“La tiranía totalitaria no se edifica sobre las virtudes de los totalitarios sino sobre las faltas de los demócratas.” (Albert Camus)
Hay quien piensa que, con frecuencia, en política se necesita llegar al límite para que el diálogo surta efecto. Quizás en estos días, cuando las cosas están graves, pudiera haber llegado el momento en que se inicie el diálogo para encontrar acuerdos que solucionen los problemas. Casi dos semanas después de las andaluzas, seguimos sin saber el final. Si en principio VOX no pedía nada, ahora exige sitio en la mesa del Parlamento y el compromiso de incluir parte de su programa en el acuerdo, pues empieza a pensar en las generales. Por otra parte, las negociaciones entre "PP" y Cs parecen paradas, mientras ya se sabe que han negociado antes del acuerdo "PP" y Vox, lo que ha despertado las alarmas en Cs, ya que si entra en esa negociación puede perder el apoyo de sus socios europeos. Ya se producen entre ellos insultos cruzados. Esto ocurre cuando se ponen por delante las ambiciones frente a lo que interesa a España.
Recordemos que estos tres partidos utilizaron durante la campaña toda suerte de mentiras (recordemos el Brexit sobre Gibraltar, el viaje a Cuba y los pactos inexistentes con los nacionalistas para aprobar los presupuestos), gracias a la facilidad que brindan los nuevos medios de comunicación. Con esa cobertura, se han apropiado, en exclusiva, de los símbolos que son de todos los españoles, como la bandera y la idea de la unidad de España. Símbolos que están siendo utilizados como "simples slogans", al igual que lo han hecho, fomentando el odio y el miedo al emigrante. Son los mismos que realizaron, toleraron o apoyaron los recortes, la reforma laboral, la corrupción y la amnistía fiscal para los que utilizan los paraísos fiscales, declarada fuera de la ley por el TC, perjudicando a España y a la mayoría de españoles. No son patriotas, son nacionalistas. Ahora que dos se han quitado las caretas, veremos la realidad de Cs. Por su parte la izquierda debe reaccionar, para recuperar el espacio perdido. Leamos a Camus.
Torra ha manifestado que su modelo de independentismo es el esloveno. Sin pensar siquiera que en Cataluña nunca el independentismo ha superado el 50%, mientras que en Eslovenia superaba el 90% y que la mayoría absoluta de catalanes prefiere la vía pacífica y evitar una guerra civil. En Eslovenia hubo más de 60 muertos. Han vuelto a politizar a los Mossos de manera contradictoria, como ya ocurriera en el primer aniversario de 1-O, actuando siempre a las órdenes de los CDR. Este absurdo reto ha encontrado la inmediata respuesta del Presidente Sánchez en el Congreso, como ha hecho siempre con el independentismo, incluso cuando gobernaba Rajoy. Ahora mantiene la reunión del Consejo de Ministros del próximo 21. Puede que haya diálogo.
Otra de las armas para conseguir votos fue fomentar el miedo hacia la emigración, mintiendo en las cifras y en afirmar que vienen a robarnos lo nuestro. Conozcamos los últimos datos de nuestra demografía: España ha alcanzado cifras históricas en los primeros seis meses de 2018. El Instituto Nacional de Estadística publicó el pasado martes que en el primer semestre de este 2018 hubo 179.794 nacimientos, la cifra más baja para un primer semestre desde 1.941 (cuando había en España 26 millones de habitantes), y 5,8% menos que el mismo periodo del año anterior. En ese mismo semestre los fallecimientos han sido de 226.384. La fecundidad es de 1,33 bebes por mujer. Además nuestra población es una de las más longevas del mundo. ¿Quiere decirnos esta derecha cuál es nuestro futuro sin emigración ordenada?
Conociendo sus cambios de opinión, cualquier cosa puede ocurrir en horas.
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