En los comienzos de 2017 tendrán lugar dos Congresos: el del "PP" y el de Podemos. También asistimos a duros debates internos de otros dos: PSOE y Podemos y con menor tono C´s. Congresos y debates que deben definir una nueva forma de hacer política. Los soportes ideológicos marcarán los programas y éstos resolverán necesidades. Esperemos que los líderes se esfuercen para ser entendidos y asuman con razones los compromisos programáticos. Veamos el punto de partida:
Rajoy ha inventado los pactos con geometría variable. Con Ciudadanos tiene un compromiso firmado, cumplido por ellos con el voto afirmativo en la investidura. El "PP" incumple su parte cuando le interesa, sin consecuencias, pues puede contar con el PSOE quién, por su parte, necesita publicitar sus acuerdos para demostrar que los que se abstuvieron tenían razón y ahora son ellos la auténtica oposición razonable. En este juego el "PP" utiliza a los dos en función de sus intereses, mientras aísla a Unidos/Podemos. Ha conseguido mantener sus grandes líneas y que la corrupción pase a segundo plano. Falta, únicamente, resolver los presupuestos para marcar el futuro.
El PSOE está en un tenso e intenso compás de espera, para tener alejadas a las bases actuales, mientras se dan masivamente altas en la militancia, que después de votar pueden ser bajas. Se deberían tener en cuenta estas "picardías" que son fácilmente comprobables y evitables, para conseguir que el próximo Comité Federal defina unas primarias limpias y pronto, requisitos ambos para la unidad. Dejar pasar el tiempo puede sorprendernos y tener una debacle electoral. Espero que los notables que han adelantado sus posiciones cargadas de sentimientos de aprecio, encuentren, ahora con razones políticas y de forma ética, una vía de compromiso que haga posible la unidad del partido a tiempo para evitar ser sorprendidos.
Por su parte, Unidos/Podemos está metido en un debate complejo, llenando la red de malos gestos y que ahora quieren que las formas sean las de los partidos de la "casta" y han hecho suya la frase "la ropa sucia se lava dentro". Por otra parte, esa "gracia" de Iglesias de marcar "Vista Alegre 2" en el mismo tiempo del Congreso del "PP" para que se vea la diferencia, ha conseguido que voten juntos para aumentar las vacaciones del Parlamento en un momento clave. Como el "PP", primero es el partido.
Ciudadanos ha ido cediendo poco a poco a las exigencias del "PP". Ahora, la presión que hizo sobre el PSOE para lograr su abstención se ha vuelto contra ellos y sus peticiones más importantes se retrasan. Situación que confunde a sus votantes.
Pese a todo, cabe la esperanza de pensar que todo es normal para un buen final: la derecha siempre se aprovecha de los momentos de debilidad de la izquierda; los nuevos partidos atraviesan por necesarios momentos de reajuste y, con respecto al PSOE, sabemos que forma parte de su historia la existencia de dos tendencias. Esperemos.
Por último, un ejercicio nostálgico de "historia ficción". Si el primer intento de formación de gobierno que llevó a cabo Pedro Sánchez hubiera contado con el voto de Podemos, se hubiera satisfecho el deseo de los votantes sobre el diálogo y pedido, después del fracaso, por personalidades como: Sabina, Antonio López, Fraguas, Millás, García Montero, Llamazares.... Con Sánchez como presidente, Rajoy habría dimitido y, en cualquier caso, el "PP" estaría inmerso en una enorme crisis con riesgo de desaparición y se habría demostrado que una nueva política era posible utilizando los pactos para resolver problemas y dar confianza a los ciudadanos, y no sólo para cumplir las ambiciones de algunos dirigentes. Pudimos y no quisimos. Aún hay tiempo.
Que 2017 nos traiga la nueva política que necesita España.
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