Nadie pone en duda que Mas ha sido siempre nacionalista. Su talante moderado se expresaba así en 2002, cuando era Consejero Primero de la Generalidad de Cataluña: “El concepto independencia lo veo anticuado y un poco oxidado.” “España no es Yugoeslavia. Además, entre Cataluña y España existen suficientes lazos e historia compartida como para tener muy presente este bagaje común, que se manifiesta incluso en la composición demográfica de Cataluña.” “La Corona puede ser el vínculo que dé estabilidad a un modelo de convivencia, pero también a una estructura plurinacional de Estado […]. En el caso de España, se está demostrando que es una fórmula que funciona.”…El 21 de enero de 2006, Mas, como líder de CiU, llegó a un acuerdo con Zapatero sobre la modificación del Estatuto Catalán. Aprobado por las Cortes Generales y refrendado por Cataluña el 18 de junio de ese año; siendo inmediatamente denunciado por el “PP” ante el TC. En junio de 2010, se hacía público que el TC había eliminado una serie de artículos que permanecían vigentes en el estatuto de Andalucía. Un asunto políticamente mal llevado, sin efectos inmediatos, pero que sería catalizador de desaciertos por ambas partes, un tiempo después.
Mas sería elegido Presidente de la Generalidad el 23/12/2010 e inmediatamente iniciaba una especial y adelantada política de recortes, entre 2010 y 2012, gobernando con el apoyo del “PP”. En los siguientes años apoyaría las leyes socialmente más injustas: la Reforma Laboral, la Ley de Estabilidad Presupuestaria... Elevó la deuda hasta tener hoy la calificación de bonos basura, tomando las medidas más duras de España en materia de sanidad, educación y dependencia, a la vez que practicaba el clientelismo, se rodeaba de corrupción y aumentaba la brecha social más que nadie.
En 2013, publica El País los papeles de "Bárcenas" y en el mismo año surgen los casos “Palau”, "Casinos" y “Pujol” como puntas del iceberg de las comisiones. En ese tiempo el juez dictamina que CDC recibió 5,1 millones de € en comisiones de Ferrovial, posteriormente se abrieron 5 causas más de corrupción en las que Mas estaba sin estar, algo parecido a Rajoy. La contestación de su gestión y los casos de corrupción, parecen ser causas sobrevenidas para que surgiera con fuerza el discurso independentista que lo llenaría todo, situándose él como héroe necesario de un proceso mutado en locura, una vez fracasada su intención de internacionalizar el conflicto. Siguió la separación de Unió, la coalición con ERC en “Juntos por el Sí” y a las elecciones plebiscitarias que tampoco dieron el fruto esperado. Con el segundo "no" de la CUP, Cataluña está decepcionada y empobrecida, la Generalitat sin prestigio, divididas las familias y con un gobierno, abandonado por la burguesía que le aupó, y prisionero de la CUP.
Por último, el derecho de Cataluña a decidir, la razón básica del inicio del independentismo de Mas, pertenece a los individuos y no a los territorios. Todos tenemos derecho a decidir como también a ser libres, ambos derechos fundamentales están limitados por los derechos del otro que la ley se encarga de definir. El derecho a decidir como la libertad no existen, si no están enmarcados en una realidad política y en un ordenamiento jurídico. La independencia de Cataluña no sólo afectaría a este territorio, sino a toda España. ¿Puede la mitad de Cataluña cambiar sustancialmente las condiciones de vida de la otra mitad y también las del resto de los españoles? La realidad final es que esta decisión debe hacerse en el marco jurídico general. Sin olvidar que los independentistas no consideran el "no" como una respuesta final: Quebec ya ha realizado tres consultas y sigue en su empeño y Escocia ya pide otra.
Es necesario reconocer que el independentismo catalán y el español no han empleado la violencia física, lo que hace de la palabra un elemento vigente que habrá que emplear primero en negociar un "impasse", pues la solución es cosa del próximo gobierno.
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