domingo, 22 de enero de 2017

DEMASIADAS INCERTIDUMBRES

     Barack Obama, en su última rueda de prensa, advirtió a Donald Trump que cuando esté fuera de la Casa Blanca, dará amplio espacio a su sucesor, pero pedirá todo tipo de apoyos cuando se pongan en riesgo los valores de EE. UU., añadiendo que "No podemos dar por sentada nuestra democracia". Dos avisos de uno de los hombres mejor informados del mundo, que dejan un amplio margen de incertidumbre. Trump ya ha jurado el cargo y es oficialmente presidente de los Estados Unidos. Pero hay más:
    El modelo de Trump y sus afirmaciones han ido dando alas a los líderes de las posiciones políticas europeas más nacionalistas y xenófobas. En Inglaterra, Theresa May promete un Brexit duro en el que predominará el requisito de evitar a toda costa la llegada de extranjeros. A muchos analistas les parece que el Reino Unido encontrará dificultades de todo tipo cuando salga de la UE. La división del país es un hecho indudable: existen riesgos de crisis constitucional, y la mayoría de los ciudadanos en Escocia, que ya fue protagonista de un plebiscito de independencia, en Londres y en Irlanda del Norte votaron a favor de la permanencia. En esa situación la UE tampoco saldrá bien parada, aunque el riesgo añadido por Trump de quitar la cobertura militar de la OTAN (amenaza de Trump) puede ser un catalizador para realizar una aceleración en la unión política y militar del núcleo central de la UE y explorar con otros criterios el papel de los recién incorporados a los que no se exigió nada para su entrada.
    La última votación en el Europarlamento nos da un balance estremecedor: los conservadores, nacionalistas y británicos han conseguido la presidencia y con ello el control de la UE. Por otra parte Marine Le Pen, la candidata del ultraderechista Frente Nacional que, según todos los sondeos, estará en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de mayo próximo. Además Fillon, el ganador de las primarias de los conservadores y que ya se ve Presidente de la República, afirmó algo que repetirá con frecuencia: “La izquierda es el fracaso y la extrema derecha, la quiebra". En Alemania, el partido populista de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD), que centra su discurso radical en la inmigración, intentará nuevas victorias electorales como logró en 2016 en las elecciones regionales. En Austria, Holanda y en los países escandinavos la extrema derecha también está en auge y consideran que la victoria de Trump es histórica para todas las fuerzas afines. Por último, el primer ministro húngaro Viktor Orbán y el presidente checo Milos Zeman, a menudo criticados por su discurso de derecha populista, también expresaron su apoyo al presidente electo de los Estados Unidos. Todo apunta a que caminamos hacia un nuevo orden mundial en el que, como en el final de la Ilustración, dominan los sentimientos sobre la razón. La ventaja es su desunión.
    En España, aparentemente aislados de ese panorama, el "PP" sigue su rumbo: las pensiones que el año pasado subieron un 0,25%, perdiendo poder adquisitivo, con un IPC del 1,6%; lo mismo que este año, que la subida será absorbida por el recibo de la luz, sin que nadie corrija la ley de Aznar que basa el precio del Kilowatio/hora en el coste del sistema de producción más caro; como también continúa la norma que hace de los obispos fedatarios públicos. Siguen buscando la impunidad en la corrupción con la intervención en los nombramientos a través de la manipulación del CGPJ y las reformas extra-constitucionales y legales que han permitido arrebatar poder a los jueces. Continúa vigente la misma Ley Electoral y las dificultades de votar en el extranjero. Siguen los delitos de opinión y el control de la información.... Todo, estando en minoría.
    El internacionalismo de la izquierda ha quedado atrás. Ahora dominan las estrategias para conseguir el poder personal y los pactos contra natura.

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