Es una especial realidad que el próximo año 2019 será el año con más elecciones de toda nuestra historia democrática, recordemos: municipales, autonómicas, europeas y seguramente generales. Pero también será un año difícil desde el plano económico, pues Bruselas considera que las previsiones económicas para España son de menor crecimiento, lo que coincide con las previsiones del propio Gobierno, aunque éste prevé que habrá mayor crecimiento del empleo en calidad y cantidad. También ultima el Gobierno un plan de contingencia ante la posibilidad de un Brexit duro.
Por otro lado, las elecciones andaluzas han resultado malas para la izquierda y han propiciado la aparición en escena de VOX, un partido de extrema derecha que ha conseguido presencia en el parlamento andaluz, para dar el poder a la derecha y todo apunta a que esa presencia puede seguir en los muy variados procesos electorales en detrimento de la izquierda, lo que también puede meternos en un mayor giro a la derecha de toda España. El acuerdo para la constitución del Parlamento y la formación de la Mesa ya ha provocado algunos avisos por parte de VOX sobre el hecho de que no formará parte del gobierno, a la vez que no juró ni se comprometió a cumplir el Estatuto de Andalucía. Creo que sería importante un seguimiento del nuevo gobierno andaluz que podría darnos las claves del futuro electoral y servir de modelo al resto de España. Los ciudadanos deben tener en cuenta la importancia del voto y de la abstención para no repetir lo ocurrido. Cs puede quedarse sin socios europeos y Valls ya ha avisado de lo difícil de asumir la nueva situación. En cuanto al programa debemos tener en cuenta que las rebajas fiscales benefician fundamentalmente a los suyos y que somos el país europeo con menor carga fiscal y así no son posibles mejoras sociales. Como fondo seguirán apareciendo casos de corrupción en el "PP". Lo último ha sido la imputación de la esposa de Aznar por su gestión del Instituto Municipal de la Vivienda y el fiscal sigue los pasos a Esperanza Aguirre. Los padrinos de Casado no son de fiar.
En cuanto a Cataluña, Puigdemont, que en su día desconfió del arbitraje del PNV, plantea ahora una mediación extranjera y otras veinte medidas más. Podemos también es partidario de esa vía, pero sin recurrir al exterior y pudiera ser a cargo de expertos e intelectuales. Esas propuestas le han llegado a Sánchez por varios canales, pero el presidente cree que el diálogo es aún muy incipiente y que en su comienzo no debe hacerse sobre la base del documento presentado, incluida la mediación propia o extraña. Es decir, no lo considera. Conviene razonar que si de verdad preocupa a Torra la calidad democrática en España, resulta difícil de entender esa expresión en quien pregona la secesión inminente y unilateral como democrática. Recordemos que el Parlament no gobierna, pues sólo ha logrado aprobar tres leyes en un año. El diálogo con PSOE y Podemos es indudablemente más provechoso para la ciudadanía catalana, pues PP y Cs sólo ven como solución aplicar el 155, claramente traumático. Los independentistas deben elegir entre el enfrentamiento y la violencia o el diálogo.
Todo lo apuntado exige movilizar a la izquierda para que tenga absolutamente claro el riesgo de la abstención y que la extrema derecha pudiera erigirse en árbitro del gobierno de la nación, como ya lo es en Andalucía. Es urgente que las heridas de las primarias en el PSOE se cierren por su sinsentido y el peligro político que representan.
El gobierno y su aliados han conseguido subir las pensiones según el IPC y más a las no contributivas, la subida del salario mínimo, el retorno a las energías renovables, las subidas de ingresos para las autonomías... En 2019 España se juega mucho, y sólo la izquierda puede ser la solución. Mis mejores deseos a todos para el nuevo año.
No hay comentarios:
Publicar un comentario