domingo, 25 de enero de 2015

LOS ESTRAGOS DE LA CODICIA

    El ilustrado Gaspar Melchor de Jovellanos (1744-1811) en su obra, “Memorias de la educación pública”, escribía: (…). El deseo inmoderado de adquirir engendra la codicia, crea una sed insaciable, absorbiendo en el hombre todos los principios de su actividad, lo arrastra hacia todos los medios de saciarla por inicuos y reprobados que sean: fraudes, mentiras, usurpaciones, logrerías, cohechos, sobornos; en una palabra, la prostitución de todas las ideas de justicia y de los sentimientos de honestidad (…). Excelente descripción de la codicia y de cómo ésta engendra la corrupción y los estragos morales que la acompañan. La corrupción no ha abandonado nunca el escenario nacional, pues la avaricia, su madre, es parte de la estructura humana. Se hizo problema entre nosotros cuando el juez Garzón abrió la caja de Pandora y las investigaciones descubrieron que en los últimos veinte años se fueron tejiendo redes de corrupción, formando tramas organizadas que dañaron buena parte de las instituciones, especialmente las del “PP”. Las injusticias de la crisis han agigantado el rechazo social y ahora es un importante problema de Estado que el gobierno no quiere afrontar.
     Últimamente la fiscalía anticorrupción en una de las piezas, la comprendida entre 1999 y 2005 (la que Ruz terminó su instrucción), ha emitido un informe en el que pide 800 años de cárcel para 41 imputados, entre estos figuran: 125 años para Francisco Correa, 83,3 para Crespo, 45 para Izquierdo, 42 para Bárcenas…, de ellos hay 15 altos cargos para los que se pide 350 años de cárcel. Además el “PP” y la exministra de Sanidad, Ana Mato son partícipes a título lucrativo de los delitos cometidos por exdirigentes de la formación, exigiendo devoluciones, y delatando la financiación ilegal del “PP” durante los 15 años. La vista se retrasará hasta 2016. Pese a la dureza, el “PP” sigue con la técnica del avestruz. El Ministerio Público ha destruido las tesis que sostenían que el “PP” no se había financiado ilegalmente, que su contabilidad era impecable y que son víctimas de una trama. La codicia sigue haciendo estragos. 
    Aunque la parte tratada ocurrió con Aznar presidiendo y Cascos de secretario general (SG), hay que recordar que el 3 de septiembre de 2003, Rajoy ocupó la presidencia y la SG durante un año, nombrando después SG a Acebes. Sin duda el periodo le afecta, pero especialmente la continuidad de la trama. Como es su costumbre, Aznar sigue mudo y extrañamente no se le cita en el informe, pese a ser el máximo responsable político. Ahora colabora con Rajoy. ¡Qué mal tienen que verse ambos! 
    En este año, el de las tres elecciones o más, el PP tendrá que afrontar esa losa durante meses. Una culpa que llevaría a la dimisión a cualquier político con responsabilidad. Los autos posteriores de Ruz no sólo tienen que ver con Rajoy, sino que fue él quien nombró tesorero a Bárcenas y fue grabado diciéndole: “Luis, sé fuerte”. Por su parte Cospedal, a la que suspendieron su recurso contra Bárcenas, tiene imputados a buena parte de su entorno. Negarán lo evidente. Tienen esa costumbre.  
    Para muchos se esperan delaciones, especialmente si Ruz termina la instrucción y la fiscalía actúa. Más ahora que Bárcenas, a su salida de Soto, dice que Rajoy lo conocía todo y que la caja B es del “PP”. Una versión razonada y mucho más creíble. El “PP ya se está defendiendo presionando a la justicia en todos los frentes: las asociaciones de jueces lo han denunciado ante Europa; el juez Ruz será suplente pasado marzo; el lunes tres magistrados denunciaron ataques a su independencia; sin olvidar la colaboración de muchos medios de comunicación, a la vez que preparan leyes que los exculpen. Próximamente la avaricia sacará la peor cara, la del engaño. No lo olvidemos.
     Cuando esto se lea, Grecia estará votando. Suerte y que voten sin miedo.

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