domingo, 9 de noviembre de 2014

RESPUESTAS QUE DELATAN

    El resultado de las elecciones al Parlamento europeo y los continuos tsunamis de la corrupción han llenado de ira a una ciudadanía cansada de tanto desgobierno, tanta mentira y tanto golfo. Durante unos días, quizás unas horas, pareció que podían cambiar. La realidad ha sido que siguen tomándonos por tontos. Ante las tarjetas negras de BANKIA aparecieron dimisiones y salidas selectivas. ¿Podrán cambiar?, nos preguntamos. Bastó la petición de un pleno sobre la corrupción y la creación de una comisión independiente que pudiera aportar soluciones, para que la simplicidad y el absurdo de sus respuestas delataran que todo seguiría igual, es decir, con dimisiones selectivas. Lo que indica, no nos engañemos, que tendrán que caer para entender.
    El portavoz del grupo, Alfonso Alonso, dio, después del enfrentamiento entre Rajoy y Pedro Sánchez, como razón para la no celebración de ese pleno que había que evitar enfrentamientos, curiosa idea de la democracia. Lo dijo sin autocrítica alguna, después de que Rajoy contestara con un impropio “y tú más” en tono desabrido y como única información. No recuerda que entre los antecedentes del presidente hay mentiras parlamentarias, ocultación de datos a la justicia, ánimos para que resistiera Bárcenas después de la imputación, innumerables cobros en “b” con una estructura nacional liderada por él y que después de 20 años de causas y 170 condenados, sólo 30 han pisado la cárcel y se ha devuelto menos del 4% de lo robado, en buena parte gracias a los indultos del gobierno. Con estos datos sería sospechoso que no hubiera enfrentamientos.
    La explicación sobre la negación del pleno también corrió a cargo de la vicepresidenta del gobierno, quién dijo que como la corrupción está en todos los partidos, todos deberían dar explicaciones. Pues bien, que se celebre el pleno y se constituya la comisión para que todos den explicaciones, el gobierno el primero como máximo responsable y caiga quién tenga que caer. Esa simpleza (del “tú también” similar al “y tu más”) no justifica la suspensión de un pleno tan necesario. Justificación para evitar que el presidente explique su papel en la corrupción, que una y otra vez evita.
    Por último, Cospedal, acosada por las imputaciones de su entorno,  nos dice que el gobierno había hecho lo que podía hacer, dando por cerrado el proceso de cambio, a la vez que justificaba la permanencia de la alcaldesa de Alicante, imputada por cinco causas. Dijo que ya no podría presentarse a la alcaldía en las próximas elecciones, aunque no dijo que podría ser presidenta de la diputación de Alicante, u otro cargo mayor. El anuncio dejó claro que todo iba a seguir igual: que habría indultos y dimisiones selectivas de los imputados por corrupción; que Montoro no aprobará una ley que permitiera la publicación de la lista Falciani para saber las cuentas en el banco suizo HSBC de más de 600 españoles; ni alargar la prescripción de esos delitos; ni que el juez Ruz vaya a terminar la causa Gürtel y menos aún, una ley electoral y una ley de partidos pactadas.
    Rajoy, el responsable de la corrupción, defiende sus éxitos económicos, como si los créditos fluyeran y fuéramos viento en popa. El CIS le da que sólo el 11,7% de los  españoles confían en él; el porcentaje es normal, pues son para los que gobierna. Así hundirá al “PP”, partido necesario. El PSOE, con una competencia fuerte, se ha situado en el centro del tablero, conteniendo la caída gracias al cambio de líder (sin olvidar que Susana Díaz está liderando la regeneración en Andalucía) y Podemos, si antes no muere de éxito, deberá aclarar sus intenciones para evitar la especulación. Los jueces y fiscales se movilizan para conseguir una independencia que no tienen, reconociendo presiones políticas. Algo muy grave en estos delicados momentos donde, además, el presidente del Tribunal Constitucional, que sentenció el Estatuto Catalán, es afiliado al “PP”. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario