domingo, 8 de enero de 2017

SIGUEN LA IMPUNIDAD Y LAS CHAPUZAS

   La última encuesta del CIS continúa repitiendo los mismos problemas de los españoles: el paro, la corrupción y el fraude, los problemas económicos, los políticos, los partidos en general y la salud. Cualquiera que haya leído encuestas de años atrás y no se haya impregnado de la vorágine de los últimos meses, pensará que nada ha cambiado en España. Nos ocuparemos de los dos primeros problemas para que veamos que no se ha solucionado nada y que siguen vivos como antes, pero con mas chapuzas.
    En estos últimos días hemos asistido a una intensa propaganda sobre la disminución del número de desempleados: los datos oficiales nos hablan de 86.849 desempleados menos en el mes de diciembre y 390.000 en el año, superando todas las cifras desde 2010. Pero ocultan lo negativo de los datos. Veamos algunos: ha aumentado el número de trabajadores que ya no cobran desempleo; siguen bajando los salarios (información del INE) y este año la inflación ha sido del 1,5%: aumenta el número de familias que carecen de ingresos; el trabajo es cada vez más precario y el 25% de los afiliados tiene contratos de una semana o menos; el trabajo en la construcción y la industria sigue bajando; mientras el número de afiliados crece, los ingresos en la Seguridad Social disminuyen; los mejor formados de nuestros jóvenes tienen que irse fuera en detrimento de la investigación actual y futura; sigue aumentando la brecha social.... La chapucera solución ha sido que ante el aumento del número de muertos en accidentes de trabajo y de tráfico, la medida tomada ha sido no contar los que mueren fuera del lugar del accidente. Y pese a todo, la reforma de la "reforma laboral" no llega. 
    En la corrupción el "PP" sigue intentando alargar las situaciones judiciales, congelando medios y personal en los juzgados, y valiéndose de la fidelidad de los nombrados. El informe del Consejo de Estado sobre el Yak-42 con la muerte de 62 militares en su retorno desde Afganistán ha puesto en la picota a Trillo y al gobierno trece años después. Trillo llevó la batuta en las tramas jurídicas y políticas del "PP" y especialmente la Gürtell, consiguiendo la anulación de pruebas y que el primer condenado fuera Garzón. Ayuda inestimable al "PP". Ahora sabemos con certeza que los muertos no tenían seguro pese a su pago por Defensa, que se utilizó un avión y una tripulación de máximo riesgo y que fue un desastre la tarea de reconocimiento de los cadáveres. Las tres sentencias absolutorias fueron poco investigadas, todo impune. El final se completa con las chulescas declaraciones de Trillo y el desprecio de Rajoy.
    Sin salir de Defensa conocemos hoy que las empresas vinculadas a Morenés (Segur Ibérica, Instalaza y MBDA), recibieron 115 millones en más de cien contratos públicos del gobierno, cuando él era aún ministro de Defensa. A la vez sabemos que mientras crecían los recortes, Defensa siguió aumentando sus presupuestos, ocultando las cifras.
    El Mundo, del pasado viernes, nos cuenta en titulares que altos cargos del "PP" presionaron en Moncloa a favor de los Pujol y que la UDEF relaciona al sobrino del marido de Cospedal como pieza clave de la trama. A su vez, la Policía liga al testaferro de Rato y a López del Hierro (esposo de Cospedal) con el "caso Pujol". Parece que ambos trabajaban de forma conjunta en la trama del clan catalán. Tampoco se terminan los cientos de casos pendientes, ni se sabe si se aplicará o derogará la nueva ley. 
    Todo esto ocurre con la "oposición responsable" en crisis, pues el PSOE (aparato) puede denunciar a los "críticos" por lo que llaman "sede paralela", culpando sin razón a Sánchez. Lo hecho no es un acierto, pero todos merecemos diálogo. Es más preocupante el tufillo del diálogo con el PSC y la acusada falta de independencia de la gestora. Así, el "PP" seguirá adelante, mientras el PSOE sigue dividido.  

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