesta social. Están gobernando a golpe de titular y sin tener en cuenta las necesidades por las que están pasando buena parte de los españoles. Ya parece no tener importancia que la desconfianza sobre España siga aumentando y que el BCE nos diga que la deuda superará el 100% del PIB si el país incumple el plan de ajuste. Lo peor es que, por ausencia de previsión, se tienen concentrados cerca del 40% de su deuda entre 2013 y 2015, lo que nos está indicando que al menos tenemos tres años complicados. Mientras al día de hoy la deuda pública llega al máximo en casi un siglo acercándose a los 800.000 millones de €. Parece que los recortes han causado más daño a las personas que beneficios a la economía. Espero que los gallegos tengan buen ojo, pues si gana el PP, del rescate no nos libra nadie.
Los recortes a la libertad de expresión en TVE se han notado de manera notoria a la hora de la información general y en especial en la manifestación independentista de la Diada. Poco a poco los conoceremos mejor.
Terminar felicitándonos por las mareas de personas en la manifestación de Madrid. Desgraciadamente, el único camino que parece entender el gobierno. ¡Y el otoño no ha empezado aún! Si no aumentamos la presión, los recortes van a seguir de manera inevitable.
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