domingo, 9 de octubre de 2016

DIFÍCIL DE ENTENDER

   Después de la chapucera operación de Susana Díaz, tanto en la forma como en el momento, para evitar el llamado "pacto de izquierdas", El PSOE ha entrado en una división que, naturalmente, viene acompañada de una enorme debilidad política, como demuestra la divergencia del PSC en un momento tan delicado. Las próximas semanas serán decisivas. Quizás José Borrell, que nos ha ilusionado, debería echarse al ruedo.
    Rajoy, pese a las facilidades que le ha dado el protagonismo socialista, no ha podido evitar, aunque ciertamente amortiguado, que se pongan de actualidad los juicios sobre sus estructuras de corrupción, que abarcan más de 20 años en el tiempo y con una extensión de casi todo el territorio nacional. En los últimos meses, ha ido diciendo que lo mejor para España era tener gobierno cuanto antes, pero no aceptó el primer encargo del rey. Con ese mismo discurso, su partido ha presentado la documentación para que esas elecciones sean el día 18, disminuyendo el periodo electoral. Ante la crisis socialista, unos no se conforman con una abstención del PSOE y piden más; a la vez que Rajoy adopta una postura más cercana y hasta tierna.... Recordar su desprecio al Parlamento, su gobierno por Decreto, el desprecio a la Ley de la Memoria Histórica y los continuos ataques al socialismo para justificar los recortes. Con todo ello, no es fácil entender que vamos a darles el gobierno gratis y después pasar a la oposición.
    El presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, ha comunicado a Rajoy que el PSOE no garantiza la estabilidad. Es consciente de que aún no puede asegurarle la investidura (debe decidirlo el Comité Federal), pero repite que luchará para que no lleguen las terceras elecciones, eludiendo la palabra "abstención". Por otra parte, los cercanos empiezan a introducir el eufemismo "abstención técnica". No me huele bien. "Cuentan", puede no ser cierto, que ya hay conversaciones. También "se dice" que "el PSOE negociará después de la investidura". Es decir que la abstención se daría gratis.
    Si todo esto se produce, me permito recordar a los compañeros que repasen las hemerotecas para completar la talla del personaje con el que van a pactar y su poder. 
  -El presidente del gobierno de España tiene muchos recursos para usar: los medios de comunicación y económicos, nombramientos y, sobre todo, tiene potestad para convocar nuevas elecciones. Además, no es fácil una moción de censura en el actual momento político. También, que en casos de dificultad puede tener apoyos, que no son los de investidura, que dependerían de intereses concretos (PNV, por ejemplo)
  -Posee mayoría en las mesas del Congreso y del Senado y mayoría absoluta en el Senado, con lo que podrían demorar la tramitación de las leyes que no les interesara sacar adelante. Como hemos visto en la fecha de la actual investidura.
   Es realista pensar que sin compromisos previos, públicos y fechados es muy difícil que un gobierno, presidido por Mariano Rajoy, realice leyes que favorezcan a los sectores sociales a los que debe dirigirse el PSOE. Ante todo ello muchos creemos que debería consultarse a las bases, debido a lo excepcional de la situación. 
   Mirando hacia atrás, algunos cargos de Podemos (Mónica Oltra, por ejemplo), lamentan que no se apoyara la investidura de Sánchez el pasado marzo. Ya es tarde para lamentos y tiempo de silencios. Otros: medios de comunicación y sectores del gran capital celebran la caída de Sánchez y que Rajoy se beneficie con un el PSOE en crisis.  
   Quiero pensar, con José Mújica (expresidente uruguayo), que lo que nos ocurre aquí con el PSOE, que tanta frustración nos produce, es algo global que está padeciendo toda la socialdemocracia. Es necesario, cuanto antes, renovar y actualizar, todos juntos, el "compromiso social" que hemos abandonado y sacar provecho del mal momento. 

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