domingo, 3 de noviembre de 2013

LA GLOBALIZACIÓN DE LA MENTIRA

     Tengo la sensación de que convivimos con la mentira como si ésta fuera la única normalidad posible. Sabemos que nos mienten el gobierno, los partidos políticos, los  sindicatos, la patronal, la jerarquía eclesiástica, las entidades financieras, los medios de comunicación e incluso buena parte de nuestro entorno y nos conformamos. Asumimos con naturalidad, por ejemplo, que en cada manifestación o huelga nadie se ocupe de la verdad del número de participantes, va siendo normal que un ministro o un presidente del gobierno mienta a los ciudadanos, a las Cortes o a la justicia y dé datos falsos sobre lo que está ocurriendo, no sabemos la verdad de cómo se toman las decisiones que nos afectan o porqué nos dicen que estamos bien cuando en nuestro entorno se vive mal; lo peor es que delante o detrás de la mentira está la injusticia, la corrupción, la violencia, la insolidaridad… La verdad está empezando a resultar sospechosa y los ciudadanos parecemos comparsa de una especie de dictadura democrática de la mentira.
     Un caso paradigmático en el que se mezclan la mentira y la verdad sospechosa puede ser el de Bárcenas-Gürtel. El caso Bárcenas, después de expulsar al juez Garzón de la carrera judicial, fue asignado al juez Ruz que estaba en la Audiencia Nacional en comisión de servicios desde julio de 2010, en sustitución del juez Carmona que era el titular. Por otro lado al juez Bermúdez le correspondió, como titular, el caso Gürtel e inmediatamente intentó relacionar las donaciones de empresas con sus adjudicaciones de obras o servicios, el auténtico delito de la trama. De manera fulminante el CGPJ le dejó fuera, ordenando la fusión de las causas y encargando al juez Ruz del conjunto. A su vez se ascendía al juez Carmona al tribunal de La Haya. No se han mandado aún registros en la sede del “PP” ni al domicilio de Bárcenas. Cuando el juez Ruz decide pedir los ordenadores y los libros de visitas, muchos meses después de ser imputado Bárcenas, desaparecen y manda una actuación a los juzgados de la Plaza de Castilla, pues considera que hay delito por destrucción de pruebas durante el periodo de imputación de Bárcenas. La fiscalía se niega a investigar el caso y la juez del juzgado núm. 32, asume que no hay delito, mientras el juzgado núm. 49 ha abierto nuevas diligencias sobre el caso, gracias a otra denuncia. Todo parece seguir su curso hasta que la instrucción avanza para inculpar al “PP”; entonces todo se altera. En los dos últimos años, se ha cambiado tres veces al jefe de la Udef, que tiene la responsabilidad en las investigaciones del caso Gürtel-Bárcenas. Este conjunto de decisiones, tomadas con la conformidad o iniciativa del gobierno, podrían ser verdades sospechosas.
    Además de las muchas mentiras de Rajoy, sabemos que Bárcenas entregó al juez una memoria electrónica que documenta 8,3 millones de dinero negro, a la vez que la Policía Científica informó que los datos aportados son de los años 90. Otro tesorero del PP, Ángel Sanchis tiene que depositar una fianza de 8 millones. Un nuevo testigo relanza la financiación ilegal de Camps. El PP niega ante el juez Ruz la entrega de 200.000 € que ya admitió como cierta públicamente Cospedal; pese a ello el juez imputa al gerente del PP en Castilla-La Mancha por un documento en el que presuntamente firmó el recibí. La caja B de una empresa apunta a la financiación ilegal del PP en Almería, siguiendo las mismas pautas. Ahora el juez llama como testigo a Esperanza Aguirre. Todo se enmarca con mentiras y ataque de amnesia. Esperemos que la internacionalización del caso por la investigación de Argentina sirva para clarificar.
    Se menciona este caso porque implica a la cúspide del partido que hoy tiene todo el poder y no quiero que se olvide. También podría ser ejemplo el caso de los ERE, el caso Arena, el caso Palau, el caso Noos… Desgraciadamente, hay demasiados casos.

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