domingo, 28 de mayo de 2017

LA REBELIÓN DE LA MILITANCIA SOCIALISTA

    El resultado contundente de las primarias del PSOE celebradas el pasado 21 de mayo ha puesto claramente de manifiesto que las políticas y actuaciones realizadas por las élites y aparatos del partido iban por un lado y los deseos de la militancia, por otro. El catalizador de la rebelión fue el Comité Federal del 1 de octubre con la salida de Pedro Sánchez de manera ignominiosa y el "posterior" acuerdo obligatorio de abstención para dar el poder gratis a Rajoy, que le hizo dejar el Congreso. Influyeron también la errónea estrategia de Susana Diez montada por su valedores, así como la parcialidad, sin disimulo, mostrada por el presidente de la Gestora. Pero la rebelión también ha sido contra el clientelismo que venían practicando los aparatos años atrás, así como contra el apoyo que dieron inexplicablemente a Díaz la mayor parte de los medios de comunicación y especialmente Rajoy. Todo ello convirtió a Pedro Sánchez, especialmente por la lealtad a sus compromisos y la dignidad de su campaña, en el líder deseado para dar credibilidad. También los militantes hemos demostrado que el nuevo PSOE tiene aún una enorme vitalidad y un grandioso sentido de la libertad. Debo reconocer que Pedro me ha hecho sentir de nuevo el orgullo de ser socialista.
    De todo lo ocurrido en estos largos e inexplicables casi ocho meses, destacamos el cambio de Pedro Sánchez surgido de esas enormes turbulencias que le han dado, en poco tiempo, unas experiencias capaces de emprender con claridad la nueva andadura, rodearse de un equipo que ha demostrado su capacidad de organización a través de las plataformas, claridad de ideas sobre los resultados de las socialdemocracias de otros países y sobre todo su enorme fidelidad en un momento en el que todo era posible. La primera decisión de calado será la nueva ejecutiva sin barones, que dará más cohesión al partido y evitará las tendencias taifales, cuando no se tiene el poder central.  
    Es necesario también que el nuevo documento que salga del Congreso Federal, contenga en su preámbulo la realidad de las causas de lo ocurrido con rigor histórico. Es cierto que la UNIDAD es imprescindible para ganar, pero esta debe conseguirse con generosidad y sabiendo escuchar por parte de los ganadores y con la participación de todos, aunque nunca escondiendo la verdad de lo ocurrido, pues a la larga nos dañararía. Todos estamos obligados a realizar una profunda reflexión para no incurrir en pasados errores, hacer un programa político ilusionante y participativo que sea viable y trabajar todos juntos para que la reorganización del PSOE sea la palanca para mejorar la vida de los españoles. La expectativa de que hay soluciones distintas y viables puede que sea el comienzo de un nuevo tiempo liderado por el PSOE.
    A lo largo de la pasada semana se han ido celebrando asambleas para la elección de delegados al Congreso Federal, con arreglo a los pactos conseguidos, ya con el acercamiento de Patxi López, y reuniones con el grupo socialista de Congreso y Senado para acordar su nueva organización. Ha comenzado su andadura el nuevo PSOE, aunque habrá que esperar la posición definitiva, sin ambigüedades, de Susana Díaz. 
    Ahora no estamos escogiendo al candidato a la presidencia del gobierno, aunque el elegido como secretario general, puede también serlo de forma automática.
    Por último, desear que la militancia socialista no pierda esa rebeldía ante la injustica, la mentira y el incumplimiento, sin explicación, de los compromisos adquiridos. Es necesario conseguir un partido menos oligárquico y hacer que la democracia interna valore la participación de la militancia. No somos asamblearios pero no olvidemos que el debate forma parte muy importante en la historia del PSOE. Resulta curioso observar que el IBEX-35 no ha experimentado sobresalto alguno. 

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