domingo, 2 de noviembre de 2014

VOLVER A EMPEZAR

     La imputación por corrupción y las instrucciones judiciales en marcha que afectan a políticos en la cúspide, empresarios, financieros, instituciones públicas (también en el ejército) y dirigentes sociales, están delatando una importante ausencia de valores morales en las élites sociales, económicas y políticas. Situación que se ha prolongado durante más de veinte años y amenaza con seguir en los nuevos negocios de la crisis, la lista Falciani y la ausencia de medidas drásticas. Siguiendo a la presidenta del “PP” de Madrid, Rajoy ha utilizado la “petición de perdón”. No ha pensado que este instrumento requiere la previa adquisición de recta conciencia. En toda la doctrina moral esta petición presupone siempre una admisión de responsabilidad, por una culpa cometida contra aquellos a los que se pide el perdón. Con este reconocimiento, la responsabilidad política (también un principio moral) supone necesariamente la dimisión inmediata. La ausencia de dimisión, indica que su gesto es amoral. Podemos anunciar, ante este irresponsable uso, el final de la autoridad moral de un gobierno del que ya sabemos que realmente no da soluciones porque es el problema. Sr. Rajoy, si no es capaz de ofrecer un proyecto honesto, creíble y consensuado, dimita, para que podamos volver a empezar y crear una política que permita un futuro con esperanza. 
    Sin duda con Vd. en el poder las soluciones son más difíciles: ha eliminado la realización de un debate en el Parlamento sereno y sosegado que permita salidas realistas de futuro, sin recurrir al “y tú más”, propio de políticos primarios sin sentido de Estado. Tampoco son partidarios de crear una comisión independiente que proponga soluciones. Existe el agravante de que esos parlamentarios en los que se apoya, es seguro que ya no representan el pensamiento actual del pueblo español.
    Pese a esta situación en la cúpula del “PP”, existen colectivos y personas que nos permiten pensar que esta sociedad tiene recursos para vencer la situación. Sabemos que existe un periodismo de investigación, que ha hecho que podamos conocer el grave problema al que nos enfrentamos. Pese a la escasa independencia de algunas instituciones del poder judicial, existen amplios sectores de la justicia que están contra esta situación y dispuestos a luchar contra la injusticia. Además, grandes colectivos funcionariales mantienen la idea de la importancia de lo público y se dan cuenta de que muchas privatizaciones no son otra cosa que corrupciones encubiertas. La solidaridad esta prodigándose como nunca en una sociedad que demuestra que desea a toda costa una regeneración, no sólo por mantener el primer puesto en donaciones de sangre y órganos, sino por la proliferación de los bancos de alimentos, las ayudas  económicas y de voluntarios para aumentar la tarea de instituciones como “Cáritas”, “Cruz Roja”, “Médicos Mundi” e infinidad de instituciones religiosas y laicas que están paliando las enormes necesidades que las grandes injusticias y corrupciones están creando… Sin duda hay una sociedad sana con una conciencia responsable capaz de dar la respuesta adecuada y cambiar el país para devolver el prestigio a la “Marca España”.
    Terminar con un serio aviso a confiados: este gobierno, aun con mucho poder, tiene en marcha su estrategia para hacernos ver de nuevo lo negro, blanco. Los cambios en RTVE; los apoyos económicos coyunturales a sus ayuntamientos, diputaciones y autonomías ya han comenzado para fomentar contrataciones. A la vez que pregonarán los éxitos económicos y su idea para garantizar la unidad de la patria. Pensemos que algunos asesores del “PP”, puede que con razón, aseguran que pese al enfurecimiento de muchos españoles, la mayoría volverá a votar lo mismo. Los pueblos en democracia tienen lo que votan y la experiencia nos dice ahora más que nunca lo que tendremos en caso de votar a este “PP”.

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